Qué es la filofobia y cómo superarla

Se define como filofobia a un sentimiento de alta intensidad de temor ante los compromisos. Normalmente, hace referencia al miedo a comprometerse con otra persona en términos románticos. La mera posibilidad de que se de un compromiso genera a las personas filofóbicas un gran estado de estrés e inquietud, condicionando su salud mental y su relación con la otra persona.

Se trata de un miedo totalmente irracional, no tratándose de una elección o pretensión por parte de la persona que lo padece. Por esta razón, ha de evitarse culpabilizar a alguien que padezca filofobia, pues lo normal es que esta persona lo pase mal debido a esta filofobia. Aquí encontrarás más información sobre qué es el miedo.

¿Cómo es una persona con filofobia? Existen muchos indicios o signos que muestran que una persona es filofóbica, algunos de ellos podrían ser identificados con mucha facilidad, e incluyen:

• Conductas de evitación y huida ante la posibilidad de iniciar una relación, o que surgen cuando una relación va formalizándose o asentándose.
• Un elevado nivel de estrés y ansiedad de la persona filofóbica, mostrando inquietud e irritación. Esto se da especialmente en situaciones de interacción con personas con las que estén creando vínculos o exista la potencial posibilidad de crearlos.
• Aislamiento y soledad “autoimpuestos”, provocados en realidad por el temor y el miedo, estas personas tienden a aislarse, debido a la evitación de las relaciones mencionada en primer lugar.
• Establecen fuertes barreras emocionales, evitando compartir sus sentimientos con los demás, incluyendo esto tanto en forma de comunicación verbal como no verbal. Es decir, pueden mostrar una ausencia de gesticulaciones o que estas sean “anormales”.

Muchos expertos indican la mayor incidencia de filofobia en aquellas personas que han sufrido traumas o presentan trastornos de ansiedad o de trastornos de la personalidad. Por ello, se establece que dos causas claras de filofobia son, por una parte experiencias aversivas a las que el individuo a estado expuesto, resultando estas traumáticas en mayor o menor medida, y trastornos psicológicos de diversa índole, por otro lado.

Otra de las principales causas de la filofobia es sin duda el fracaso en relaciones anteriores. Ya sea refiriéndonos a una amistad, a una relación de pareja o a una relación más que cordial con un compañero o compañera de trabajo. Cuando una relación que haya sido muy importante para nosotros se rompe y, especialmente si han surgido conflictos, pueden aparecer consecuencias, como la filofobia. Esto, que en un principio puede ser percibido como algo normal, puede que, si no se trata correctamente, derive en graves problemas sociales y personales.

Para poder afrontar la filofobia ha de analizarse muy en profundidad, evaluando la gravedad e intensidad de la misma, pues hay que considerar si lo mejor es no intentar afrontarla solos y acudir a un profesional. Esto es muy importante, ya que en muchas ocasiones, sin la ayuda de una persona especializada en este tipo de problemas psicológicos, el tratamiento puede complicarse, siendo cada vez más difícil superar esa fobia.

Lo primero que ha de hacerse es, sin duda, mirar hacia atrás, evaluando y analizando aquellos hecho o vivencias que pueden habernos marcado y de los que puede derivar ese miedo al compromiso. ¿Alguna ruptura dolorosa? ¿Has sufrido abusos o se han aprovechado de ti en algún ámbito de tu vida? ¿Identificas un hecho o acontecimiento que constituya claramente un trauma para ti?

Teniendo clara la causa o, al menos, teniendo una idea de las posibles causas, llega el momento de poner solución al problema. Algunos consejos para comenzar a trabajar para superar la filofobia son:

• Comunicación: es vital, realmente fundamental, expresar los miedos, volcándolos y viéndolos así desde otra perspectiva, compartiéndolos y soltando lastre. El compartirlo con otras personas, especialmente con un psicólogo, ayuda a abrirse, ganando confianza y encontrando vías de solución para los miedos, por ello también es clave expresar esa filofobia.
• Recurrir a ayuda psicológica profesional: como ya hemos mencionado, la solución a la filofobia se verá facilitada si contamos con la ayuda de un psicólogo, que nos ayude a trabajar nuestras inseguridades y nuestros miedos de una forma eficaz.
• Trabaja la gestión emocional: es muy útil conocer y probar diferentes tácticas y ejercicios relacionados con la gestión de nuestros sentimientos y emociones. Técnicas como la meditación, el mindfulness, ejercicios de relajación, análisis de pensamientos o escritura autobiográfica, pueden ayudarte a una correcta identificación y gestión de tus propias emociones.
• Ser paciente y constante: un problema que ha ido surgiendo fruto de las experiencias y vivencias no puede eliminarse de un plumazo. Por ello es necesario un trabajo prolongado, constante y continuado para poder tratar la filofobia y convivir con el miedo sin que resulte incapacitante.
• No huir: aunque suene difícil, o incluso imposible, es necesario eliminar la evitación de las relaciones, pues si huimos el problema solo hará que empeorar. Puede que al principio sea realmente difícil, pero por medio de la exposición, el malestar generado por situaciones que nos resultan aversivas irá disminuyendo paulatinamente.

Estos consejos también servirán si no eres tú, sino tu pareja quien tiene filofobia. En el siguiente artículo encontrarás más información sobre cómo superar los miedos.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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