Qué es la herida del abandono y cómo sanarla

Qué es la herida del abandono y cómo sanarla

La herida de abandono es aquella originada por un abandono real o percibido por un niño durante su infancia. Estas heridas suelen ser provocadas por la relación existente entre los padres, o cuidadores principales, y el hijo, o bien a causa de algún acontecimiento puntual. La herida de abandono da lugar a la adquisición de mecanismos de defensa o máscaras para sobrellevar el día a día, a pesar de la desagradable experiencia de vida sufrida. Las consecuencias del uso de estas máscaras no son muy favorables para el desarrollo íntegro, por lo que abordar esta problemática resultará tarea pendiente para las personas afectadas por esta herida emocional.

En el siguiente artículo de Psicología-Online hablaremos sobre qué es la herida de abandono, cuál es su máscara y cómo sanarla. Descubre cómo se origina, qué mecanismos de defensa y conductuales crea en las personas y cómo superarla.

Qué es la herida del abandono

La herida del abandono es un término que se utiliza en el ámbito de la psicología y la terapia para describir una experiencia emocional dolorosa y profunda que resulta de sentirse abandonado o rechazado por una figura significativa en la vida de una persona. Esta figura puede ser un padre, un cuidador, una pareja o incluso un amigo cercano.

La herida del abandono no solo se refiere al abandono físico, como la ausencia física de un ser querido, sino también al abandono emocional, donde uno puede sentirse dejado de lado, ignorado o no valorado emocionalmente. La herida puede originarse en la infancia debido a experiencias de negligencia, abuso emocional o separaciones traumáticas, pero también puede surgir en la edad adulta como resultado de rupturas sentimentales, la pérdida de un ser querido o experiencias de rechazo social.

Cuál es la máscara de la herida del abandono

La máscara a la que da lugar la denominada "herida del abandono" es aquella que protege a la persona que ha sufrido un abandono real o subjetivo, es decir, cuando el mismo individuo se percibe abandonado sin existir un abandono objetivo y real.

Ante el dolor profundo que provoca la sensación de haber sido abandonado, la persona en cuestión se aferra a una serie de mecanismos o máscaras cuya principal función es mantenerse a salvo de posibles futuros abandonos. Esta protección emocional se crea para evitar, en la medida de lo posible, volver a revivir el dolor sufrido tras la experiencia de abandono vivida.

Cómo se produce la herida del abandono

El origen de la del herida del abandono suelen ser las experiencias infantiles. Bien por negligencia paternal real o bien por experiencias subjetivas vividas en la infancia, como el nacimiento de un hermano o el inicio de la guardería, en el interior de la persona se imprime la sensación de abandono. A través de estas experiencias, la persona siente que deja de recibir lo que necesita afectivamente para su correcto desarrollo psicológico y emocional.

Esta sensación de no ser atendido es interpretada interna e inconscientemente como un abandono por parte de sus padres. Para experimentar la sensación de abandono, las experiencias vividas deben producirse varias veces y/o presentar una alta intensidad.

En función de la gravedad de la experiencia subjetiva, se activan mecanismos de defensa y supervivencia más o menos fuertes. Es decir, las consecuencias negativas sobre el desarrollo psicológico emocional será mayores o menores según lo que hayas vivido. Por ejemplo, las experiencias de negligencia paternal real y aquellas en las que los padres no son conscientes del dolor vivido por su hijo y, por lo tanto, no corrigen la situación, son las que peores consecuencias psicológicas tienen sobre para la persona.

Cómo actúa una persona con herida de abandono

Las personas afectadas por la herida del abandono suelen comportarse de dos modos bien diferenciados, aunque en el fondo se encuentra el mismo miedo a ser nuevamente abandonado. Por ello, las personas con herida de abandono usan mecanismos de defensa similares. Los vemos a continuación:

Dependencia emocional

personas que, ante el dolor sufrido por la herida del abandono, se vuelven dependientes emocionales de otras personas y hacen todo lo posible por no estar solos, ya que eso les genera gran ansiedad al recordarles a la experiencia de abandono. Dirigen todas sus fuerzas a hacer lo posible por estar en todo momento acompañados. Este tipo de personas acaban siendo, en el fondo, hiper vigilantes y controladoras y manipulando inconscientemente a las personas de su alrededor.

En el caso de que sufran una posible experiencia de abandono, o simplemente alguna persona significativa realice un pequeño distanciamiento, pueden surgir en ellas reacciones de pánico y bloqueo emocional, o bien de ira desmesurada y rencor hacia la persona en cuestión. Si te ocurre, en este artículo verás cómo superar la dependencia emocional con tu pareja.

Dificultades para establecer relaciones interpersonales sanas

Hay personas con herida del abandono que se han resignado a no merecer atención y se refugian en una burbuja invisible que les protege del mundo. En este caso, prefieren no ser tenidos en cuenta y abandonados. Suelen ser personas solitarias, desconfiadas, miedosas y, por todo ello, con grandes dificultades para establecer relaciones interpersonales sanas.

Las personas con este tipo de herida de abandono suelen convertirse en autosuficientes, para no depender de nadie, y sus escasas relaciones con otras personas no pasan de ser relaciones prácticas y superficiales. Aunque en el fondo de su alma les pesa enormemente la soledad, esta se convierte en su mejor aliada.

Cuando, en alguna ocasión, establecen una relación que marcha bien, pueden llegar a entusiasmarse con la posibilidad de, por fin, poder establecer una buena relación con alguien. Aun así, cuando esto ocurre, se vuelven dependientes, vigilantes y controladores para no perder a la persona conseguida. Sin embargo, como ocurre en la profecía autocumplida, se decepcionan rápidamente y vuelven a su burbuja al focalizar su atención en lo negativo y, finalmente, enturbian la buena relación.

Cómo sanar la herida de abandono

Al igual que la sanación de cualquier herida emocional y/o psicológica, curar la herida de abandono supone un proceso largo en el que es fundamental tener paciencia y permanecer en el camino, a pesar de las batallas que puedan surgir. Si quieres sanara la herida del abandono, sigue estos pasos:

  • Tomar conciencia: lo más recomendable para sanar la herida del abandono y su máscara es iniciar un proceso de trabajo de autoconocimiento e introspección que te permita tomar conciencia de la existencia de dicha herida en tu interior. Analiza de qué manera los mecanismos de defensa creados están limitando y condicionando el desarrollo positivo de tu vida. El proceso terapéutico resulta aconsejable porque, de este modo, el camino es andado en compañía y reconducido adecuadamente en caso de desfallecimiento, negación, reacción de huida o evitación.
  • Localizar el origen: tras tomar conciencia de cómo la creación de la herida de abandono ha condicionado negativamente tu vida, será necesario abordar las situaciones primarias que dieron lugar al origen de dicha herida. Esta etapa es dura, ya que supone enfrentarse cara a cara con la dolorosa situación de abandono.
  • Hacer un proceso de reestructuración cognitiva: tras localizar los orígenes de la herida se iniciará un trabajo de reestructuración cognitiva para sustituir las creencias irracionales aceptadas internamente, como mis padres no me querían porque yo no valgo, nunca nadie me querrá, no valgo para nada, por nuevas, positivas y más reales ideas sobre uno mismo basadas en las propias capacidades, logros vitales y anhelos interiores.
  • Practicar técnicas de relajación y de cuidado personal: proporcionan una nueva visión que borrará la imagen negativa sustentada sobre la vieja herida del abandono. Con esto, la herida desaparecerá.

Es recomendable buscar el apoyo de un profesional de la salud mental, como un psicólogo o terapeuta, para trabajar en el proceso de sanación de la herida del abandono. La terapia puede brindar un espacio seguro para explorar las experiencias pasadas, procesar las emociones dolorosas y desarrollar estrategias saludables para construir una autoestima sólida y relaciones afectivas más satisfactorias.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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