Qué es ser aprensivo y cómo dejar de serlo

La aprensión es un término de origen filosófico adoptado por Kant para denominar el acto con el cual se sintetiza la multiplicidad sensible en las formas puras del espacio y del tiempo. En psicología, en cambio, algunos hablan de aprensión para indicar una evaluación inmediata de objetos o acontecimientos que tienen características de sencillez y la colocan entre la percepción y la comprensión.

¿Qué hay detrás de una persona aprensiva? Veamos las señales que caracterizan a las personas aprensivas:

• Teme continuamente que pueda suceder algo malo.
• Preocupación excesiva: la calidad de vida de las personas que están constantemente preocupadas por las relaciones puede verse seriamente perjudicada.
• Ansiedad por la perturbación con la que viven: puede comprometer gravemente su bienestar, tanto en el ámbito privado como en el privado, como en los intercambios sociales y laborales.

Cuando la aprensión supera lo que comúnmente puede considerarse una preocupación normal, se convierte en disfuncional, y, por lo tanto, en un signo evidente de un trastorno de ansiedad, generalmente de un trastorno de ansiedad generalizada. Por ejemplo, sí es comprensible que un padre se preocupe de que su hijo de 5 años se caiga de su bicicleta y se lastime al lanzarse a un descenso a toda velocidad, pero no es tan obvio que lo sea prohibir que el niño salga a jugar o manifieste este mismo tipo de aprensión hacia un hijo ya adulto.

A menudo, ser aprensivo se convierte en sinónimo de ansiedad. Concretamente, la aprensión es una ansiedad sólida, fruto de un cálculo y de una clara visión de la situación, consciente de lo que puede salir mal. Aun así, la aprensión es una dimensión mucho más racional que la ansiedad, que es generalmente el miedo a algo que no es actual.

Por ejemplo, ¿qué es ser aprensivo con las personas? Puede serlo una madre preocupada por las salidas nocturnas de la hija, así como las preguntas que se hacen al amigo que atraviesa una situación amorosa difícil o dar un consejo urgente y alarmado. Como vemos, en la aprensión está la clara proyección de la probabilidad de un daño y la inquietud apremiante que se deriva de ello.

Cuando la ansiedad subyacente a un recelo disfuncional, causado por la aprensión, se vuelve excesiva, es difícil de controlar. A continuación, veremos las principales consecuencias de ser aprensivo:

• Interfiere con las actividades laborales y sociales de la persona.
• Preocupación en las relaciones de manera disfuncional.
• La persona a menudo se vuelve invasiva y tóxica, incluso con personas cercanas.
• La aprensión puede llegar a aparecer sin un motivo preciso que se puede relacionar con ámbitos como el futuro, las cuestiones económicas o con la salud de amigos y familiares.
• Puede dar lugar a síntoma físicos y cognitivos: mantiene a la persona en un estado de estrés psicofísico y de alerta.
• Pensamientos intrusivos sobre el miedo a la muerte propia y/o de otros, miedo a las enfermedades, a las catástrofes o a las crisis financieras. En este artículo, te contamos cómo superar el miedo a la muerte.

Estos escenarios mentales se presentan incluso en ausencia de un problema real o amplificando lo que puede ser una dificultad real. A menudo, las personas aprensivas necesitan garantías continuas, por lo que involuntariamente son exigentes y controladores hacia amigos y familiares en un intento de prevenir cualquier imprevisto e incidente que les pueda ocurrir.

Ahora que ya sabes las duras consecuencias de ser una persona aprensiva, veamos algunos consejos que responden a la pregunta cómo dejar de ser aprensivo/a:

Elige un momento para preocuparte

La preocupación es como un pez de colores que se hace tan grande como la piscina en la que nada. Por lo tanto, la limita de la cantidad de tiempo que dedicas a preocuparte: De esta forma, las preocupaciones no te ocuparan todo el día. Fija un momento específico de 30 minutos, tal vez después del almuerzo o después de la cena, y llámalo tu "tiempo de preocupación". El único momento que debes evitar es justo antes de dormir.

Cuando las preocupaciones hayan salido del tiempo designado, pregúntate: ¿Puedo hacer algo al respecto ahora mismo? Por ejemplo, si empiezas a preocuparte de no haber pagado el extracto de la tarjeta de crédito, muévete y págale; pero si empiezas a preocuparte de que vas a morir solo, no hay nada que hacer en este momento, ¡Y por eso lo rechazas! En este artículo, te contamos más sobre la preocupación excesiva: causas y tratamiento.

Devuélvelo a tu tiempo de preocupación. Es probable que cuando llegue ese momento, hayas olvidado todo lo que te estaba incomodando, o al menos, el pensamiento habrá perdido urgencia. ¿Y si vuelve otra vez? Sigue adelante y preocúpate unos minutos. La razón del tiempo de preocupación no es suprimir las ansiedades y no tenerlas más. El sentido es contener la preocupación para que no contamine tu vida.

Experimenta con la acción confiada y decisiva

¿Qué hacer para dejar de ser aprensivo? Todos tenemos a ese amigo que se las arregla con todo, pero incluso ese amigo puede tener algunos problemas, solo que la ansiedad no es uno de ellos. Así que cuando estés harto de sentirte ansioso, pregúntate qué habría hecho ese amigo y prueba de hacerlo tu. Al principio te parecerá mal, pero el beneficio está en experimentar comportamientos no ansiosos que te obligan a probar una forma más flexible de pensar y actuar.

Concéntrate directamente en lo peor que podría pasar

Si te preguntas cómo dejar de ser aprensivo, una de los métodos es aplicar el "qué pasa si" a tus preocupaciones. A continuación, verás te contamos qué hacer para dejar de ser aprensivo con este método:

1. Imagina realmente el peor escenario: pintas cualquier cosa de la que tengas miedo en gran detalle, como si fuera la peor escena de tu propia película de terror. Sabrás que has encontrado la imagen correcta si acabas de pensar en ello.
2. Una vez encontrada, mantenla en tu mente y quédate durante 5 minutos con las emociones de mierda que trae. Establece un temporizador para que no te sientas tentado de tirar la toalla.
3. Al día siguiente, enjuaga y repite: hazlo hasta que se vuelva aburrido. Por muy aterrador que pueda ser este ejercicio al principio, solo las primeras veces te generará ansiedad.
4. Finalmente, sucederán una de estas dos cosas: tu cerebro se dará cuenta de que el desastre total que imaginaste en tu mente nunca podría ocurrir o se aburrirá con la repetición que nunca llega a buen término.

Los psicólogos llaman a esta práctica de exposición imaginaria y se puede hacer mejor con la ayuda de un profesional calificado.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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