Psicología Evolutiva

Relación entre hermanos y entre iguales

 
Equipo editorial
Por Equipo editorial. 13 marzo 2018
Relación entre hermanos y entre iguales

La relación entre hermanos es profundamente importante no sólo por su incidencia en el nivel del desarrollo social sino también en el nivel de desarrollo cognitivo. Relaciones entre hermanos y trato con los padres Es muy importante que tengamos en cuenta que el estudio de las relaciones entre hermanos no se puede llevar a cabo de manera aislada; es decir, la calidad del tipo de interacción que establecen los hermanos está estrechamente relacionada con la calidad de la relación que los padres mantienen con sus hijos.

También te puede interesar: El Apego - Definición y Teorías del Apego

Índice

  1. Relación entre hermanos
  2. Relaciones entre iguales y desarrollo cognitivo
  3. Interacción entre iguales en contextos educativos

Relación entre hermanos

De hecho, Bryant y Crockenberg, en un estudio en el que observaron a tríadas (madres y dos hijos), encontraron que el efecto de la conducta de la madre sobre la interacción social de sus hijos dependía, en gran parte, en cómo la madre trataba a cada uno de sus hijos en relación al otro. Dos han sido las hipótesis que se han planteado a la hora de estudiar la incidencia que los padres tienen sobre la relación que establecen sus hijos. Por una parte tenemos que mencionar la hipótesis de la compensación de hermanos, que defiende que los hermanos pueden desarrollar una relación más cercana y calidad y ayudarse mutuamente a realizar las actividades escolares cuando se encuentran en situaciones en las que experimentan una relativa carencia del cuidado paterno.

Por otra parte, aludiremos a la hipótesis de hostilidad por el favoritismo de los padres, que postula que los hermanos pueden desarrollar relaciones hostiles si alguno de ellos percibe que es peor tratado que el otro. En relación a la primera hipótesis, Ritvo señala que los hermanos mayores pueden actuar de excelentes sustitutos de los padres cuando éstos son incapaces de llevar a cabo las funciones de alimentación y protección, ni de asumir las responsabilidades características del cuidado paterno.

Parece que algunas investigaciones apuntan a la existencia de una relación inversa entre la calidad de la interacción padre-hijos y la calidad de la interacción entre hermanos. En un estudio de Bryant y Crockenberg, llevado a cabo en una situación de laboratorio, encontraron que la indiferencia de la madre hacia sus hijas correlacionaba con mayor número de conductas prosociales por parte de la hermana mayor. Igualmente Dunn y Kendrick indicaron que la depresión y/o el cansancio de la madre tras el nacimiento de su segundo hijo provoca una relación positiva entre los hermanos cuando el pequeño alcanza la edad de los catorce meses. Estos resultados nos pueden hacer pensar que los hermanos en edad escolar se apoyan y se enseñan mutuamente con mayor frecuencia en aquellas familias donde los padres actúan con cierta despreocupación hacia los hijos.

Sin embargo, la existencia de otros estudios que indican todo lo contrario nos gace pensar que la calidad de las relaciones entre hermanos depende también de otros factores (género, intervalo de edad, celos, temperamento, etc.) y no exclusivamente del trato que reciben de sus padres. De hecho, la hipótesis de la hostilidad por el favoritismo de los padres apunta en esa dirección. Hetherington encontró que cuando a uno de los hermanos se le trata con menor calidez y afecto y con mayor irritabilidad y número de castigos que al otro, existe mayor probabilidad de que la interacción entre dichos hermanos sea agresiva, evitante y con mayor número de conductas de rivalidad. Por tanto, vemos que la relación que los padres establecen con cada uno de sus hijos influye pero no determina el tipo de interacción que mantienen los hermanos.

Dunn defiende que hay mucho mas factores que inciden en el tipo de relación que establecen los hermanos y que las diferencias individuales de los hijos, el sexo y la edad son variables a tener en cuenta. Sobre si pueden sustituir los hermanos a los padres Bryant empezó a trabajar con la premisa de que generalmente los padres no hablan con sus hijos en edad escolar sobre las emociones a no ser que decidan tener una charla a corazón abierto con ellos. En estas circunstancias, los hermanos pequeños podrían mostrar una tendencia a buscar a los mayores a la hora de resolver los conflictos debido a que perciben a sus padres como "emocionalmente no-disponibles" para tratar temas afectivos. Bryant analizó las verbalizaciones que los padres o los hermanos mayores mostraban cuando hablaban con sus hijos /hermanos pequeños y las clasificó en las siguientes etapas: Estrategias de acción directa positiva: situación en la que el padre, la madre o el hermano mayor intenta instruir a su hijo o hermano pequeño en cómo solucionar el problema planteado ("si tienes que resolver este tipo de problemas, lo mejor que puedes hacer es aprender a multiplicar"). Estrategias de acción directa negativa: son aquellas respuestas de los padres o hermanos centradas fundamentalmente en la conducta negativa del niño, es decir, en lo que no debe hacer. ("no estudies los ríos de memoria si no sabes localizarlos en el mapa").

Respuestas expresivas positivas: situación en la que la madre, el padre o hermano mayor se centra en los sentimientos del niño y los acepta. ("me doy cuenta perfectamente de lo mal que tienes que sentirte en este momento"). Respuestas expresivas negativas: rechazan, cuestionan e invalidad los sentimientos del niño. ("no te sientas así; no sé porque te enfadas por no saber resolver este problema"). Respuestas cognitivas positivas: suponen un intento de cambiar el pensamiento del niño dando una interpretación positiva del problema a resolver. ("yo siempre te he ayudado a resolver los deberes, ¿verdad?"). Respuestas cognitivas negativas: situación en la que se centran en una interpretación negativa del hecho o justifican por qué no responden a las necesidades del niño. ("Tú siempre piensas que el profesor está loco"). El análisis de los resultados de este estudio nos indica que los padres y madres que fueron elegidos (en vez de los hermanos mayores) como confidentes y como personas a las que pedir ayuda a la hora de resolver problemas, mostraron mayor número de estrategias, tanto positivas como negativas. Esto parece indicar que los hermanos mayores pueden carecer de la riqueza y complejidad que tienen los padres para examinar las experiencias que los niños encuentran como emocionalmente estresantes.

Por otra parte, los niños que eligen s sus hermanos mayores pudieran tener una experiencia no comparable con la que viven aquellos niños que eligen a sus padres. Comunicación entre hermanos Uno de los temas que más ha interesado a los psicólogos es analizar el tipo de comunicación que establecen los hermanos desde edades muy tempranas. En este contexto, se ha observado que no sólo los adultos adaptan su habla cuando se dirigen a los bebés, sino que niños de incluso cuatro años, cuando se dirigen a niños de dos, muestran "clarificadores" en su habla: emisiones cortas y simples, muchas repeticiones y un gran número de nombres y exclamaciones que atraen la atención del niño mas pequeño.

Sin embargo, no se puede concluir que el habla de los niños a los bebés sea igual que el habla de las madres a sus bebés. La primera diferencia es el contexto en el que esta comunicación se produce. La mayor parte del habla del niño al bebé se produce en dos tipos de situaciones: cuando el niño prohíbe, restringe o disuade al bebé y cuando está intentando dirigir la acción del pequeño en un juego compartido. La segunda diferencia se refiere a la frecuencia de las preguntas: cuando las madres hablan con sus bebés utilizan muchas preguntas; sin embargo, esto no sucede cuando los niños establecen una comunicación verbal con sus hermanos.

Esto es debido al deseo por parte de la madre por conocer los estados emocionales y físicos de su hijo pequeño. Podría sostenerse que el habla de los niños a los bebés refleja una imitación del habla de la madre al bebé, mas que ajustes hechos por los niños. Sin embargo, la investigación arroja resultados que no apoyan esta tesis: sólo un 3% eran imitaciones totales o parciales de los comentarios de la madre al bebé.

Por tanto, los niños son capaces de ajustar su habla al nivel del bebé, sin que esto suponga una imitación al habla de la madre. Comentario acerca del hijo único Allá por los años 20 se llevaron a cabo una serie de estudios cuyos resultados indicaban que los hijos únicos eran como los demás en términos de personalidad y un poco aventajados en términos de inteligencia. Mas tarde se indicó que los hijos únicos se beneficiaban en mayor medida de su asistencia a las guarderías ya que tenían la oportunidad de aprender de sus compañeros de clase lo que el resto de niños aprendían con sus hermanos. Los estudios actuales muestran que los hijos únicos puntúan mas alto en dos aspectos de personalidad: tienen mayor motivación de logro y mayor autoestima que los niños con hermanos.

También obtienen una mayor formación educativa y logran trabajos con mayor prestigio. A pesar de estos resultados, muchos hijos únicos indican a los psicólogos que sus problemas son debidos a no tener hermanos. Probablemente tengan esta creencia porque las normas sociales y la cultura popular consideren que el desarrollo normal necesita de la interacción entre hermanos.

Relaciones entre iguales y desarrollo cognitivo

Existen diversas teorías que se aproximan al contexto en psicología, por lo que Valsiner y Winegar hacen una distinción entre teorías contextuales y teoría contextualistas. A nivel teórico, las teorías contextuales persiguen explicar la interdependencia de los sujetos y su medio ambiente; interdependencia que se considera bidireccional e interactiva.

Sin embargo, las teorías contextualistas pretenden determinar una serie de factores (sociales) que inciden en el resultado de un proceso concreto. ¿Cuáles son los mecanismos a través de los cuales los niños llegan a la construcción de conocimientos compartidos cuando interactúan con un adulto o un igual? ¿En qué medida las situaciones de grupo facilitan el conocimiento? La primera cuestión está formulada desde una teoría contextual en donde se considera a la construcción del conocimiento como un proceso que trasciende los limites del individuo incrustando sus raíces en el entorno. Desde esta perspectiva se acepta que lo social y lo cognitivo son dos dimensiones de un mismo proceso. Las implicaciones teóricas y metodológicas de esta postura son muy importantes: la psicología se separa cada vez mas de la ciencia natural y aunque no se descarta el método experimental, otros métodos como el observacional adquieren una enorme fuerza.

Esta posición teórica responde al planteamiento de la psicología soviética de Vygotsky. La segunda cuestión está formulada desde el marco de las teorías contextualistas en las que se acepta que la construcción del conocimiento es una tarea individual en donde habría que precisar las variables que pueden incidir en el proceso en cuestión. Piaget y las teorías del procesamiento de la información se situarían en esta perspectiva contextualista. Los primeros estudios de interacción entre iguales (con marcada influencia piagetiana) estaban planteados con un diseño pre-test, sesión de entrenamiento, post-test. Estos trabajos estaban más centrados en analizar los efectos de la interacción que en el análisis del proceso en sí. Recientemente han aparecido diversas revisiones que sintetizan las perspectivas teóricas y los problemas del tema en cuestión. Estas publicaciones coinciden en señalar la existencia de tres perspectivas teóricas: La perspectiva piagetiana en la que destacamos la evolución de Perret-Clermont y sus colaboradores; la perspectiva vygotskyana, cuyos trabajos mas representativos son los de Forman y los de Rogoff y colaboradores; y perspectivas mas próximas a los modelos que centran su estudio en las implicaciones educativas de la interacción entre iguales.

Perspectiva Piagetiana

Los investigadores que han seguido la teoría de Piaget centraron sus estudios en los efectos que la interacción entre iguales tiene sobre el desarrollo cognitivo. Esto es debido a la idea piagetiana de que le conflicto socio-cognitivo puede provocar o inducir el desarrollo cognitivo. Por tanto, la efectividad de la interacción social reside en la cooperación entre niños del mismo nivel. Las premisas básicas de estos estudios son: El desarrollo cognitivo está asociado con una búsqueda de la información y un crecimiento de las competencias lógicas. Se asume una disociación de los factores sociales y cognitivos para estudiar cómo dichos factores inciden en la conducta del niño. La tarea que mas se ha utilizado para estudiar el conflicto socio-cognitivo ha sido la conservación.

La hipótesis de la que parten es que cuando un niño no-conservador trabaja con un conservador logrará la conservación. Murria encontró que aproximadamente el 80% de los no-conservadores dejaban de serlo después e haber estado trabajando con in igual conservador. En estos estudios piagetianos se han ido encontrando hechos y factores que difícilmente se explican dentro del marco teórico de Piaget. Uno de ellos es el hallazgo de diferencias en el rendimiento del pre-test entre niños de distintas clases sociales. Un segundo hecho inexplicable es que el nivel mostrado por los niños en el pre-test puede variar en función de la tarea o de las instrucciones dadas en la tarea. Estos y otros problemas ha llevado a Perret-Clermont a una "segunda generación de investigación" en la que la unidad de análisis no es la conducta cognitiva del niño sino la interacción social en sí misma.

En esta segunda fase de estudios de Perret-Clermont, los factores sociales ya no se consideran variables independientes que inciden en el desarrollo cognitivo, sino que se consideran partes intrínsecas del proceso por el cual los niños crean y dan significado a la tarea. Esta autora defiende que el nivel mostrado por los niños en una determinada tarea depende de "la historia de la situación experimental", es decir, los niños responden a una situación tal y como se espera que lo hagan. En definitiva, sus estudios defienden que tanto en el contexto del laboratorio como en los contextos educativos, la interacción entre iguales hay que abordarla en función de l apercepción que tiene el niño de la situación experimental o educativa para comprender el papel que juegan esos elementos en sus respuestas.

La evolución de los trabajos de Perret-Clermont suponen un distanciamiento de los presupuestos piagetianos, acercándose al mismo tiempo a los planteamientos de la psicología de Vygotsky. Perspectiva vygostskiana Forman y Cazden realizaron un estudio en el cual pidieron a los sujetos que solucionaran una tarea a lo largo de once sesiones con el fin de observar el proceso de crecimiento cognitivo, en vez de inferirlo a partir de los resultados del pre-test y del post-test. Los niños actuaron individualmente o en parejas con el objeto de comparar, por una parte, las estrategias de unos y otros, y por otra, analizar las diferencias entre la manera de interactuar de las parejas. La interacción social se categorizó en tres niveles: Interacciones paralelas, en las que los niños a pesar de compartir materiales y comentarios sobre la tarea, no comparten indiscuten el pensamiento que tiene cada cual para solucionar el problema.

Interacciones asociativas, que se caracterizan porque los niños intercambian información para alcanzar la meta, pero no hacen ningún intento por coordinar los roles sociales que cada cual tiene que desempeñar en la solución del problema. Interacciones de cooperación, en la que ambos niños controlan el trabajo del otro y juegan papeles coordinados en la realización de la tarea. Los resultados indican que los niños que trabajaron en parejas mostraron mejores resultados que aquellos que resolvieron la tarea individualmente.

Al mismo tiempo, se observó una evolución en la manera de interactuar : en las primeras sesiones todas las parejas mostraron estrategias de interacción paralela o asociativa, mientras que en las ultimas sesiones algunas parejas ya fueron capaces de trabajar mediante estrategias de cooperación. En sus últimos trabajos, Forman declara que la investigación en interacción entre iguales debe centrarse tanto en los procesos interpsicológicos, tales como la el discurso y la intersubjetividad, como en los intrapsicológicos, tales como la habilidad de hacer inferencias deductivas. Igualmente propone que el discurso o la mediación semiótica es el origen del desarrollo de las funciones mentales superiores y que, por tanto, su análisis debería ocupar un lugar central en el intento de explicar los mecanismos de regulación social.

Interacción entre iguales en contextos educativos

Damon distingue tres tipos de aprendizaje entre iguales: tutoría, cooperación y colaboración, que se diferencias a su vez por el grado en que se dan dos dimensiones de la interacción, igualdad y compromiso mutuo. La igualdad hace referencia al grado de simetría que se establece entre los participantes de una situación social. Sin embargo, el "compromiso mutuo" (mutualidad) alude al grado de conexión, bidireccionalidad y profundidad de las conversaciones que se establecen en la participación.

Relaciones de tutoría: Lo esencial de estas relación es que un niño, que puede considerarse experto, instruye a otro que puede ser considerado un novato. Uno de ellos posee, por tanto, mayor nivel de conocimiento y competencia que el otro: relación desigual. En suma, la tutoría se caracteriza por relaciones de no-igualdad y por presentar una mutualidad variable en función de las habilidades interpersonales del tutor y del tutorizado. Aprendizaje cooperativo: este entorno se caracteriza porque el grupo es heterogéneo en habilidad y los niños pueden asumir diferentes papeles.

En raras ocasiones se observa una función de tutoría ya que el grado de igualdad es elevado. En general, el grado de mutualidad es bajo, pero varía en función de si el grupo divide o no la responsabilidad para lograr la meta final; y de la existencia o carencia de competición entre grupos. Colaboración entre iguales: en este caso, existe un mayor grado de mutualidad e igualdad. Todos los niños comienzan con el mismo nivel de competencia y trabajan conjuntamente en el mismo problema (por primera vez) sin realizar una división de tares. Las relaciones que se establecen son, en general, simétricas y se caracterizan por una alta igualdad y mutualidad.

Damon resume las tres perspectivas diciendo que cada una de ellas fomenta un determinado tipo de crecimiento cognitivo y social. Así, la tutoría (baja en igualdad y alta en mutualidad) puede fomentar el dominio de habilidades ya adquiridas sin perfeccionar. Sin embargo, la colaboración (alta en mutualidad e igualdad) puede originar la generación y descubrimiento de nuevas habilidades. Por último, el aprendizaje cooperativo (alta el igualdad e incierta en mutualidad) puede tener características tanto de la tutoría como de la colaboración.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

Si deseas leer más artículos parecidos a Relación entre hermanos y entre iguales, te recomendamos que entres en nuestra categoría de Psicología Evolutiva.

Escribir comentario
¿Qué te ha parecido el artículo?
Relación entre hermanos y entre iguales