Relación rebote: características, etapas y duración

Relación rebote: características, etapas y duración

Las relaciones rebote, o relaciones liana, son las que enganchan una pareja con otra sin dejar espacio y ni tiempo para elaborar el duelo de la ruptura, y este queda escondido por una nueva relación. Todos hemos oído alguna vez que un clavo saca otro clavo, pero ¿es eso cierto? ¿Realmente otra persona sana el dolor que nos ha podido dejar la ex pareja?

En este artículo de Psicología-Online hablaremos sobre la relación rebote: características, duración y etapas y discutiremos sobre sus posibilidades de éxito. Descúbrelo todo sobre la mitificación de que en muy poco tiempo otra persona puede quitarnos el vacío que ha podido dejar una expareja. ¿Quieres saber si las relaciones rebotes funcionan? Sigue leyendo.

Qué es una relación rebote

Una relación rebote es cuando alguien busca el afecto de otra persona justo después de una ruptura. No cabe duda que romper con alguien es un proceso complicado. Terminar con una pareja puede hacer que te sientas vacío/a. Por ello, hay quienes buscan rápidamente sustituir el amor de aquella persona con otra relación sentimental. Es entonces cuando nos encontramos ante la llamada relación rebote o relación liana.

Características de las relaciones rebote

Si te pregunta cómo saber si en una relación rebote, la principal característica de este tipo de relación es el corto periodo de tiempo entre la ruptura y el inicio de la nueva relación sentimental. Además, hay otras características que te pueden indicar que te encuentras en una relación rebote. Te las mostramos a continuación:

  • Sientes que el dolor reaparece: cuando estás con la nueva pareja la mente te evade del dolor que sentías por la ruptura. Pero, cuando esta desaparece, el dolor y la sensación de vacío vuelve a aparecer. Eso te puede indicar que no estás realmente enamorado/a de la otra persona, sino que aún tienes heridas abiertas de la anterior relación.
  • Necesitas a la otra persona para estar bien: necesitas a esta nueva persona para sentirte bien. Como la otra persona te aporta confort, ya que cuando estás con él o ella el dolor es menor, puedes desarrollar relaciones con una intensidad muy superficial: el sexo es intenso, las palabras son muy cariñosas, pero realmente no te ves preparado/a para hablar de sentimientos profundos.
  • Sientes que la relación avanza rápido: a su vez, la intensidad de la relación de rebote puede llevar a precipitar actos como conocer a la familia y amigos en muy poco tiempo, e incluso ir a vivir juntos.
  • Comparas a tu "nuevo amor" con tu ex: otra característica para saber si es una relación rebote es la constante comparación del “nuevo amor” con tu ex pareja. Este hecho puede significar que estás intentando encontrar a tu anterior pareja en otra persona. No valoras a la nueva persona por lo que realmente es, como sus características y atributos, sino que intentas buscar las cualidades de la ex pareja y que la persona actúe como un reemplazo.
  • Sientes mucha atracción sexual: el principal motor de una relación de rebote es la atracción sexual. Aunque disfrutar la sexualidad es algo natural y saludable en una relación de pareja, una posible señal de relación rebote es utilizar el sexo para evitar los sentimientos y emociones que pueden surgir debido al malestar por la ruptura anterior y la insatisfacción emocional con la nueva pareja.
  • Hay inestabilidad emocional en la relación: debido a la inestabilidad emocional que provoca una ruptura de pareja, la nueva relación también se verá afectada por ello. Así pues, si es una relación rebote notarás inestabilidad y cambios de humor frecuentes.

Etapas de una relación rebote

Las etapas de una relación rebote pueden ser diferentes en función de la situación y de las personas involucradas, pero en líneas generales siguen el siguiente patrón:

  1. Ruptura amorosa: esta etapa marca el final de la relación sentimental. Puede ser por diferentes motivos como diferencias irreconciliables, falta de comunicación, etc.
  2. Etapa del duelo: se experimentan emociones intensas, como tristeza, ira y confusión. En esta etapa de una relación rebote es importante procesar los sentimientos asociados a la ruptura.
  3. Buscar una distracción: se siente el impulso de llenar el vacío emocional que ha dejado la anterior relación. Se tiene a buscar distracciones externas para evitar afrontar el dolor, y una nueva relación es una solución rápida para aliviar ese malestar.
  4. Volcarse en la nueva relación: se empieza una nueva relación muy rápido, sin haber tenido tiempo para sanar por completo la anterior. La atracción por la nueva conexión nubla la capacidad de ver que aún no se está listo/a para comprometerse emocionalmente.
  5. Seguimiento de patrones: se repiten patrones parecidos a los de la anterior relación como, por ejemplo, afrontar los mismos desafío, sentir que evitar el dolor emocional con la relación rebote, etc.
  6. Toma de conciencia de la dinámica de la relación: en esta etapa de una relación rebote se toma conciencia de los patrones destructivos que ha propiciado la dinámica de esta relación. Es un momento de introspección necesario para sanar las heridas emocionales
  7. Aprender de lo vivido: encontrar la fuerza para terminar la relación rebote y centrarse en el propio bienestar. En esta etapa es importante establecer límites y sopesar lo aprendido durante esta experiencia.

Cuánto dura una relación rebote

Debido a la falta de vínculos afectivos estables y la dificultad de formarlos por las características que sustentan las relaciones rebote, estas no suelen ser muy duraderas. A pesar de la corta duración, muchas no llegan al año. Suelen ser intensas y precipitadas y se toman decisiones como emprender una vida juntos muy rápido, comprar una mascota conjuntamente, ir a un país extranjero por una temporada, etc.

Por qué no funcionan las relaciones rebote

Una ruptura sentimental supone una pérdida, por lo que inevitablemente requiere un período de duelo. La persona necesitará un tiempo para asumir que ha roto con su ex pareja, reorganizar su vida y sus pensamientos, aclarar las emociones que siente y permitirse sentir el dolor que supone la pérdida para poder superarlo.

En ocasiones, a las personas les da miedo tener que afrontar todo lo que la pérdida conlleva y pueden saltarse el duelo implicándose rápidamente en una nueva relación. De ese modo, el dolor queda enmascarado por el nuevo amor. Sin embargo, aunque te quieras autoengañar, el dolor sigue allí y eso te perjudicará a la hora de establecer nuevos vínculos con otra persona. Así pues, muchas de las relaciones rebote no funcionan porque, a pesar de querer ilusionarte por otra persona y pasar página, el dolor sigue muy presente y no permite avanzar.

Para ello, es importante tener presentes las fases del duelo de una ruptura y qué conlleva cada una de ellas:

  • Negación: aparece un sentimiento de incredulidad: “no puede ser que se haya terminado, si estábamos bien…es verdad que en ocasiones no estábamos de acuerdo en cosas, pero no era tan relevante como para terminar con la relación”.
  • Ira y enfado: la incredulidad da paso a la rabia de no entender por qué se ha terminado la relación y te acabas enfadando primero con la pareja (no hace falta que se lo comunique a esta sino que puede ser un pensamiento) y después también contigo mismo/a por no haber podido hacer algo para salvar la relación.
  • Tristeza: el darte cuenta de que esta persona ya no está a tu lado provoca tristeza. Es importante que dejes que salga: llorar, expresarlo a tus amigos/as, o hacer un ritual que te permita sacar esta tristeza. Por ejemplo, hay quienes les va bien mirar una película con la que saben que lloran siempre. Hay personas a las que les cuesta manifestar que están tristes e intentan hacer como que no pasa nada. Para superar un duelo es importante permitirte sentir la tristeza que la pérdida te ha traído consigo.
  • Aceptación de la pérdida: entender que tu ex pareja ya no forma parte de tu vida, pero que tu vida continua y puedes ser feliz sin esa persona. Esto te permite establecer nuevos objetivos y metas mientras asumes que has sufrido una pérdida.

En las relacione rebote, en muchas ocasiones, este proceso no se ha llevado a cabo del todo. Puedes haberte quedado en la negación, la rabia y la ira o bien en la tristeza. Son procesos que a veces pueden ser desagradables, y se decide no afrontarlos y reemplazar a la expareja con un nuevo amor. Para evitarlo, aquí encontrarás 10 consejos para afrontar una ruptura y realizar un buen duelo.

Porcentaje de relaciones rebote que funcionan

No es posible dar un porcentaje exacto de relaciones rebote que funcionan, porque cada caso es único y depende de la duración de la relación anterior, el tiempo que ha pasado desde la ruptura, o de la madurez emocional de las personas involucradas, entre factores.

Una relación de rebote suele enfrentarse a múltiples desafíos, y la rapidez con la que se desarrolla puede significar que no se ha procesado por completo la ruptura anterior. En definitivo, el éxito de la nueva relación dependerá de la implicación y trabajo de las partes involucradas. Puede ser que algunas relaciones rebote se conviertan en relaciones duraderas, mientras que otras puede que no.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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Bibliografía
  • Boss, P. (2001). La pérdida ambigua: cómo aprender a vivir con un duelo no terminado. Barcelona: gedisa.
  • Poch Avellan, C. (2013). Pèrdues i dols. Barcelona: Octadero.