Relaciones destructivas: síntomas y consejos para salir de ellas

Relaciones destructivas: síntomas y consejos para salir de ellas

Una relación de pareja equilibrada y madura, que nos permita crecer y desarrollarnos como personas así como sentirnos queridos y apoyados resulta realmente enriquecedora para cualquiera de nosotros. Sin embargo, si en la pareja se dan agresiones físicas, emocionales y psicológicas, si mina nuestra autoestima y nos sentimos en todo momento infravalorados o menospreciados, estamos ante una relación destructiva que puede destruirnos como personas.

Aunque muchas veces quien está inmerso en una de estas relaciones es consciente de ello, no rompe la relación, sino que continúa en ella o, si la rompe, con su próxima pareja establecerá la misma dinámica destructiva. ¿Cuál es la razón de este comportamiento? En este artículo de Psicología-Online descubrimos los síntomas de las relaciones destructivas y también te indicamos cómo salir de ellas.

Causas de las relaciones destructivas: las más comunes

Antes de descubrirte los síntomas de las relaciones destructivas es importante que entendamos el origen de este tipo de pareja. Ten en cuenta que, en la gran mayoría de los casos, las relaciones de esta índole se dan dentro del seno de la pareja aunque también puede darse en otros contextos como el familiar o el de amistad.

Aquí vamos a descubrirte algunas de las causas más habituales que hacen que caigamos siempre en relaciones destructivas; así, podremos detectar el patrón y poder evitarlo:

  • Familias desestructuradas: normalmente esto se da en personas que han crecido en hogares disfuncionales, donde eran habituales los abusos entre los miembros de la familia, abusos que se veían como normales. Crecen acostumbrados a este patrón y con la idea de que el abuso o el maltrato es un componente necesario o inherente a las relaciones.
  • Baja autoestima: Por otra parte, estas personas creen que no pueden ser queridas por nadie, por lo que aceptan ser amadas independientemente de cómo son tratadas, porque no creen merecerse nada mejor. Con el trascurso de la relación, su autoestima se mina más y más, por lo que terminan creyendo que nunca encontrarán a nadie más que las ame, porque no tienen nada por lo que ser amadas, con lo cual, ante el temor de no ser queridos o quedarse solos, o de no valer nada sin el otro, permanecen en la relación.
  • Síndrome de "El salvador": hay personas que se suelen rodear de gente que necesita ser salvada de algo en concreto (de una infancia mala, de unas amistades tóxicas, de una traición del pasado, etcétera). Se crea, así, un vínculo de dependencia absoluta ya que, por un lado, uno necesita la ayuda del otro y, por el otro, el otro cree que su deber y responsabilidad es ayudarle y "salvarle". Esto crea relaciones destructivas y tóxicas donde la dependencia emocional es el signo clave.

5 síntomas de las relaciones destructivas muy comunes

Pero ¿cómo saber si estás en viviendo una relación tóxica? Lo cierto es que existen una serie de síntomas de relaciones destructivas que tienes que conocer para, así, saber si esta es también tu situación. Los signos más evidentes son los siguientes.

Control excesivo

Si tú o tu pareja os controláis de forma excesiva, casi obsesiva, es porque estáis inmersos en una relación destructiva. La base del amor es la confianza el uno en el otro y, también, el respeto. Por tanto, si estás con una persona que no te deja ni respirar, que está todo el rato pendiente de ti y controlando tus movimientos, en realidad estás sufriendo una grave falta de respeto que tienes que cortar por lo sano. Si alguien te quiere, te quiere libre. No lo olvides.

No quedas con tus amigos

Otro de los síntomas de las relaciones destructivas es que, cada vez, tenéis una relación más solitaria, más dependiente el uno del otro. Debido a la "asfixia" y al control obsesivo, lo más habitual es ir dejando de ver a los amigos para evitar discusiones. Esto hace que, poco a poco, os vayáis quedando solos y aislados del mundo, algo que hace que la dependencia sea aún más fuerte pues, si le dejas, te quedas sin nada.

Abusos verbales

Otro de los síntomas de las relaciones destructivas de pareja es que uno de los miembros abuse verbalmente del otro. Pueden ser abusos de cualquier tipo: criticas sobre la ropa, el pelo, la actitud, indiferencia ante los logros, etcétera. Poco a poco lo que se consigue es anular a la otra persona y, por tanto, permitir que sea el otro el que tenga el control absoluto.

Falsas esperanzas de cambio

Normalmente, las relaciones tóxicas suelen ser parecidas a una montaña rusa. Hay poca estabilidad emocional y, o se está muy bien o se está muy mal. Las discusiones suelen ser fuertes y las reconciliaciones muy pasionales. Son relaciones donde no hay apenas equilibrio y donde los dos miembros pueden sentirse "mareados" de tantos cambios emocionales. Además, esto hace que los momentos de amor máximo puedan llegar a autoengañarnos y creer que todo irá bien. Pero no es así, siempre hay una recaída y vuelves a bajar.

Falta de identidad propia

Y, por último, otro de los signos más habituales de las relaciones destructivas es que el miembro de la pareja "más débil" no se reconozca. Si ha perdido amistades, ha abandonado sus hobbies y está totalmente entregado a esa persona es porque está totalmente anulada. El sentimiento de no saber quién eres y de no poder hacer lo que quieres es algo muy habitual en este tipo de relación.

En este otro artículo te contamos cómo salir de una relación tóxica con consejos que te ayudarán a superar este bache y recuperar tu vida.

Cómo salir de una relación destructiva: consejos que te ayudarán

Ahora que ya conoces los síntomas de una relación tóxica es importante que, si te has sentido identificada con ellos, empieces a valorar cambiar el rumbo de tu relación. Y es que, si no ponéis remedio ya mismo, a la larga, terminaréis asqueados, dolidos y muy perjudicados emocionalmente. Aquí te dejamos algunos buenos consejos que te mostrarán cómo salir de una relación destructiva para que puedas recuperar el timón de tu vida.

Los dos tenéis que estar implicados en el cambio

Se puede cambiar la orientación de vuestra relación. Es difícil, sí, pero no imposible. Si os queréis y queréis apostar por un futuro en común podéis poneros los dos manos a la obra para intentar cambiar hábitos. Es importante que los dos estéis de acuerdo y os comprometáis a este cambio pues, de lo contrario, todo el esfuerzo será en vano. Tenéis que establecer unas pautas para entenderos y evitar abusos.

Hablad de forma abierta, sincera y expresaros sin discutir. Si queréis que la cosa funcione, tenéis que aprender a hablar sin gritar. En este otro artículo te descubrimos buenos consejos para que puedas aprender a discutir en pareja.

Estableced técnicas y estrategias

Está claro que, actualmente, tenéis una relación que está "viciada". Puede ser que cualquier motivo de conflicto os provoque gritos o que estalléis a la mínima de cambio. Por este motivo es importante que establezcáis algunas pautas que os ayudarán a calmar ese frenesí cuando tengáis alguna discusión o problema. Por ejemplo, hacer una "pausa" en una discusión y daros un beso o un abrazo es una técnica perfecta para poder relajaros y recordar que os queréis mucho.

Otras técnicas es, por ejemplo, respirar 10 veces de forma profunda para bajar las pulsaciones y evitar que el impulso sea quien hable. En este otro artículo os descubrimos juegos y ejercicios para terapia de pareja que pueden resultaros de gran ayuda.

La ruptura es otra opción para salir de una relación destructiva

Y, por supuesto, si crees que con esta pareja habéis establecido hábitos muy tóxicos que no crees poder superar, no te autoengañes más. Es importante ser sincero con uno mismo y saber si esa relación puede ir bien o si ya no hay remedio. No tenemos que engancharnos a nadie, si la cosa no funciona se puede dejar. No pasa nada. De todo en esta vida se aprende y lo que tenemos que buscar, ante todo, es nuestra felicidad. Se tiene que separar mucho el amor del apego y, por tanto, seguir con una persona solamente si te hace bien y si te sientes feliz y completa a su lado.

Se pude ser feliz sin pareja y, de hecho, se puede llegar a ser MUCHO más feliz estando solo que mal acompañado. Por eso, no tengas miedo a la ruptura y no te condenes a vivir infeliz solo por no querer estar solo.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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