¿Cuántas veces nos hemos sentido desmotivados por alguna desilusión? ¿Cuántas veces hemos pensado en el sentido que tienen determinadas acciones a razón del momento que estamos viviendo? El estado de ánimo comandado por la falta de motivación suele ser común en algún momento de la vida. Sin embargo, hay personas que presentan una fuerte tendencia a tener dicho estado anímico durante un tiempo prudencial.
Esto puede afectar a las relaciones interpersonales de los diferentes sectores de la vida cotidiana. Contar con datos concretos y relevantes puede darnos herramientas para sobrellevar esta problemática de un modo más ameno. Por ello, en este artículo de Psicología-Online, hablaremos acerca del síndrome amotivacional: qué es, causas, síntomas y tratamiento.
Qué es el síndrome amotivacional
El síndrome amotivacional hace referencia a la pérdida de interés de una persona en actividades de cualquier índole. Esto puede abarcar tanto el plano laboral como el social y el familiar, dando como resultado un estado de ánimo vinculado a la apatía.
Si bien no está del todo delimitado, según las consideraciones del DSM-V[1], el síndrome amotivacional puede ser comprendido como un trastorno depresivo persistente denominado distimia. Existen una serie de criterios diagnósticos que caracterizan este síndrome. Los vemos a continuación:
- Estado de ánimo depresivo durante la mayor parte del día.
- Escaso apetito o sobrealimentación.
- Insomnio o hipersomnia.
- Falta de concentración.
- Baja autoestima.
- Fatiga.
- Sensación de desesperanza.
- Deterioro en las relaciones laborales, sociales y familiares.
Causas del síndrome amotivacional
Comprender de dónde proviene el síndrome amotivacional es necesario a la hora de establecer las estrategias adecuadas para abordar la problemática. Por ello, a continuación, te mostraremos las principales causas del síndrome amotivacional:
Factores ambientales
Hay investigaciones que sostienen que el consumo excesivo de marihuana provoca la aparición del síndrome amotivacional. En este sentido, cabe resaltar que el efecto que produce esta sustancia tóxica relaja el Sistema Nervioso Central.
Además, es importante tener en cuenta que el entorno en el cual vive una persona juega un rol trascendental en el desarrollo del síndrome amotivacional. En otras palabras, la vivencia de alguna situación específica dentro del seno familiar puede provocar una pérdida de interés y/o motivación.
Factores genéticos
Las conexiones neuronales que se llevan a cabo en la corteza cerebral están vinculadas al procesamiento de información proveniente del exterior. Dada la similitud que existe entre el síndrome amotivacional y la depresión, suelen producirse algunas alteraciones químicas que afectan al estado anímico. Además, si un progenitor presenta esta patología existen grandes probabilidades de que la descendencia padezca el mismo cuadro clínico.
Síntomas del síndrome amotivacional
Para poder delimitar con mayor énfasis el síndrome amotivacional, hay que tener en cuenta cómo se manifiesta, tanto físicamente como psicológicamente. Así pues, veamos cuáles son los síntomas del síndrome amotivacional más característicos:
- Falta de interés generalizado.
- Apatía.
- Pasividad.
- Falta de concentración y atención.
- Alteraciones en el sueño y la alimentación.
- Pérdida de memoria a corto y largo plazo.
- Falta de reflejos involuntarios.
- Angustia.
- Bajo desempeño académico y/o laboral.
- Imposibilidad de planificación del futuro.
Es importante comprender que la presencia de alguno de estos síntomas no implica necesariamente que estemos ante a un cuadro de síndrome amotivacional. En este sentido, el diagnóstico debe ser realizado por un profesional de la salud mental que evalué las condiciones clínicas de cada persona.
Tratamiento del síndrome amotivacional
Si bien es cierto que el síndrome amotivacional tiene serias consecuencias para las personas que lo padecen, a día de hoy existen métodos clínicos para tratar esta problemática. A continuación, repasaremos los tratamientos del síndrome amotivacional más efectivos.
Terapia psicológica
La terapia psicológica es un espacio de reflexión personal en el cual se abordan las situaciones que le generan conflictos a la persona. Por un lado, las terapias trabajan las emociones, pensamientos y conductas que están vinculadas con los síntomas del síndrome amotivacional. Por otro lado, intentan averiguar el origen de los conflictos mediante el análisis de vivencias pasadas relacionadas con los síntomas actuales.
Este abordaje permite crear herramientas para afrontar situaciones que generan desmotivación. Las más efectivas para lograrlo son la terapia cognitivo conductual y el psicoanálisis.
Terapia farmacológica
Dado el componente neuronal que conlleva el síndrome amotivacional, puede ser necesario el suministro de medicamentos psiquiátricos que realicen modificaciones en las conexiones neuronales. No obstante, el consumo de psicofármacos debe realizarse bajo la supervisión de un profesional de la salud mental especializado. En este artículo encontrarás información sobre los tipos de psicofármacos que existen.
Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.
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- Asociación Estadounidense de Psiquiatría. (2013). Manual Diagnóstico y Estadístico de los trastornos mentales (5ta ed.). Arlington: Editorial Médica Panamericana.
- Quiroga Gallego, M. (2002). Cannabis y psicopatología comorbida. Revista Adicciones, 14 (2), 191-200.
- Solé Puig, J. (2001). Desarrollo de la CIE-10 y el DSM-V para trastornos por Cannabis. Revista Salud y Drogas, 1 (1), 41-70.