Síndrome de abstinencia: qué es, síntomas, duración y tratamiento

La abstinencia es una sensación de malestar que se produce al dejar de consumir determinada sustancia. Esto comienza cuando la presencia de dicha sustancia en tejidos y sangre disminuye. Los síntomas característicos de la abstinencia pueden provocar que la persona vuelva a consumir la sustancia con el fin de paliarlos.

En función de la sustancia, los síntomas pueden ser cefaleas, escalofríos, deshidratación, náuseas, convulsiones o alucinaciones. Todos los síntomas dependen de la persona y del grado de consumición.

• En el caso de abstinencia por alcohol puede aparecer el delirium tremens en casos de alta consumición. Esto conlleva ansiedad, tristeza, irritabilidad, pesadillas, convulsiones, alucinaciones, entre otros, y puede llegar a ser mortal en los casos más graves.
• En cuanto al tabaco, es habitual que se gane peso, que aumente el apetito, que haya dificultades para la concentración, irritación, ansiedad o problemas para dormir, entre otros. En este artículo puedes ver los efectos del tabaco en el cerebro.

En las fases de la recuperación de adicciones, encontramos las 4 fases del síndrome de abstinencia.

1. Fase de de retirada o síndrome de abstinencia. Esta etapa del síndrome de abstinencia dura entre una o dos semanas. Se caracteriza por los momentos más duros del síndrome de abstinencia ya que los síntomas físicos están en el estadio más alto. Esto puede provocar altos deseos de consumir, irritación, ansiedad, ira, depresión...
2. Fase de abstinencia temprana o luna de miel. La persona se siente con mucha confianza acerca de la superación del problema. En ocasiones, llega a ser ilusoria y se cree tener un control sobre la situación que no se corresponde a la realidad. El problema de ello es que puede hacer que, debido a esa relajación ante la situación, la persona vuelva a consumir. Esta fase dura de 4 a 6 semanas.
3. Fase de abstinencia prolongada o fase del muro. En esta fase del síndrome de abstinencia, la persona lo vive como un retroceso ya que vuelve a disminuir la energía, vuelven a haber deseos de consumir, hay sentimientos de tristeza o rabia, la función sexual puede verse perjudicada y pueden surgir problemas familiares y en las relaciones sociales en general. Esta fase dura unos 3 o 4 meses.
4. Fase de adaptación y resolución. En esta fase la persona ha superado la abstinencia física lo que implica una mayor estabilidad emocional. Por ello, la persona empieza a retomar su vida y a incluir nuevos hábitos saludables.

Con el test de Faerström puedes conocer tu nivel de dependencia al tabaco.

¿Cuánto dura el síndrome de abstinencia de las drogas? ¿Cuánto tiempo se tarda en superar una adicción? Hay que tener en cuenta que la abstinencia física es temporal y es la que sigue estas fases, que pueden durar entre 4 y 6 meses. Sin embargo, la dependencia psicológica es permanente. Si bien, al principio es más intensa y luego se puede convivir con esos restos de dependencia, hay que estar siempre alerta y no confiarnos con el volver a consumir "solo por una vez", ya que se reactivaría la dependencia física de nuevo. Recuerda que ese "solo por una vez" forma parte de esa dependencia más psicológica que no termina por desaparecer.

Es difícil dar una respuesta exacta a cuánto dura el síndrome de abstinencia, ya que dependerá de la sustancia, del consumo y de la persona, pero podemos decir que la abstinencia física tiene su punto máximo entre las 24 y las 72 horas, luego la intensidad va disminuyendo. En el tabaco, los síntomas más físicos duran entre 2 o tres semanas, siendo una duración similar con el alcohol. También se va reduciendo la intensidad de la abstinencia psicológica, aunque puede no desaparecer nunca totalmente, pero los síntomas más molestos normalmente remiten entre 4 y 6 meses después.

Aquí puedes ver los diferentes tipos de adicciones y sus consecuencias.

Si la sustancia de la que se es dependiente es el alcohol, es habitual necesitar una suplementación en vitamina C y en vitamina B1, además de magnesio y glucosa ya que hay una ligera desnutrición. Es habitual que se acompañen un apoyo psiquiátrico en el caso de que sea necesario medicación para la ansiedad (aunque no es recomendable debido a que genera adicción) y una terapia psicológica, tanto individual como a nivel grupal.

En la terapia psicológica, tanto a nivel del tabaco como en el alcohol, se trabajan las razones por las que se consume: paliar la ansiedad, por aspectos sociales o culturales... y se buscan alternativas para lo mismo. Se entrenan ejercicios de relajación y formas de distracción de la persona para que las aplique cada vez que tenga deseo de consumir. Asimismo, se trabajan las ideas irracionales acerca del status que implica consumir (en el caso de que el consumo se realice por presión social) y se entrena la asertividad para aprender a rechazar el consumo. Del mismo modo, se le recuerda a la persona el proceso de abstinencia por el que ha tenido que pasar debido al consumo que ha ejercido.

En el caso de la cafeína, es habitual que se utilice nicotina para paliar los síntomas. Además, dado que es habitual que aparezcan antojos de fumar repentinos, se trabajan técnicas de distracción para el momento en el que aparezcan.

En este artículo hablamos sobre el tratamiento de la adicción a la marihuana.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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