Síndrome de rumiación: qué es, síntomas, causas y tratamiento

El síndrome de rumiación es un trastorno de la alimentación caracterizado por la presencia de episodios en los que la persona escupe alimentos después de tragarlos. Dicho de otra forma, la rumiación es una patología que tiene como patrón principal que la persona no puede digerir los alimentos que come, por lo que vomita todo aquello que ingiere y repite la misma secuencia.

Asimismo, según el DSM-V^[1], es posible incluir al síndrome de rumiación dentro del grupo de los trastornos alimentarios y de la ingestión de alimentos a raíz de sus cualidades. No obstante, para poder diagnosticar esta patología, deben cumplirse una serie de criterios diagnósticos:

• Duración de un mes o más.
• Escupida y/o ingesta de alimentos forma frecuente.
• Los síntomas no pueden ser atribuidos a otro trastorno de salud mental ni a la ingesta de medicamentos o sustancias tóxicas.
• Deterioro de las relaciones sociales, laborales y familiares a causa de los síntomas.

Para poder diagnosticar correctamente el síndrome de rumiación es importante conocer cómo se manifiestan los síntomas, que pueden aparecer en el plano físico, emocional y conductual. Te los mostramos a continuación:

• Regurgitación repetida.
• Náuseas.
• Vómitos.
• Evitación de situaciones sociales vinculadas a la comida.
• Mareos.
• Baja autoestima.
• Angustia.
• Pensamientos catastróficos.
• Pérdida de peso corporal.
• Dolores corporales frecuentes.
• Percepción distorsionada de la imagen corporal.

Es importante mencionar que la presencia aislada de alguno de estos síntomas no constituye necesariamente al síndrome de rumiación. Por este motivo, el diagnóstico siempre debe ser llevado a cabo por un profesional de la salud mental especializado en trastornos de la alimentación que evalúe las condiciones clínicas de cada paciente en particular.

¿Por qué regurgito la comida? Las causas del síndrome de rumiación son otro aspecto fundamental para comprender los posibles orígenes de este trastorno. De este modo, tener información consistente puede ser de gran utilidad para elaborar estrategias que permitan mejorar la calidad de vida del paciente. Seguidamente, te mostramos las causas más frecuentes de este trastorno:

Factores ambientales

Los factores ambientales engloban determinadas actitudes que se desarrollan dentro del entorno de la persona que padece la patología. Por ejemplo, puede existir la idea de que es importante estar delgado/a para que la persona sea aceptada socialmente. Asimismo, la imitación también forma parte de los patrones de conducta alimentaria.

Por este motivo, si alguno de los miembros de la familia ha sido diagnosticado con este trastorno, existen grandes posibilidades de que se adopten los mismos mecanismos a lo largo del tiempo.

Factores genéticos

Por otra parte, la transmisión de genes juega un rol fundamental dentro de esta patología. De este modo, si uno de los progenitores presenta alteraciones en alguno de los genes, puede provocar que su hijo/a posea las mismas deficiencias que repercutan de modo negativo en su alimentación. Esto solo puede conocerse mediante exámenes médicos.

¿Cómo se cura el trastorno de rumiación? A pesar de las dificultades que suscita el síndrome de rumiación, existen abordajes que permiten una remisión notable de los síntomas. En este sentido, cada tratamiento posee una buena eficacia y eficiencia en pacientes diagnosticados con este trastorno de la alimentación. Los tratamientos principales son:

Técnicas de exposición

Consiste en presentarle al paciente el estímulo que da lugar a la problemática, en este caso la exposición a la comida. La idea principal de esta estrategia es que la persona vaya teniendo un contacto positivo con la comida de forma gradual para facilitar la ingesta de alimentos y evitar conductas perjudiciales para su salud, como los vómitos.

A partir de la repetición de estas secuencias, es posible modificar el comportamiento, ya que permitirá a la persona cortar la conexión entre la comida y la regurgitación, es decir, dejar de asociar que el hecho de comer con vomitar. Diversas terapias psicológicas como la terapia cognitivo-conductual hacen uso de esta técnica.

Mindfulness

El objetivo de este tratamiento consiste en focalizar la atención en el presente y evitar los pensamientos desagradables respecto a un estímulo temido. En casos de trastornos alimenticios, suelen existir ideas negativas acerca de la ingesta de alimentos.

Mediante el mindfulness la persona podrá calmar tanto el cuerpo como la mente. En el siguiente artículo encontrarás Ejercicios de mindfulness para principiantes.

Reestructuración cognitiva

Esta técnica pretende modificar la forma de pensar en diversas situaciones, tanto sociales como personales. Cuando la persona comprende sus patrones de conducta y pensamiento, será posible cambiar la posición que adopta ante situaciones de su día a día, como los problemas con la comida o los atracones, entre otros.

Terapia psicológica

Más allá de los abordajes mencionados con anterioridad, la terapia psicológica permite localizar cuáles son las emociones, pensamientos y conductas que dan origen a los síntomas propios de cada persona. La terapia es un espacio que posibilita la reflexión, la realización de objetivos y planificación de metas.

Medicación psiquiátrica

Por último, el suministro de psicofármacoses otra alternativa viable en casos de una gravedad considerable. No obstante, es importante tener en cuenta que cualquier medicación psiquiátrica debe ser recetada por un profesional de la salud mental que supervise la evolución del paciente.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

Si deseas leer más artículos parecidos a Síndrome de rumiación: qué es, síntomas, causas y tratamiento, te recomendamos que entres en nuestra categoría de Psicología clínica.