Sistema nervioso autónomo: qué es, partes, funciones y características

Sistema nervioso autónomo: qué es, partes, funciones y características

El sistema nervioso autónomo, una parte del sistema nervioso, se llama así porque funciona independientemente de nuestra voluntad; es autónomo un proceso que no se desarrolla bajo nuestra conciencia consciente. El sistema nervioso autónomo gobierna una amplia gama de procesos de nuestro organismo que no es necesario gestionar conscientemente, como la respiración, el latido del corazón y los procesos digestivos. De hecho, el sistema nervioso autónomo regula el 90 % de las funciones del cuerpo. Con este artículo de Psicología-Online veremos entonces qué es el sistema nervioso autónomo, sus partes, funciones y sus características.

Qué es el sistema nervioso autónomo

El sistema nervioso se divide en:

  • Sistema nervioso central (SNC): dentro del cual encontramos el encéfalo y la medula espinal.
  • Sistema nervioso periférico (SNP): que se divide en sistema nervioso autónomo (SNA) y sistema nervioso somático (SNS).

El sistema nervioso autónomo es una parte del sistema nervioso que se distingue anatómicamente y funcionalmente. Históricamente esta distinción se remonta al Bichat, que hacia el 1800 distinguía entre la vía animal y la vía végétative, correspondientes a la vie de relation y la vie de nutrition. Más concretamente, el sistema nervioso periférico vegetativo (autónomo, involuntario, visceral) representa la parte del sistema nervioso periférico que injerta las glándulas, el musculatura cardíaca y la lisa de órganos y vasos sanguíneos, afectando así, las funciones del cuerpo normalmente bajo control inconsciente (por ejemplo, ritmo cardíaco y circulación sanguínea, respiración, digestión, etc.).

Partes del sistema nervioso autónomo

El sistema nervioso autónomo puede dividirse en tres partes:

1. El sistema nervioso simpático

El sistema nervioso simpático se origina en la médula espinal, especialmente en las zonas torácicas y lumbares. Las prolongaciones de las neuronas aquí presentes se dirigen a una serie de estructuras, los ganglios, localizadas cerca de la médula espinal. Por eso se habla de fibras preganglares (las que originan en la médula) y de fibras postgangliares (las que parten del ganglio). Estas últimas se dirigen hacia un músculo o una glándula. Sólo unas pocas fibras preganglares se ponen en contacto directamente con otros ganglios distintos de estos.

2. El sistema nervioso parasimpático

Los cuerpos de las neuronas del sistema parasimpático se encuentran en la región sacra de la médula espinal y en la médula alargada del tronco encefálico, donde los nervios craneales III, VII, IX y X forman las fibras preganglares parasimpáticas. Estas y las que provienen de la médula espinal se dirigen a los ganglios muy cercanos al órgano que deben controlar. De ahí las fibras postganglionares se dirigen directamente al órgano objetivo.

3. El sistema nervioso entérico

El sistema nervioso entérico (o metasimpático) está formado, en vez, por el conjunto de las fibras nerviosas que injertan las vísceras.

A continuación puedes ver un mapa conceptual de la clasificación del sistema nervioso.

Funciones del sistema nervioso autónomo

Siempre activo, el sistema nervioso autónomo permite hacer frente a las funciones básicas del organismo, trabajando junto con el sistema nervioso somático. En particular, el sistema nervioso autónomo es la parte del sistema nervioso periférico que controla las actividades involuntarias. El SNA controla las funciones de los órganos internos (como el corazón, el estómago y los intestinos) y algunos músculos. Controla, en efecto, las funciones del organismo en reposo y las reacciones reflectantes, y para hacerlo actúa sobre los músculos lisos (por ejemplo, en la piel alrededor de los folículos pilosos, alrededor de los vasos sanguíneos, en el ojo y en el estómago, intestino y vejiga) y en el corazón.

En general, el sistema simpático y el parasimpático ejercen sobre sus objetivos un efecto contrario; de este modo controlan funciones como:

  • La dilatación de las pupilas
  • La producción de saliva y mucosidad
  • La frecuencia cardíaca
  • La contracción de los músculos de los bronquios
  • Los movimientos del estómago y los intestinos
  • La acumulación de glucógeno en el hígado
  • La producción de orina
  • La relajación de la pared de la vejiga y la apertura de su esfínter

En este artículo puedes ver las diferencias y funciones entre el sistema nervioso simpático y el parasimpático.

El sistema nervioso autónomo, manteniendo la homeostasis interna, ejerce el control integrado y la coordinación de las numerosas funciones que permiten al organismo actuar como un todo. Por lo tanto, controla la temperatura del cuerpo, que determina la velocidad de cada reacción química, regula la circulación de la sangre a una presión adecuada y el derrame cardíaco según las exigencias metabólicas del organismo, mantiene el equilibrio del agua y controla los movimientos intestinales y las secreciones glandulares. También regula la secreción de varias hormonas que son importantes para la excreción de productos de desecho, la reproducción, el comportamiento y otras funciones.

Características del sistema nervioso autónomo

Para realizar todas estas funciones, el sistema nervioso autónomo debe tener conexiones locales adecuadas con la mayoría de las células y tejidos y también con varias partes del sistema nervioso central. Los principales centros de control del sistema autónomo se encuentran en el hipotálamo y en el tronco del cerebro, donde se reúnen y conectan los centros para la ingesta de alimentos y líquidos, para el sueño, para la regulación de los líquidos, para la circulación, la temperatura y otras funciones. Otras partes del cerebro, como la corteza cerebral, tienen conexiones nerviosas con los centros hipotalámicos, por lo que los impulsos que de ellos provienen pueden llegar al sistema autónomo y afectar sus funciones.

Desde un punto de vista anatómico, el sistema nervioso vegetativo (autónomo) se compone tanto de fibras nerviosas eferentes (motrices) como relativas (sensoriales); el 75% de las fibras del nervio vago son relativas. En el sistema nervioso autónomo la vía efectiva está siempre constituida por dos neuronas (a diferencia de la del sistema nervioso voluntario, que consiste en una sola neurona motora): una neurona preganglionar con el cuerpo celular colocado en el sistema nervioso central y una neurona postganglionar, con el cuerpo celular fuera de él, en un ganglio o en la pared del órgano inerrvado.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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Bibliografía
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