Sistema reticular ascendente: qué es, partes, funciones y cómo activarlo

Sistema reticular ascendente: qué es, partes, funciones y cómo activarlo

El avance de la ciencia nos ha permitido tener acceso a diferentes conocimientos sobre una amplia variedad de temas. Algunos investigadores se han interesado por comprender los procesos que tienen lugar en el cuerpo humano. El organismo tiene un gran entramado de sectores y partes que contribuyen a su buen funcionamiento, pero ¿acaso existen personas que no tienen ciertas zonas corporales? La realidad es que sí, pero eso produce una disminución de determinadas capacidades como dormir.

Sin embargo, esto no sucede por que sí, sino que hay determinadas áreas del cuerpo que se encargan gestionar los procesos fisiológicos de sueño y vigilia. Si quieres saber más acerca de esto, en este artículo de Psicología-Online, te brindaremos información acerca del sistema reticular ascendente: qué es, partes, funciones y cómo activarlo.

Qué es el sistema reticular ascendente

El sistema reticular activador ascendente (SRAA), conocido como sistema reticular ascendente en una de las subunidades que forman la formación reticular, un conjunto de neuronas interconectadas, a través de conexiones sinápticas, situadas a lo largo del tronco encefálico.

Concretamente, el sistema reticular ascendente es una parte muy importante del sistema nervioso, pues se encarga de regular las transiciones entre los estados de sueño y vigilia.

Partes del sistema reticular ascendente

El sistema reticular ascendente está conformado por varios tipos de núcleos especializados en diferentes tipos de neurotransmisores con funciones diversas. Por esta razón, cada parte del sistema reticular ascendente toma el nombre de cada sector. A continuación, veremos detalladamente las partes de los núcleos que forman el sistema reticular ascendente:

  • Núcleos noradrenérgicos: aquí se encuentran el locus coeruleus y núcleos noradrenérgicos del tronco encefálico. Estos núcleos influyen en la regulación de la temperatura corporal, así como también en la atención, el estado de ánimo y la incidencia del sistema cardiovascular.
  • Núcleos serotoninérgicos: se encuentran el núcleo dorsal y medial del rafe. La serotonina es el componente de estos núcleos que regula el ciclo del sueño y la vigilia.
  • Núcleo histaminérgico: situadas en el hipotálamo posterior, las neuronas histaminérgicas regulan el ciclo de la vigilia, del mismo modo que otros núcleos, y también favorecen la digestión, la respuesta inmune frente a organismos patógenos y el desempeño sexual.
  • Núcleos dopaminérgicos: encargados de la producción de dopamina, una de las hormonas implicadas en el desarrollo de la memoria, la función intelectual y el control del movimiento. Los principales núcleos dopaminérgicos son el área ventral tegmental y la sustancia negra.
  • Núcleos colinérgicos: se encuentran entre la amígdala, el hipocampo y el neocórtex. Los principales son los núcleos colinérgicos del prosencéfalo y los núcleos del tegmento pontino, concretamente los núcleos laterodorsal y pedunculopontino. Su función es regular la cognición y el procesamiento de información proveniente del exterior. Por otro lado, los núcleos colinérgicos también regulan la motricidad del organismo
  • Núcleos glutamatérgicos: El glutamato es otra de las hormonas que actúa en el desarrollo de funciones del organismo humano. A nivel talámico, tenemos el núcleo supramamilar y, a nivel del tronco encefálico, tenemos el núcleo parabraquial, el precoeruleus y el núcleo pedunculopontino tegmental.
  • Núcleos talámicos: son las zonas intermedias conocidas como núcleo reticular talámico y núcleo interlaminar. Se encargan de procesar la información sensorial, es decir, los núcleos talámicos intervienen en el envío de información hacia ciertas zonas de la corteza cerebral.

Funciones del sistema reticular ascendente

En sintonía con el apartado anterior, es importante conocer qué hace el sistema reticular ascendente para entender en qué procesos fisiológicos del organismo interviene. Como hemos mencionado, cada núcleo de esta estructura tiene su particularidad que incide. A continuación, expondremos las principales funciones del sistema reticular ascendente:

  • Regulación del ciclo del sueño y la vigilia: los neurotransmisores vinculados a la gestión de los estados de sueño y vigilia posibilitan el pasaje de un estado a otro.
  • Mantenimiento del estado de conciencia: la capacidad de pensar y reflexionar acerca de nuestros propios actos está estrechamente relacionada con el correcto funcionamiento del sistema reticular ascendente.
  • Focalización de la atención: los seres humanos poseen la cualidad de establecer determinados focos atencionales en distintas situaciones. Esto se produce gracias a la intervención del sistema reticular ascendente. Para entenderlo mejor, puedes consultar este artículo sobre la atención selectiva: definición, ejemplos y ejercicios.

Cómo activar el sistema reticular activador ascendente

Existen distintos métodos para activar el sistema reticular ascendente para optimizar y mejorar su funcionamiento. Te los mostramos a continuación:

  • Practicar algún deporte o realizar cualquier actividad que implique un esfuerzo físico.
  • Respetar el ciclo del sueño y vigilia. Si te cuesta coger el sueño, en este artículo, te contamos cómo dormir rápido y profundo.
  • Llevar una alimentación saludable y equilibrada.
  • Adoptar el hábito de la lectura.
  • Visualizar metas y/o objetivos.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

Si deseas leer más artículos parecidos a Sistema reticular ascendente: qué es, partes, funciones y cómo activarlo, te recomendamos que entres en nuestra categoría de Neuropsicología.

Bibliografía
  • Aguirre-Navarrete, R.I. (2007). Bases anatómicas y fisiológicas del sueño. Revista Ecuatoriana Neurológica, 15 (2-3), 1-9.
  • Fernández-Guardiola, A. (1973). Neurobiología del sueño. Revista Gaceta Médica de México, 105 (3), 235-268.
  • Villanueva, L. (2002). El rol integrador de la formación reticular bulbar en el procesamiento de la información nociceptiva. Revista Elementos: Ciencia y cultura, 9 (46), 11-17.