Tipos de acoso escolar y sus consecuencias

Antes de abordar la definición de acoso escolar cabe dejar claro la distinción entre violencia y bullying, es decir, entre violencia y acoso. Cuando los actos hacia el menor ocurren "alguna vez", suele calificarse como maltrato o violencia mientras que si ocurren de forma repetida, con cierta frecuencia, hablaríamos de bullying o acoso escolar.

La definición más utilizada es la del autor Dan Olweus, quien fue el primero en abordar la temática: "El acoso escolar es una conducta de persecución física y/o psicológica que realiza un/una alumno/a contra otro/a, al que escoge como víctima de repetidos ataques." La continuidad de estos ataques es clave para la definición y para entender el sufrimiento y las consecuencias del acoso escolar en la víctima que más adelante veremos y que se siente completamente indefensa e incapaz de solucionar lo que ocurre.

Para entender mejor el concepto, cabe mencionar también a los actores participantes en el acoso escolar:

• Víctimas: existen diferentes tipos, según Olweus: “Las típicas, entre las que se encuentran los estudiantes más ansiosos e inseguros que suelen ser cautos, sensibles y tranquilos; poseen baja autoestima, tienen una opinión negativa de sí mismos y de su situación; y frecuentemente son considerados como fracasados sintiéndose estúpidos y avergonzados. A este tipo de víctimas se le ha llamado pasivas o sumisas y no responderán al ataque ni al insulto. Otro tipo de víctimas son las provocadoras que se caracterizan por una combinación de modelos de ansiedad y reacción agresiva. Estos estudiantes suelen tener problemas de concentración y se comportan de forma que causan irritación y tensión a su alrededor. Algunos de ellos pueden ser hiperactivos”.
• Agresores o acosadores: también hay diferentes tipos, los típicos suelen ser los que se caracterizan por su belicosidad e impulsividad así como una necesidad de dominio hacia los demás, a menudo suelen ser inseguros.
• Espectadores: todos aquellos compañeros que no participan en las intimidaciones y agresiones de forma directa y que generalmente no toman la iniciativa pero apoyan de forma pasiva al agresor.

Existen diferentes tipos de acoso escolar según las perspectivas y estudios de distintos autores, en este artículo mencionaremos cuatro para proporcionar una información más amplia del asunto:

• El acoso físico
• El acoso psicológico, relacional o social
• El acoso realizado por los profesores a los estudiantes
• El ciberbullying o ciberacoso

1. El acoso físico

Conductas agresivas directas hacia la persona o sus pertenencias: agredir, empujar, daños materiales, robo de dinero, romper prendas de vestir, morder, escupir...

2. El acoso psicológico, relacional o social

Actos que convierten al individuo en víctima o/y producen aislamiento del grupo social dañando las relaciones interpersonales de la persona, ignorando, humillando, desvalorizando, no dejando que participe en actividades grupales... Puede hacerse tanto de forma directa por parte del agresor como de forma indirecta cuando este hace que sean los espectadores quiénes lo llevan a cabo. El objetivo de todo esto es disminuir el autoestima de la víctima, fomentando la sensación de inseguridad y temor por lo que también aparecen comportamientos verbales como insultos, amenazas...

3. El acoso realizado por los profesores a los estudiantes

Según el autor Cabezas, existe una modalidad de acoso referida a los profesores, aquellas figuras de autoridad que a menudo sostienen conductas relacionadas con el acoso y pasan por simplemente un ejercicio de su poder dada su posición. El autor refiere que algunos profesores abusan por diversas razones de su situación de autoridad "tomando como blanco" a los estudiantes de forma visible, ya sea mediante desaprobaciones, castigos, mentiras...

4. El ciberbullying o ciberacoso

Una de las nuevas formas identificadas de acoso escolar es el cyberacoso, definido como el uso de algunas tecnologías de la comunicación y la información mediante las cuáles se humilla o/y daña deliberadamente y de forma hostil a la víctima de acoso. Se traslada a internet los insultos y amenazas haciéndose a menudo pública la identidad de la víctima en las redes sociales o se utilizan los móviles para grabar algunos insultos o agresiones y difundirlos. Aquí puedes ver las causas, las consecuencias y los tipos del ciberbullying.

La víctima de acoso escolar puede sufrir una gran variedad de síntomas y consecuencias derivadas de la agresión. Generalmente, los problemas se encuadran dentro de los trastornos de ansiedad: fobia escolar o social, crisis de angustia, trastornos de apetito y de sueño que pueden acabar derivando en un trastorno de estrés post-traumático. Sensación de indefensión, baja autoestima, desconfianza en los demás, retraimiento social y cuadros depresivos que en el peor de los casos podrían derivar en el suicidio.

Las enfermedades somáticas son también comunes así como el bajo rendimiento escolar, cambios de actitud, hábitos y de carácter, sentimientos de culpa, venganza y de estigmatización, amenazar o agredir a otros niños y actitudes más violentas con todo el mundo. También se incluyen aquellas lesiones físicas que en algunos casos pueden aparecer cometidas por el agresor.

El acoso escolar debe ser tratado como un grave problema global donde, además, hay que entender que todos y todas las participantes tienen problemas a resolver. En primer lugar, es imprescindible formar a los padres y madres para que eduquen a los hijos con afecto y límites así como pasen tiempo con sus hijos, se preocupen e interesen por su vida. Hacerles aprender que el respeto es necesario igual, que la comunicación y evitar a toda costa la violencia. Los infantes deben crecer teniendo buena autoestima y sabiendo que no debe discriminarse a nadie que no sea igual que él. En el siguiente artículo encontrarás Cómo mejorar las habilidades sociales en niños y niñas.

En muchos casos ocurre que la situación es intervenida tarde, dejando daños difíciles de recomponer en la víctima. Se debe evitar a toda costa que esto ocurra, tanto por parte de los profesores/as, como de los compañeros/as, las familias y los profesionales. Hay que dejar de pensar que muchas conductas son "cosas de chicos" o que "esto ha ocurrido siempre" y tratar de no minimizar ni tampoco maximizar las cosas, sino verlas desde una óptica equilibrada y rigurosa para prevenir la situación o intervenir a tiempo.

Hace falta un enfoque holístico que contemple diversos ámbitos y lleve a mejorar las relaciones interpersonales y comunitarias así como a la detección de factores de riesgo tempranos. Muchas veces en las escuelas se limitan a etiquetar a los niños como agresivos de forma temprana sin poner atención en las causas que subyacen a estas conductas, hay que actuar y averiguar qué le ocurre al niño para poder ayudarle. En general, es importante la colaboración conjunta de los padres, profesores y terapeutas para estas situaciones y para su prevención. En este artículo puedes leer Cómo trabajar las emociones en los niños y las niñas.

Por otra parte, en cuanto a las políticas, el último informe de Amnistía Internacional recalca que: "En los últimos años, las autoridades centrales y autonómicas han adoptado medidas legislativas y administrativas en relación con el acoso escolar, muchas de las cuales han sido recibidas con satisfacción por educadores y educadoras. Sin embargo, no se han implementado todas, los mecanismos para la presentación de informes y el seguimiento son insuficientes y, en la práctica, los protocolos existentes no abordan de forma adecuada todas las formas de acoso escolar"

En marzo de 2017, tras consultar con las comunidades autónomas y la comunidad educativa, el gobierno español presentó el Plan Estratégico de Convivencia Escolar. Este, sin embargo, incluye algunas medidas que todavía no se han implementado -como un plan de formación para docentes en el tema, por ejemplo- y que es importante llevar a cabo. En este último año, 2019, el teléfono de ayuda para las situaciones de acoso escolar recibió 12.799 llamadas, de las que 5.557 fueron identificadas como posibles casos de acoso. La cifra ha descendido desde años anteriores, pero todavía queda mucho trabajo por realizar sobre todo teniendo en cuenta que no todos los casos son detectados.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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