Tipos de conductas disfuncionales y sus características

Tipos de conductas disfuncionales y sus características

La conducta, definida por el diccionario de psicología de la Asociación Americana de Psiquiatría[1], consiste en actividades objetivamente observables que surgen como respuesta a estímulos internos o externos. Entre ellas también podemos incluir procesos no conscientes y actividades introspectivamente observables.

En ocasiones, estas respuestas pueden desequilibrar el buen funcionamiento físico, psicológico o social, considerándolas entonces conductas disfuncionales. Estas conductas disfuncionales pueden ser contextualizadas en algunos trastornos mentales como síntomas de estos.

En este artículo de Psicología-Online exponemos 24 tipos de conductas disfuncionales y sus características. Ten en cuenta que algunas de estas conductas, por sí mismas, pueden no indicar necesariamente la existencia de problemas psicológicos. En estos casos serían algunos parámetros como la duración, frecuencia o intensidad lo que podrían hacer de ellas un problema patológico.

Conducta impulsiva

Se trata de un tipo de conducta que carece de previsión, reflexión o consideración de las consecuencias y además implica un riesgo. La persona experimenta una falta de control sobre su propio comportamiento. En este artículo podrás ver más sobre qué es la impulsividad en psicología.

Dentro de la clasificación diagnóstica del DSM-5 (Asociación Americana de Psiquiatría, 2014) aparece un grupo de trastornos relacionados con la destrucción del control de impulsos y de la conducta. Las tres siguientes conductas que exponemos (piromaníaca, cleptómana y tricotilomaníaca) se enmarcan dentro de este grupo y se exponen en este artículo por su importancia diagnóstica.

Conducta piromaníaca

La piromanía como tal constituye un trastorno psicológico. Dentro de ella, la conducta disfuncional la encontraríamos en la provocación de incendios, que además se realiza de forma intencionada y deliberada.

Conducta cleptomaníaca

Consiste en el robo de objetos que no tienen ninguna importancia en cuanto a su necesidad ni su valor monetario, sin que la persona pueda controlar su impulso. La conducta disfuncional supone la sustracción de objetos de forma impulsiva y junto a otros criterios diagnósticos constituye un trastorno.

Conducta tricotilomaníaca

Esta conducta disfuncional consiste en arrancarse el pelo de forma recurrente. Como en las anteriores, esta conducta junto a otros criterios diagnósticos puede constituir un trastorno. En el siguiente artículo, encontrarás más información sobre la tricotilomanía.

Conducta evitativa

La conducta evitativa consiste en la evasión de actividades, lugares, pensamientos o cualquier otro estímulo relacionado con eventos traumáticos, objetos fóbicos u otros que impliquen malestar significativo. La evitación contribuye al mantenimiento del problema y es este aspecto el que haría de ella una conducta disfuncional.

Por ejemplo, la persona realizaría itinerarios que no impliquen pasar por el lugar en el que le atracaron o trataría de pensar en asuntos inocuos para distraerse y no pensar en asuntos relevantes que pudieran generarle malestar.

Conducta pasiva

Las conductas pasivas son aquellas en las que la persona se comporta de forma sumisa, anteponiendo los intereses, preferencias, deseos y derechos de los demás a los suyos. Bajar la mirada o la cabeza serían ejemplos de conducta pasiva. Piensa también, como ejemplo, en situaciones en las que una persona, a pesar de no querer realizar alguna actividad, la realiza por la presión social para complacer a los demás.

Conducta agresiva

La conducta agresiva supone el extremo contrario a la conducta pasiva. La persona en este caso antepone sus preferencias, intereses, deseos y derechos por encima de los demás. Las agresiones directas pueden ser físicas (dar un tortazo a otra persona, pegar un puñetazo a una pared) o verbales (insultar, intimidar o amenazar, por ejemplo).

Conducta disruptiva

Se trata de un término más utilizado en la población infantil. La conducta disruptiva consiste en el uso de amenazas e intimidaciones utilizadas para atentar contra las normas sociales. Por ejemplo, los niños o niñas que no obedecen al profesor, las personas que constantemente buscan peleas, etc.

Conducta antisocial

Este tipo de conducta es más aplicable a la población adulta. La conducta antisocial es aquella que se aparta de las normas sociales y atenta contra los derechos de los demás. Un ejemplo de conducta antisocial sería el vandalismo.

En este artículo explicamos el trastorno de personalidad antisocial.

Conducta pasivo-agresiva

Se trata de conductas que, aunque aparentemente no muestran una intencionalidad agresiva, de forma indirecta sí implican una agresión. Estas conductas están muy vinculados al concepto de resistencia.

Piensa, por ejemplo, que pides a un compañero de trabajo un favor importante para completar tu labor y este, intencionadamente, no lo realiza. De esta forma su comportamiento tendrá consecuencias negativas para ti.

Conducta autolítica

La conducta autolítica se refiere aquellas conductas que implican daño físico a uno mismo sin tener, necesariamente, la intención de acabar con la propia vida. Un ejemplo de este tipo de conductas puede ser la realización de cortes mediante cuchillos o cuchillas en el antebrazo.

Conducta suicida

La conducta suicida es aquella que se lleva a cabo con el objetivo de acabar con la propia vida. Como factores de riesgo para la aparición de esta conducta podemos encontrar desesperanza, impulsividad, déficits en la solución de problemas, antecedentes familiares o padecimiento de algún trastorno mental como trastornos del estado de ánimo, trastorno de adicciones o trastornos psicóticos.

Conducta desinhibida

La conducta desinhibida es producto de una falta o disminución del control de las propias emociones y/o acciones. Este tipo de conductas puede estar provocado por la ingesta de alcohol u otras sustancias y/o la afectación de las funciones ejecutivas.

Para buscar ejemplos de este tipo de conducta, piensa en personas que han ingerido gran cantidad de alcohol y no son capaces de controlar lo que dicen o que bailan de forma aparentemente descontrolada.

Conducta adictiva a sustancias

La conducta adictiva implica el desarrollo de dependencia al consumo, en este caso, de sustancias como el tabaco, el alcohol o la cocaína. Ejemplos de estas conductas son el propio consumo o la búsqueda de las sustancias. En este artículo hablamos de la adiccón a las drogas, sus causas y consecuencias.

Conducta adictiva a nuevas tecnologías

De forma similar a la anterior, la conducta adictiva a las nuevas tecnologías implica el uso constante de dispositivos como teléfonos móviles, tablets u ordenadores como consecuencia de una dependencia a estos. En los siguientes artículos puedes ver más información sobre la adicción a Internet y la adicción al teléfono móvil.

Conducta compulsiva

La conducta compulsiva aparece descrita en el DSM-5 como un comportamiento o acto mental repetitivo llevado a cabo como respuesta a las obsesiones o reglas rígidas que se marca la persona. Ejemplos de compulsiones serían lavarse las manos constantemente, comprobar muchas veces si se ha cerrado la puerta.

Su objetivo consiste en disminuir la ansiedad o malestar y/o evitar algún suceso o situación temida, aunque realmente no tenga efecto sobre dicha situación.

Conducta hiperactiva

Este tipo de conducta está caracterizada por una inquietud y actividad motora excesivas. El claro ejemplo de esta conducta lo encontramos en el trastorno por déficit de atención e hiperactividad. Las personas hiperactivas son incapaces de permanecer quietas durante largos períodos de tiempo o lo hacen experimentando malestar, se retuercen en su asiento, etc.

Conducta hipoactiva

Al contrario que en el caso de la hiperactividad, la hipoactividad supone conductas en las que la actividad se muestra más lenta o deficiente de lo normal. Un ejemplo lo podemos encontrar en el trastorno de deseo sexual hipoactivo en el varón en el que el deseo de actividad sexual, fantasías o pensamientos sexuales se encuentran ausentes. En los trastornos depresivos también podemos encontrar conductas hipoactivas o enlentecidas.

Conducta parafílica

Las conductas parafílicas son aquellas que se llevan a cabo con la intención de conseguir excitación sexual. Por ejemplo, observar a otras parejas teniendo relaciones sexuales o mostrar los genitales a personas desprevenidas.

Las conductas parafílicas son patológicas cuando implican daño o malestar para la propia persona y/o para los demás. Estas conductas, junto a otros criterios forman los trastornos parafílicos recogidos en el DSM-5. En este artículo hablamos de los tipos de parafílias.

Ingesta de alimentos no nutritivos

La pica sería el trastorno en el que, además de otros criterios diagnósticos, aparece la ingesta de alimentos no nutritivos como la ingesta de tierra. Se trata de una conducta más propia de la población infantil. En este artóiculo hablamos sobre el síndrome de pica o alotriofagia.

Atracones de comida

Los atracones de comida suponen la ingesta de grandes cantidades de comida en poco tiempo (menos de lo esperable) en la que la persona siente una pérdida de control. Esta conducta podemos encontrarla como síntoma en el trastorno de bulimia nerviosa o como una categoría diagnóstica con entidad propia.

Conducta purgativa

La purga, que aparece en trastornos de la conducta alimentaria, consiste en la expulsión del alimento ingerido a través de la autoprovocación del vómito, uso de laxantes, diuréticos o enemas.

Ingesta restrictiva de alimentos

La conducta restrictiva alimentaria es aquella en la que la persona evita alimentarse o ingerir determinados alimentos. Un ejemplo serían las personas que, por la composición de algunos alimentos prescinden de ellos en su dieta, suponiendo un perjuicio para la salud.

Esta conducta, junto con otros criterios diagnósticos, conforman el trastorno de evitación/restricción de la ingestión de alimentos del DSM-5.

Conducta excretora inapropiada

Se trata de dos conductas disfuncionales que constituyen, junto a otros criterios, los trastornos de enuresis (micción) y encopresis (defecación). La conducta excretora es disfuncional cuando se produce en situaciones o lugares inapropiados independientemente de que la conducta sea voluntaria o involuntaria. Este tipo de conductas es más frecuente en población infantil.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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Referencias
  1. Asociación Americana de Psiquiatría (2020). APA Dictionary of Psychology. Recuperado de https://dictionary.apa.org/
  2. Asociación Americana de Psiquiatría (2014). DSM-5. Guía de consulta de los criterios diagnósticos del DSM-5-Breviario. Madrid: Editorial Médica Panamericana.
Bibliografía
  • Caballo, V.E., Salazar, I.C. Y Carrobles, J.A. (2014) Manual de Psicopatología y Trastornos Psicológicos. Madrid. Pirámide.