Trastorno de control de impulsos: qué es, síntomas, causas y tratamiento

Cuando hablamos acerca del trastorno de control de impulsos, estamos haciendo referencia a un cuadro clínico que se caracteriza por la dificultad en el control de emociones y conductas frente a determinadas situaciones que generan nerviosismo, angustia, ansiedad y/o estrés.

¿Cuáles son los trastornos de control de impulsos? Según el DSM-V^[1], este trastorno engloba diferentes patologías en las cuales se llevan a cabo impulsos provocados por ciertas emociones de la persona. Las diferencias entre ellas radican en los modos mediante los cuales se llevan a cabo estos factores. A continuación, citaremos los trastornos del control del impulso que se encuentran dentro de este grupo:

• Trastorno de la personalidad antisocial.
• Ludopatía.
• Onicofagia.
• Trastorno negativista desafiante.
• Dermatilomanía.
• Síndrome del acaparador compulsivo.
• Trastorno explosivo intermitente. Infórmate sobre las características de este trastorno en el siguiente artículo sobre el Trastorno explosivo intermitente: qué es, causas y tratamiento.
• Tricotilomanía.
• Trastorno de conducta.
• Piromanía.
• Otro trastorno disruptivo, del control de los impulsos y de la conducta especificado.

¿Cómo saber si tengo trastorno de control de impulsos? Este trastorno posee algunas manifestaciones que deben tenerse en cuenta para poder detectarlo. Los síntomas del trastorno de control de impulsos más relevantes son los siguientes:

• Falta de concentración. Si tienes este síntoma, en este artículo, te mostramos Ejercicios para mejorar tu concentración
• Episodios de enojo intenso.
• Pensamientos repetitivos.
• Baja autoestima.
• Poca tolerancia a la frustración.
• Falta de control de impulsos.
• Aislamiento social.
• Depresión.
• Ansiedad.
• Hábito de mentir.
• Robos.
• Daños físicos en el cuerpo.

A pesar de esta descripción, es importante comprender que el diagnóstico debe ser llevado a cabo por un profesional de la salud, debido a que será el encargado de evaluar la evolución clínica del paciente teniendo en cuenta las características del mismo.

Ahora ya conocemos los síntomas que refieren a este tipo de trastornos, pero ¿qué causa la falta de control de impulsos? Es importante comprender el origen de este tipo de problemática. Por ello, a continuación, mencionaremos las principales causas del trastorno de control de impulsos:

• Factores genéticos: Las personas que padecen este tipo de dificultades suelen tener alteraciones en las conexiones neuronales vinculadas a la regulación de las emociones. Aquí juega un papel importante la herencia genética y, por ende, la familia. Para saber más al respecto, puedes consultar el siguiente artículo sobre La herencia y el ambiente en la Psicología.
• Factores ambientales: Es posible que la persona haya vivido determinadas situaciones que le generaron sensaciones desagradables, tanto en el pensamiento como en el cuerpo. Debido a esto, puede ocurrir que haya presenciado momentos desagradables en el pasado en los cuales no haya sabido cómo procesar un enojo y haya actuado de forma impulsiva.
• Influencia familiar: La crianza también presenta una gran influencia en la regulación de las emociones, dado que las personas tienen la tendencia a imitar diversos comportamientos que hayan observado de su entorno. En otras palabras, si algún familiar presenta dificultades en el control de los impulsos, esto puede ser adoptado como patrón de conducta en la vida.

¿Cómo tratar un trastorno de control de impulsos? Actualmente, existen tratamientos que presentan una buena eficacia en el abordaje del trastorno de control de los impulsos y mejoran el autocontrol. Frente a la aparición de los síntomas antes mencionados, es posible llevar a cabo algunas alternativas que mejoran el pronóstico de este tipo de trastorno.

Terapia psicológica

La terapia puede ayudar a resolver diferentes conflictos que aparecen en el transcurso de la vida de una persona. Por un lado, están las terapias de corta duración focalizadas en la resolución de objetivos, brindan herramientas para afrontar de otro modo situaciones de estrés y/o ansiedad, lo que puede ayudar en el tratamiento del trastorno de control de impulsos.

A su vez, también trabajan el aprender a controlar los impulsos mediante el manejo de las emociones a través de intervenciones, tales como el registro de pensamientos y la exposición gradual frente a estímulos que desencadenan estas reacciones.

Por otro lado, las terapias de largo plazo intentan situar el origen en el pasado de los síntomas que aquejan a la persona. Esto produce mejorías en la forma de encarar situaciones desagradables.

Medicación psiquiátrica

Existen factores neurológicos que inciden en este trastorno, por lo que la utilización de un fármaco que actúe sobre la química del cerebro brinda un efecto positivo para ayudar al paciente. En todo caso, la medicación debe ser recetada por un profesional de la salud que trabaje en conjunto con un psicólogo.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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