Trastorno de pánico con agorafobia: síntomas y tratamiento

El trastorno de pánico con agorafobia es un tipo de trastorno de ansiedad que se caracteriza por el miedo a exponerse a situaciones donde puede resultar difícil escapar si aparece un ataque de pánico. La agorafobia tiene como característica principal la ansiedad al e estar en situaciones en las que escapar puede resultar difícil, embarazoso o donde en el caso de sufrir un ataque de pánico puede no encontrarse ayuda.

A causa de esto, quien la padece suele evitar constantemente situaciones como estar solo en casa o salir solo, lugares muy concurridos, medios de transporte público o conducir su propio, o lugares como un ascensor o un puente por la dificultad para salir de ellos si se produce un ataque de pánico.

Se considera agorafobia cuando este comportamiento no puede explicarse mejor por la presencia de otro trastorno mental. Sin embargo, en ocasiones es difícil diferenciar entre agorafobia, trastorno de ansiedad por separación o fobia social o específica. Ya que todos ellos se caracterizan por comportamientos evitativos. Aquí puedes ver los diferentes tipos de trastornos de ansiedad y sus síntomas.

Los principales síntomas del trastorno de pánico con agorafobia son los siguientes:

1. Ataques de pánico recurrentes

Se considera un ataque de pánico cuando aparecen cuatro o más de los siguientes síntomas:

• Palpitaciones, golpeteo del corazón o aceleración de la frecuencia cardíaca.
• Sudoración.
• Temblor o sacudidas.
• Sensación de dificultad para respirar o de asfixia.
• Sensación de ahogo.
• Dolor o molestias en el tórax.
• Náuseas o malestar abdominal.
• Sensación de mareo, inestabilidad, aturdimiento o desmayo.
• Escalofríos o sensación de calor.
• Parestesias (sensación de entumecimiento o de hormigueo).
• Desrealización (sensación de irrealidad) o despersonalización (separarse de uno mismo).
• Miedo a perder el control o de “volverse loco.”
• Miedo a morir.

2. Miedo desproporcionado

El miedo a exponerse a situaciones en las que escapar resulta difícil o embarazoso en el caso de que se diera un ataque de pánico. Las situaciones temidas más frecuentes son:

• Salir solos o solas de casa.
• Los espacios abiertos.
• Espacios cerrados como ascensores, comercios, supermercados, cines o restaurantes.
• Multitudes: conciertos, fiestas, guardar turno en una cola…
• Conducir solo o sola y usar el transporte público (autobús, metro, tren…).

El miedo o la ansiedad son desproporcionados respecto al peligro real que representa la situación temida.

3. Evitación

La persona con agorafobia evita estas situaciones o va acompañada para reducir la angustia que siente al exponerse. Cuando no tienen más remedio que exponerse a las situaciones temidas lo hacen aterrorizados. La exposición suele ser menos desagradable si van acompañados, por sentirse algo más seguros sabiendo que hay alguien con ellos que les podría proporcionar ayuda en caso de un ataque de pánico.

Esta evitación continua les produce un deterioro de las distintas áreas de sus vidas (laboral, social, familiar…) por la incapacidad de llevar a cabo algunas tareas esenciales para su desarrollo, por ejemplo, llevar a sus hijos a la escuela o asistir a una conferencia en el trabajo.

El tratamiento preferido por los sistemas sanitarios en todo el mundo para tratar el trastorno de pánico con o sin agorafobia es la intervención cognitivo conductual. Se trata de una intervención que comprende una parte dedicada al cambio de pensamientos para una correcta interpretación de la realidad. Y otra que se ocupa de la conducta o comportamientos. En general, el tratamiento del trastorno de pánico con agorafobia se compone de 6 pasos:

1. Psicoeducación

Con el fin de que el paciente conozca el trastorno que sufre y que se va a tratar se le proporciona información referida a este. Se le debe explicar:

• Qué es la agorafobia
• En qué consiste un ataque de pánico
• Cómo identificarlo
• Qué mantiene el trastorno
• Qué se hará para tratarlo

2. Entrenamiento en relajación muscular

Un síntoma frecuente en los trastornos de ansiedad y ataques de pánico es la tensión muscular. De ahí que resulte fundamentar el entrenamiento en relajación muscular para poder hacer frente a ese molesto síntoma cuando haga su aparición. La más utilizada es la relajación muscular progresiva de Jacobson que consiste en relajar conscientemente distintos grupos de músculos. Con práctica podemos conseguir relajarnos cada vez en menos tiempo lo que nos ayuda ante aun ataque inminente.

3. Entrenamiento en respiración antipánico

Ante un ataque de ansiedad o pánico nuestra respiración cambia. Suele ocurrir que se produzca hiperventilación y ésta tiene como consecuencias el mareo y el aturdimiento. Es por eso que esta estrategia nos va a ayudar a reducir esas consecuencias regulando la respiración cuando comencemos a percibir los primeros síntomas. Aquí puedes ver ejercicios de respiración para calmar la ansiedad.

4. Intervención cognitiva

Las emociones que sentimos se producen por nuestra forma de interpretar la realidad según el modelo propuesto de Albert Ellis. Nuestra interpretación se basa en nuestro sistema de creencias. Desmontar las creencias poco realistas o aprender a cambiar los pensamientos automáticos que tenemos asociados a ellas es el fin de la reestructuración cognitiva.

5. Exposición interoceptiva

Consiste en exponerse a los estímulos que generan ansiedad. Durante la exposición, la intensidad de los síntomas irá disminuyendo hasta resultar poco molestos o desaparecer. La técnica de exposición se puede realizar mediante la imaginación o en vivo. También puede hacerse de manera gradual empezando por los estímulos que menos ansiedad generan y acabando con los que más. O de forma intensiva. La exposición en vivo es la que obtiene mejores resultados.

6. Exposición a situaciones agorafóbicas

De forma similar a la exposición interoceptiva, la exposición a situaciones agorafóbicas se puede hacer de forma intensiva o gradual. Para hacerla de forma intensiva nos expondremos directamente a la situación. Para hacerlo de manera gradual elaboraremos una jerarquía y nos iremos exponiendo de menos a más.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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