¿Una persona con depresión puede tener relaciones sexuales?

¿Una persona con depresión puede tener relaciones sexuales?

Uno de los síntomas de la depresión es la disminución del interés en las relaciones sexuales y de la líbido en general. Carecer de interés en tenerlas es tan habitual como sentirse mal hablando sobre el tema o sentir culpa después de haberlas tenido. Pero ¿tiene alguna solución?

En este artículo de Psicología-Online, queremos ayudarte a afrontar los cambios en la vida sexual cuando tu pareja tiene depresión. Para ello, te explicaremos cómo afecta la depresión a las relaciones sexuales, si una persona con depresión puede tener relaciones sexuales, qué puedes hacer al respecto y te daremos algunos consejos para fomentar vuestra, ahora escasa, vida sexual.

Por qué mi pareja con depresión me rechaza

La depresión es un trastorno muy delicado. Y, aunque la persona más afectada es quien la padece, el entorno también se ve alterado. Cuanto más cercana sea tu relación con la persona deprimida, más te afectará. Por eso, si es tu pareja, será necesario que te informes bien sobre los síntomas asociados, tanto para apoyarle en los duros momentos que está pasando, como para que tú mismo/a lo lleves lo mejor posible.

Cuando vemos a la persona que nos importa triste, sin ganas de nada y sin motivación para mejorar; nos sentimos culpables. Y si la depresión se alarga, es posible que empecemos a notar enfado e indignación ante lo que pensamos que es falta de voluntad por su parte. Pero precisamente lo que no tiene alguien con depresión es voluntad, porque realmente no tiene ganas de nada y en esos momentos es incapaz de sentir placer. Y ahí es donde hay que intervenir. Es necesario que comience a hacer algunas cosas sin ganas, porque las ganas vendrán luego. Y tú como pareja puedes ser una pieza clave en esta intervención. Un paseo, un poco de lectura, comer algo que antes le gustaba mucho… Así que ármate de paciencia y comprensión y ayuda a tu pareja a que comience a hacer pequeñas cosas que antes le gustaban, para que pueda comenzar a sentir placer en pequeñas dosis.

Cómo afecta la depresión a las relaciones sexuales

Como ya hemos visto, cuando alguien pasa por una depresión, no tiene ganas de nada en general, y eso incluye las relaciones sexuales. No les pasa a todas las personas deprimidas, pero es lo habitual. Por tanto, es normal que haya problemas sexuales con una persona con depresión.

Debemos tener en cuenta que además de la tristeza profunda y el desconsuelo, esa persona puede estar pasando por cambios físicos que refuerzan su inseguridad. Puede que haya perdido mucho peso por la falta de apetito o que lo haya ganado por comer en exceso tratando de llenar el vacío que siente.

La vida sexual se ve alterada o incluso se vuelve inexistente. Y no olvidemos que el sexo es una fuente de placer, pero también de unión en la pareja. Por lo tanto, debemos darle la importancia que se merece y ocuparnos de lo que esté en nuestra mano.

Debes tener en cuenta que las depresiones severas suelen necesitar tratamiento psicofarmacológico, y este puede afectar a las relaciones sexuales. Hay algunos fármacos antidepresivos que pueden disminuir la líbido. En el siguiente artículo, hablamos de la Relación entre antidepresivos y sexualidad. No es conveniente dejarlo hasta que el profesional lo vea conveniente. Si este es vuestro caso, tened paciencia y poco a poco irá mejorando la situación.

Cómo mejorar la vida sexual cuanto tu pareja tiene depresión

Lo primero y más importante para mejorar la vida sexual cuando tu pareja tiene depresión es atacar al problema principal, es decir, tratar la depresión. Para ello la terapia que obtiene mejores resultados es la cognitivo-conductual.

Dar con un psicólogo o psicóloga con quien tu pareja se sienta cómoda y empezar una terapia es fundamental. Sin embargo, tu apoyo va a ser crucial, por lo que es recomendable que acudas con tu pareja a las consultas y sigas las pautas marcadas por el terapeuta. Vamos a ver algunas cosas que puedes hacer para mejorar vuestra vida sexual:

  • No presiones a tu pareja. Pocas personas responden bien si se sienten presionados a hacer algo. Lo que probablemente consigas es que disminuyan las ganas de sexo.
  • Prepara el ambiente. Evita ir al grano porque no va a funcionar. Puedes hacer muchas cosas para hacer que surja un poco de chispa: caricias, una película con contenido erótico, una cena tranquila y romántica solo para vosotros/as, un baño relajante, velas y música suave, un masaje…
  • Utiliza lubricantes. A veces, el problema es la falta de lubricación como consecuencia de la medicación. Para solucionarlo hay geles lubricantes que os pueden ayudar a comenzar.
  • Probad otras prácticas y alternativas. Si el problema es la disfunción eréctil, podéis probar otras modalidades que no incluyan la penetración. Existen muchas cosas que podéis hacer para disfrutar.
  • Evita ir con expectativas. Si lo haces y las cosas no ocurren como habías planeado, te frustrarás. Deja que las cosas vayan surgiendo (poniendo de tu parte) y que lleguen hasta donde tengan que llegar. Se trata de ir sin prisas para que poco a poco las cosas vuelvan a su lugar.
  • Pregunta al/la profesional. Recuerda que cualquier disfunción sexual asociada a la depresión o a la medicación puede ser tratada con el terapeuta. Él o ella os dará indicaciones sobre cómo actuar según que caso.

En estos artículos encontrarás más información sobre los Problemas sexuales en la pareja y consejos sobre Cómo ayudar a una persona con depresión.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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Bibliografía
  • American Psychiatric Association (1995). Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales. Barcelona: MASSON
  • Buela-Casal, G; Sierra, J.C. (2009). Manual de evaluación y tratamientos psicológicos. Madrid: Biblioteca Nueva
  • Martell, C; Dimidjian, S; Herman-Dunn, R (2010). Activación conductual para la depresión: una guía clínica. Bilbao: Desclée de Brouwer.