Violencia intrafamiliar: qué es, causas y cómo prevenirla

La violencia intrafamiliar ha sido denominada comúnmente violencia doméstica y hace referencia a todo tipo de violencia ejercida por uno de los miembros de la familia sobre uno o varios miembros, provocando en ellos terribles consecuencias físicas, psicológicas y emocionales.

La violencia intrafamiliar incluye los siguientes tipos de violencia:

• Violencia en la pareja.
• Violencia hacia los hijos.
• Violencia hacia los abuelos.
• Violencia de los hijos hacia los padres.

Por lo tanto, este es un concepto muy generalizado que incluye toda la violencia de género, el maltrato infantil, así como los abusos contra la tercera edad y la violencia ejercida por parte de los niños contra los propios padres. No obstante, las manifestaciones, las causas y los modos de prevenirla requieren de leyes y medidas de prevención y protección muy diferentes, por lo que quizás sí que resultaría conveniente abordarlos por separado.

Este tipo de violencia puede producirse tanto en el ámbito familiar como fuera de él,desde los mismos inicios de la creación de la familia, incluso el noviazgo, hasta momentos posteriores a la separación, como es el caso de violencia de género actuales, e incluyendo tanto la agresión física, sexual, psicológica o emocional, económica, cibernética, etc. Aquí encontrarás otros Tipos de violencia y sus características.

Como hemos mencionado en el apartado anterior, la violencia intrafamiliar es un concepto muy amplio que engloba varios tipos de violencia y agresión sobre diferentes colectivos sociales dentro del ámbito familiar. Por ello, las causas y los modos de abordar estos problemas requerirán tratamientos más específicos.

En el siguiente apartado detallaremos las principales causas que suelen conducir de manera generalizada a los diversos tipos de violencia intrafamiliar, concretando los aspectos diferenciales en cada caso:

• La presencia de ciertas características de personalidad, como impulsividad, rigidez, autoritarismo, falta de empatía, desconfianza, baja tolerancia a la frustración, etc.
• Heridas producidas en la infancia (abusos, crianzas autoritarias o desatendidas, etc.)
• Consumo de cualquier tipo de sustancia tóxica, conductas antisociales, etc.
• Ciertos factores sociales que inician, mantienen o agravan dichas situaciones como problemas en el ámbito laboral, estrés producido por sobrecarga de tareas, problemas económicos, etc.

Estos serían las causas que, de manera general, inducirían a los diferentes tipos de violencia nombrados ( violencia de género, abuso infantil, maltrato a la tercera edad y maltrato de los hijos hacia los padres). En este último caso, podríamos añadir como causa principal la sobreprotección paterna y el no establecimiento de ciertos límites que lleva a los hijos a convertirse en pequeños tiranos que acaben maltratando a sus padres.

Las consecuencias producidas por los diferentes tipos de violencia intrafamiliar son iguales en todos los casos por los efectos negativos que produce sobre las víctimas el trato vejatorio sufrido por parte de su familiar. Entre las principales causas se incluyen:

• Miedo, pánico, angustia consecuencia de los actos violentos.
• Heridas y lesiones físicas que, en los peores casos, pueden conducir a la muerte.
• Altos niveles de ansiedad por miedo a volver a ser violentados.
• Tristeza, desmotivación vital y depresión.
• Inseguridad y desconfianza absoluta ante los demás.
• Enfado, ira, rencor y agresividad.
• Bajos niveles de autoestima.
• Mutismo, bloqueo emocional e indefensión aprendida.

La mejor medida de prevención general para todas estas manifestaciones de violencia es una reeducación social de toda la sociedad. Una buena base educativa y afectiva establece los buenos pilares necesarios para construir sociedades verdaderamente libres, democráticas, solidarias y pacíficas cuya interacción principal se basa en el servicio, cuidado y ayuda mutua entre sus miembros.

A pesar de que esta tarea pueda ser una ardua labor, en ningún momento debemos abandonar dicho objetivo como el principal y más efectivo motor de cambio social y, con ello, tratar de incluirlo en todos y cada uno de los ámbitos sociales en los que tenga cabida, dados los diferentes ámbitos sociales a los que afecta este tipo de violencia.

Los servicios sociales constituyen la mejor herramienta de orientación, asesoramiento, cuidado, prevención y protección para las diferentes víctimas. A partir de aquí, el cuidado personal y de las víctimas, la búsqueda de una buena red social de apoyo y la sujeción a las leyes vigentes serán nuestras siguientes armas de defensa.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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