Vivir con los suegros ¿cómo llevarlo?

Vivir con los suegros ¿cómo llevarlo?

Las suegras son las grandes “odiadas” por hombres y mujeres en pareja, y han dado lugar a un sinfín de chistes y bromas a lo largo de los años. Sin embargo, la tensión y malestar que acarrean los problemas familiares como consecuencia de la mala relación con los suegros es algo para tomarse en serio. De hecho, muchas mujeres reportan tensión en su relación con su suegra, un conflicto que se asocia con una mayor insatisfacción matrimonial, según expertos como Rittenour y Koenig Kellas. ¿Por qué a menudo las relaciones con nuestros suegros son complicadas? ¿Están destinadas a ponernos piedras en el camino? ¿Podemos hacer algo al respecto? En este artículo de Psicología-Online: Vivir con los suegros, te lo contamos.

Consecuencias de vivir con los suegros

Pocas personas añadirían la presencia de sus suegros cuando imaginan la vida en pareja. Sin embargo, por diversas circunstancias en la vida, mudarse con los suegros podría ser la única alternativa que tu pareja y tú tenéis en ese momento. Tal vez estáis atravesando problemas económicos y tus suegros os hayan tendido la mano. Puede, por el contrario, que los suegros, especialmente en edad avanzada, requieran mayor asistencia, y seáis vosotros los que os hayáis ofrecido a ayudar. Cualesquiera sean las razones, vivir con los suegros o con uno de ellos, puede ser complicado y podría implicar algunos efectos para la pareja. Las consecuencias de vivir con los suegros:

  • Presión para tener hijos, o en el caso de tenerlos, intrusión en el modo de crianza de los mismos.
  • Creencia por parte de los suegros de que nadie es lo suficientemente bueno para su hijo o hija y, por tanto, conflicto, malestar o desacuerdo con él o ella.
  • Presión para que se adopten ciertas normas religiosas o culturales.
  • Imposición de un estilo autoritario, basado en reglas estrictas, porque siguen viendo al hijo como un niño, y por tanto, lo tratan como tal. Por extensión, también a su pareja.
  • Desacuerdos en cuanto al dinero, quién aporta y cuánto, cómo distribuirlo. En el caso de que se necesite un préstamo, en torno a su devolución.

No quiero vivir con mi suegra

Si no quieres vivir con tu suegra, no te culpabilices ni te horrorices por ello. Es una queja frecuente, ya que las suegras suelen percibirse como intrusivas y controladoras. Esto es cierto en algunos casos, ya que pueden tener problemas para lidiar con el “síndrome del nido vacío” o simplemente no aprobar a la pareja de su hijo. En otros casos, se sienten solas, ya sea porque han enviudado o porque su esposo no les presta atención o no comparte sus mismas necesidades emocionales. No obstante, existen muchas creencias, a veces erróneas, en la sociedad sobre ellas, y en no pocas ocasiones, se las juzga de antemano sin haberles dado una oportunidad.

Si este es tu caso, trata de recordar que se trata de la madre de tu pareja, por lo que vale la pena mirar la situación desde otra perspectiva: ¿realmente vivir con tu suegra es algo tan malo como piensas? ¿Le has conocido lo suficiente como para establecer rotundamente que es una persona negativa? ¿Es posible que te estés guiando por algunas ideas preconcebidas? Puedes intentar conocerla sin prejuicios. Tal vez, detrás de su apariencia autoritaria se encuentre una mujer maravillosa por conocer.

En caso que ya la conozcas y hayáis tenido ciertas discrepancias o alguna de sus acciones te haya desagradado, es importante entender que las personas son imperfectas y cometen errores. Para convivir es necesario aprender a perdonar.

Mi suegra quiere vivir con nosotros ¿qué hago?

Si por alguna de las circunstancias anteriormente nombradas, tienes que vivir con tu suegra, recuerda que las personas tenemos una capacidad elevadísima para adaptarnos a nuevas circunstancias, e incluso a una situación complicada, como a priori, podría ser la convivencia con la madre de tu pareja. Con el fin de que aprendas a llevarte mejor con tu suegra, en Psicología-Online te sugerimos 8 consejos que pueden ayudarte si tienes que vivir con ella:

  1. Tened una conversación antes de que empiece la convivencia. Es necesario establecer límites, en los que cada persona de la unidad familiar sepa cuál es su papel, qué le está permitido y qué no. Dejar claro cómo será la organización del hogar y la crianza de los hijos es fundamental para evitar posibles intromisiones, que más tarde serán más difíciles de enmendar.
  2. Ponte en su lugar. Adoptando una postura empática, tal vez puedas apreciar que la mala relación con tu suegra podría deberse más a un distanciamiento con su hijo que algo personal contra ti.
  3. Reflexiona sobre tu responsabilidad. Pregúntate a ti misma qué papel estás jugando en la situación. Hay veces en las que una persona no ha hecho nada para causar que la convivencia con la suegra se vuelva tensa. Sin embargo, también pueden darse situaciones en las que estés haciendo o dejando de hacer algo que está causando que pudiera molestar a tu suegra. Piensa de nuevo en cómo has actuado y pregúntate honestamente si una tercera persona ajena a la situación podría encontrar fallos. ¿Eres una víctima total en esta situación? ¿Haces o dices cosas que podrían incitar una respuesta negativa? Si es así, considera cómo puedes cambiar la forma en que estás manejando la situación o reaccionando ante ella.
  4. Comunícate con tu pareja primero. Recuerda que sois un equipo, y si tu pareja siente que no confías en él en primer lugar, la relación se puede resentir.
  5. Busca espacios de intimidad con tu pareja. Con la suegra en casa puede parecer difícil encontrar privacidad, pero no es imposible.
  6. No entres a discutir en cualquier pelea. A veces, es un signo de madurez dejar pasar un comentario desafortunado. Si no lo puedes dejar pasar, comunícate de forma asertiva, planteando tus derechos al mismo tiempo que respetas los suyos. En el siguiente artículo encontrarás cómo resolver un conflicto de forma asertiva.
  7. Intenta desarrollar un vínculo con tu suegra: interésate por su opinión sobre una noticia, pregúntale por su hijo cuando era pequeño, compartid una afición, dad un paseo juntas, inclúyela en actividades familiares.
  8. Por último, recuerda que no necesitas la aprobación de nadie para vivir tu vida de la manera que deseas. No te vuelvas loca tratando de obtener el visto bueno de tu suegra. No importarte lo que piensen los demás de ti podría ser una fuente de empoderamiento y liberación personal.

En el siguiente artículo encontrarás más claves para convivir en armonía.

Ventajas y desventajas de vivir con los suegros

De la convivencia con los suegros, pueden extraerse tanto ventajas como desventajas. Así, es importante conocerlas de antemano para estar al tanto de lo que podría esperarnos y poder hallar una solución. A continuación, listamos algunas de las ventajas y desventajas principales de vivir con los suegros:

Ventajas de vivir con los suegros

  • Mejora económica: si sois vosotros los que os trasladáis a su domicilio, podría suponer que no tengáis que pagar alquiler o hipoteca.
  • Ayuda doméstica: pueden ayudarte en el cuidado de los niños y algunas tareas domésticas.
  • Los niños disfrutan de los abuelos: una consecuencia directa de lo anterior es que los niños pueden pasar más tiempo con sus abuelos, lo que es enriquecedor para ellos.
  • Mejor relación familiar: puedes descubrir que no son tan malos como se les suele atribuir, y establecer un vínculo con ellos, lo que a su vez repercutiría positivamente en tu relación conyugal, ya que para tu pareja podría ser muy importante que tengas una buena relación con sus padres.

Desventajas de vivir con los suegros

  • Puede repercutir en la intimidad: es más difícil que la pareja tenga privacidad y momentos de intimidad cuando se convive con los suegros.
  • Conflictos derivados de los intentos de los suegros por imponer reglas y normas.
  • Posible pérdida de autonomía e independencia de la pareja.
  • Podrían darse intromisiones en la educación de los hijos.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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Bibliografía
  • Pines, A. (2013). Couple burnout: Causes and cures. Routledge.
  • Rojas de González, N. (1985). Conflictos de pareja y de familia: un nuevo enfoque terapéutico. 2a ed. Bogotá: Pontificia Universidad Javeriana; .
  • Rittenour, C. E., Colaner, C. W., & Odenweller, K. G. (2014). Mothers’ identities and gender socialization of daughters. Southern Communication Journal, 79(3), 215-234.