Betabloqueantes para la ansiedad: qué son, cómo funcionan y efectos secundarios

Los betabloqueantes son fármacos que bloquean los receptores de la adrenalina, y se utilizan para tratar distintas afecciones de salud como la hipertensión arterial y las arritmias cardíacas, entre otros. En líneas generales, reducen la actividad del sistema nervioso simpático y, por consiguiente, reduce la frecuencia cardíaca.

Aunque su principal uso sea para los cuadros clínicos mencionados, también puede recetarse para reducir los síntomas físicos de la ansiedad, como la sudoración excesiva o la taquicardia. En este artículo analizamos Cuál es el mejor medicamento para la ansiedad.

Tipos de betabloqueantes para la ansiedad

Los betabloqueantes son una clase de medicamentos que se utilizan para tratar una variedad de condiciones médicas, pero no todos son efectivos para tratar la ansiedad. Los más comúnmente prescritos para ello son los betabloqueantes selectivos, que se dirigen específicamente a los receptores beta-1 en el corazón, y tienen menos efectos secundarios relacionados con los receptores beta-2 en otros tejidos del cuerpo. Los betabloqueantes más utilizados para la ansiedad incluyen:

• Propranolol: es uno de los betabloqueantes más recetados para tratar los síntomas físicos de la ansiedad. Es un betabloqueante no selectivo, lo que significa que afecta tanto a los receptores beta-1 como a los beta-2.
• Atenolol: es otro betabloqueante comúnmente utilizado para tratar la ansiedad. Atenolol es más selectivo para los receptores beta-1 y tiene menos efectos secundarios relacionados con los receptores beta-2 en comparación con el propranolol.
• Metoprolol: al igual que el atenolol, el metoprolol es un betabloqueante selectivo para los receptores beta-1. Se prescribe a menudo para controlar la frecuencia cardíaca y la presión arterial en personas con ansiedad. En este artículo analizamos si ¿Puede darme un infarto por ansiedad?

Los betabloqueantes para la ansiedad bloquean unos receptores llamados beta-adrenérgicos, los cuales son partes del sistema nervioso simpático, responsable de activar la respuesta de "lucha o huida" en situaciones estresantes y liberar hormona como la adrenalina (epinefrina) en el torrente sanguíneo.

Así pues, los betabloqueantes bloquean los efectos de la adrenalina al unirse a los receptores beta-adrenérgicos en el corazón y otros órganos. Al hacerlo, reducen la respuesta física del cuerpo al estrés, lo que favorece la disminución de manifestaciones físicas de la ansiedad. En definitiva, estos medicamentos bloquean el acceso entre estos componentes y alivian el funcionamiento del sistema nervioso central.

Si bien los betabloqueantes pueden ser eficaces para controlar los síntomas físicos de la ansiedad, también pueden producir efectos secundarios en algunas personas. Los más comunes son los siguientes:

• Trastornos del sueño: hay quienes pueden experimentar problemas para conciliar el sueño o para mantenerlo mientras toman betabloqueantes.
• Mareos y vértigo: los betabloqueantes pueden causar mareos o vértigo en algunas personas, especialmente al ponerse de pie rápidamente. Esto puede ser el resultado de una disminución en la presión arterial.
• Dificultades respiratorias: en personas con enfermedades como el asma, los betabloqueantes pueden agravar los síntomas.
• Problemas gastrointestinales: los betabloqueantes pueden causar molestias estomacales, náuseas, vómitos o diarrea en algunas personas.
• Fatiga: uno de los efectos secundarios de los betabloqueantes para la ansiedad es la sensación de cansancio y falta de energía, así como fatiga muscular. Aquí te explicamos Cómo es la fatiga por ansiedad, síntomas, duración y tratamiento.

Para que la acción de los betabloqueantes sea la correcta, el suministro debe ser supervisado por un profesional de la salud mental que evalúe las condiciones clínicas de cada paciente.

Los betabloqueantes están contraindicados en ciertos casos debido a sus efectos en el sistema cardiovascular y otros sistemas del cuerpo. Descubre cuándo están contraindicados a continuación:

• Insuficiencia cardíaca no controlada: los betabloqueantes pueden empeorar la insuficiencia cardíaca si no está bien controlada o si los síntomas del paciente empeoran.
• Hipotensión severa: los betabloqueantes pueden disminuir la presión arterial, por lo que están contraindicados en personas que ya tienen hipotensión severa.
• Reacciones alérgicas: hay quienes sufren reacciones alérgicas graves a betabloqueantes. En estos casos, está contraindicado que lo tomen de nuevo, pues el consumo de los mismos representa un peligro de vida.
• Enfermedades pulmonares obstructivas: pueden provocar constricción de las vías respiratorias en personas con asma o enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), lo que empeoraría los síntomas respiratorios y está contraindicado en estas condiciones.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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