Cómo prevenir el bullying

El psicólogo sueco Dan Olweus fue el primero en usar, en los años 70, el término inglés "bullying" para indicar la preponderancia entre pares en sus investigaciones pioneras sobre la violencia escolar que llevaron a la formulación de un programa de antibullying ampliamente adoptado en las escuelas de los países nórdicos.

Resumiendo las diferentes definiciones seguidas a lo largo de los años, podemos delinear el bullying como un comportamiento ofensivo-agresivo reiterativo en el que los papeles se cristalizan en el tiempo, que persigue la intencionalidad de dañar y ofender a la víctima, que se convierte en el blanco de la diversión del otro o del grupo y asimétrico en el equilibrio entre las fuerzas de la víctima y las del prevaricador.

La motivación última del bullying no es, sin embargo, actuar de manera particularmente violenta o obtener ventajas materiales mediante la extorsión directa a un compañero, sino más bien de tipo relacional, o afirmar el poder de uno sobre el otro dentro de su red social.

Las causas del bullying son múltiples y se pueden atribuir a una serie de factores individuales y dinámicas de grupo como:

• El temperamento del niño.
• Los modelos familiares.
• Los estereotipos impuestos por los medios de comunicación.
• La educación impartida por los padres.
• La educación de los centros escolares, que a menudo desatienden las relaciones entre los alumnos.
• Otras variables relacionadas con el entorno escolar y social.

Una acción de prevención y lucha contra la difusión del bullying debe requerir adultos más conscientes capaces de crear un contexto relacional y educativo significativo. Su participación es esencial para dar una huella positiva a la relación educativa y entre iguales.

Ya sean directivos escolares, profesores, colaboradores escolares, padres, es importante que sean conscientes de su papel, que requiere una atención y una sensibilidad educativa hacia cualquier niño y niño. Pueden promover una acción educativa común en los contextos en los que actúan, con la convicción de desempeñar un papel central en la prevención del bullying, asumiendo la responsabilidad de poner límites, deteniendo el acoso escolar.

¿Cómo prevenir el acoso escolar? La institución debería prever una formación específica de los profesores en su acción educativa, en particular sobre la prevención de los conflictos, la violencia y el bullying. También debería prever espacios especiales en los que los jóvenes puedan hacer preguntas, a las que hay que saber responder y no tergiversar, y no aprender sólo respuestas.

Por tanto, la escuela debe ofrecer al mundo juvenil los instrumentos adecuados para poder interpretarla y cargarla con significados de discernimiento. Sólo yendo en esta dirección, y cuando los adultos encuentren la concordancia de opiniones sobre el fenómeno del bullying, se podrá reducir el comportamiento antisocial de los chicos.

Una de las características fundamentales de los últimos años es, sin duda, la difusión generalizada de los medios electrónicos entre niños y jóvenes y la toma de conciencia de hasta qué punto la utilización de estos medios puede afectar a sus vidas, ofreciendo estímulos y oportunidades, así como enfatizando algunas formas de agresividad en las relaciones con los demás.

De hecho, la cuestión de la relación de los menores con los medios de comunicación manifiesta una urgencia insuperable, un deber de responsabilidad no aplazable. Todo esto lleva a solicitar, en particular, a la escuela, a los profesores y sobre todo a los padres, ofreciéndoles conocimientos y herramientas para gestionar las posibles intervenciones educativas.

Sin embargo, antes de actuar, es necesario comprender los nuevos escenarios en los que se integran los niños y los jóvenes, cómo viven el uso de las tecnologías y cómo los propios adultos se enfrentan a este tema. Para saber más acerca de esta forma de acoso, consulta nuestro post Qué es el ciberbullying: causas y consecuencias.

El cine es un instrumento extraordinario, una fábrica de sueños y emociones que lleva al espectador a historias que, incluso cuando son fruto de la fantasía, le conciernen y le inducen a reflexionar sobre identidad, relaciones y comportamientos.

Este proceso de identificación no demasiado peligroso está presente en todas las metodologías narrativas y es particularmente eficaz con el cine, ya que los niños "digitales" de hoy tienen una relación continua con las imágenes. A esta generación los videos pueden transmitir contenidos complejos de manera más eficaz.

La educación y la enseñanza deberían ser consideradas como las estrategias de una profesión difícil y delicada, que merecería la más alta consideración en una sociedad civil que se preocupe por la suerte de sus jóvenes. Es necesario que los educadores conozcan la complejidad y la singularidad de los educandos.

Por lo tanto es necesario que un educador busque en su cofre de conocimientos los fundamentos del difícil oficio de vivir. Sería útil para los adultos plantearse algunas preguntas, cuyas respuestas implican visiones complejas que tienen raíces profundas en nuestra historia de individuos y de especies.

Se trata de un modelo educativo revolucionario porque requiere una nueva figura de adulto: alguien que, a pesar de tener conocimientos y experiencias, renuncia a transmitir su saber para ayudar y sostener procesos de auto aprendizaje entre los más jóvenes.

La educación entre iguales representa hoy uno de los modelos de trabajo más significativos con y para los menores. La premisa es que los estudiantes pueden ser protagonistas en la promoción de su bienestar. Algunos modelos de intervención de la educación inter pares aportan una contribución especial a la prevención y reducción del bullying.

Con demasiada frecuencia los niños que son objeto de acoso escolar no denuncian el hecho, un poco por miedo, un poco porque tienden a minimizar lo sucedido justificando a los verdugos e incluso llegando a considerarse "merecedores" de las acusaciones dirigidas contra ellos, en un círculo vicioso que en casos extremos puede conducir al suicidio.

Si nuestros niños y adolescentes experimentan uno o más de los siguientes trastornos, es bueno tratar de hablar con ellos tratando de empujarlos a un diálogo: trastornos psicosomáticos, aislamiento, frecuentes dolores de cabeza o de barriga, depresión, disminución en el rendimiento escolar, etc. En cualquier caso, nunca subestimes estos signos y nunca dejes solos a los niños y a los adolescentes para que se enfrenten a cualquier tipo de problema.

Si sospechamos o tenemos la certeza de que un menor es víctima de acoso, debemos hacer todo lo posible para que nunca se sienta solo, denunciando el hecho a las autoridades y tratando de asegurarle que el suyo no es un caso aislado.

Pero, sobre todo, no se debe incitar a responder a las intimidaciones, sino más bien enseñar herramientas de protección como, por ejemplo, evitar los lugares aislados, tanto dentro de la escuela como en el camino de casa, y mostrarse lo más indiferentes posible a toda provocación, la verdadera arma contra los matones.

A continuación, ponerse en contacto con los profesores del menor, exponiéndoles la situación y asegurándose de que supervisan a los sujetos identificados como matones. Si usted nota que las repercusiones psicológicas en el niño o adolescente víctima de bullying son considerables, podría valer la pena hablar con un psicólogo.

Por lo que se refiere a la comunicación, el trabajo que la escuela está llamada a hacer es enorme: hay carencias evidentes entre los jóvenes (pero también entre los adultos), debidas en parte a un mal conocimiento de la lengua, pero, sobre todo, a las formas engañosas de interacción que los niños aprenden a diario en los medios sociales, donde la tendencia a la agresión verbal y a la polémica termina en sí misma.

Además, hay pocas intervenciones educativas que enseñen la confrontación y la autoridad de las palabras. La alfabetización emocional es otro paso esencial en el camino de la prevención del bullying. Los educadores están llamados a impulsar en los alumnos la capacidad empática y la disponibilidad a la escucha activa del otro.

Pero, sobre todo, los/as docentes tienen el deber de hacerles conscientes de sus responsabilidades emocionales hacia sí mismos y hacia sus iguales como punto clave para prevenir el bullying.

Para aprender cómo prevenir el bullying para los niños, hay que entender que el acoso escolar no depende exclusivamente de factores temperamentales y familiares que favorecen la aparición de comportamientos agresivos. Las actitudes, los hábitos y los comportamientos del personal escolar, y en particular de los profesores, son determinantes en la prevención y el control de las acciones de acoso escolar.

De ahí la importancia de un enfoque integrado, que guíe la organización y la acción dentro de la escuela, con la explicitación de una serie de objetivos acordados que den a los alumnos, al personal y a los padres; además de una indicación y una demostración tangible del compromiso para prevenir y combatir los comportamientos de bullying.

A la luz de lo anterior, un programa de acción eficaz debe, por lo tanto, tener como requisito inicial la intención de resolver los posibles problemas relacionados con el bullying, junto con la voluntad de prevenir su aparición reforzando los factores de protección mediante técnicas que trabajan principalmente en la valorización de los recursos personales, familiares, escolares y de la comunidad.

Ahora que sabes qué es el bullying y cómo evitarlo, ¿cómo podemos promover el comportamiento social en los menores? Veamos algunas sugerencias para todo tipo de educadores:

• Adopción de un estilo educativo autorizado: se trata de la apertura al diálogo y del establecimiento de recursos de apoyo, con reglas claras y compartidas.
• Establecimiento de modelos educativos: estos deben rechazar explícitamente los comportamientos agresivos, valorando claramente, ante todos, los comportamientos prosociales.
• Disposición de un espacio educativo: consiste en la creación de un contexto y un calendario para que los niños puedan llevar a cabo actividades de grupo dirigidas a alcanzar objetivos comunes y compartidos.
• Valorización de los contenidos: las disciplinas de estudio deben proporcionar pistas de reflexión sobre la prosocialidad y la convivencia civil.
• Consolidación de la enseñanza de la ciudadanía.

Si te ha resultado útil estos consejos para prevenir el bullying o acoso escolar, te recomendamos ampliar tus conocimientos sobre el tema con nuestros artículos sobre Tipos de acoso escolar y sus consecuencias.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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