Qué hacer cuando un hombre tiene miedo al compromiso
¿Estás teniendo una relación en la que parece que tu pareja no se involucra completamente? ¿Sientes que tu relación está estancada? ¿Por qué el miedo al compromiso es algo tan extendido actualmente? ¿Por qué es especialmente difícil para los hombres comprometerse con su pareja, a pesar incluso, de estar enamorados? ¿Es posible hacer algo al respecto? En este artículo de Psicología-Online: Qué hacer cuando un hombre tiene miedo al compromiso, intentamos arrojar cierta luz al respecto.
Miedo al compromiso: hombres
El célebre sociólogo Zygmunt Bauman escribió que en la vida moderna siempre hay una sospecha de que uno está viviendo una mentira o un error, que algo crucialmente importante ha quedado sin probar e inexplorado, que algunas oportunidades de felicidad no se hayan aprovechado a tiempo y estén destinadas a perderse para siempre.
Cuando somos niños, tenemos la libertad de experimentar y crear, de conocer y descubrir. Podemos imaginar que somos exploradores, artistas, reyes, magos, superhéroes o villanos. Las posibilidades son prácticamente infinitas. Sin embargo, a medida que crecemos, para encajar en la vida adulta se nos imponen una serie de normas y limitaciones, que nuestros semejantes ven aceptables, y que nos permiten convivir con cierta armonía, proporcionándonos a su vez información sobre cómo se comportarán ellos. Así, evitamos el caos, a cambio de reducir, en cierto sentido, nuestra libertad. Este proceso se conoce como socialización.
De esta manera, a medida que nos vamos adentrando en la vida adulta, vamos dejando atrás la posibilidad de experimentar con muchos roles de la niñez para ir escogiendo un camino vital. Para muchos, este proceso se vive con normalidad y no tiene notables implicaciones en su vida. Otros, por el contrario, llegan a sentirse “confinados”, ya sea por sus propias elecciones o porque sienten que han sido asignados a un camino que se aleja de lo que esperaron. Cuando nos comprometemos con una pareja, nos comprometemos con una historia. Sin embargo, pueden quedar recovecos de curiosidad por el camino que no escogimos: ¿de qué otras historias podríamos haber formado parte?
Bauman hablaba de nuestra nostalgia por las vidas no vividas, las identidades inexploradas y los caminos que no se tomaron. La era digital en la que nos hayamos inmersos da una salida sin precedentes a esta encrucijada, especialmente, en cuanto a las relaciones. Con solo una simple aplicación de móvil tenemos a nuestra disposición cientos de perfiles de mujeres y hombres a los que conocer. Con mínimo esfuerzo, sin salir de casa, podemos entablar múltiples conversaciones con un sinfín de posibles candidatos. ¿Para qué comprometerse con una persona, estando disponible la siguiente a la vuelta de la esquina?
Por qué los hombres tienen miedo al compromiso
Una de las razones más comunes por las que los hombres temen el compromiso es que pueden verlo como el fin de su libertad. A través de concepciones erróneas sobre el amor y las relaciones, asumen que el tener pareja los acorralará con responsabilidades y nunca podrán volver a vivir una vida sin preocupaciones. En otras ocasiones, se equipara compromiso a aburrimiento, y les resulta poco atractiva la idea de involucrarse más. Muchos chicos pueden estar en una relación para divertirse y no consideran la exclusividad como algo a tener en cuenta. Un motivo clásico son los recuerdos amargos de relaciones pasadas y comportamientos reprochables por parte de una expareja, por lo que es posible que tengan miedo de reexperimentar el sufrimiento causado tras una ruptura dolorosa. Otras razones frecuentes son la ausencia de confianza en la persona o en la relación, la falta de madurez e inseguridades personales. Si quieres saber más, en el siguiente artículo encontrarás más causas del miedo al compromiso.
Cómo superar el miedo al compromiso
Si tienes que elegir entre dos opciones, probablemente escogerás la que parezca que tiene más ventajas o cualidades, o la que parezca “menos mala”. Pero si tienes 56 variedades diferentes, tardarás mucho más en elegir la más adecuada, y es probable que dediques mucho más tiempo en examinar las opciones, preguntándote incluso después de haber decidido, si fue lo mejor o si las otras opciones podrían haber sido las adecuadas. El quid de la cuestión radica en las oportunidades perdidas, en el temor a tomar la decisión equivocada y en la necesidad de control. Sin embargo, no podemos obviar que la vida está llena de decisiones: desde que tiramos la primera papilla hasta que solicitamos entrar en una universidad. Desde el color de la camisa que nos ponemos por la mañana hasta la elección del sitio de vacaciones. Y todas ellas, por su misma naturaleza, implican la pérdida de otras opciones.
Para superar el miedo al compromiso, es vital aceptar que el deseo de la seguridad completa no es algo alcanzable para nadie, y que la incertidumbre forma parte de la vida. Es importante no torturase con las elecciones descartadas, enfocándose en el momento actual y en las ventajas que este tiene. Asimismo, ser sincero y expresar lo que ocurre es algo liberador, y ayuda a fomentar la comprensión y empatía en nuestra pareja. Tener conciencia y motivación para cambiar son catalizadores para el proceso. No obstante, existen muchas diferencias individuales, y tanto la personalidad, las relaciones familiares y los desengaños del pasado, juegan un papel fundamental en nuestras creencias sobre la pareja y el compromiso. A veces, acudir a un psicólogo nos ayuda a dilucidar nuestro caso en concreto, a entender qué nos está pasando, identificando nuestros sentimientos y afrontando los miedos para poder avanzar.
Qué hacer cuando un hombre tiene miedo al compromiso
¿Cómo hacer que pierda el miedo al compromiso? A continuación listamos 10 consejos:
- Mantén tu vida, tus aficiones, tus amistades, etc. No dejes de hacer planes sólo porque él está disponible. Es importante que cultives parcelas separadas en tu vida en las que puedas encontrar espacios para hacer lo que a ti te gusta.
- Respeta su espacio, sus relaciones y sus actividades fuera de la pareja. En una relación sana, los momentos de separación son necesarios para que podáis reconectar con energías renovadas.
- Intenta que se abra contigo, que la relación sea un lugar seguro donde pueda expresar sus miedos, dudas e inseguridades. Trata de tener conversaciones más profundas y abiertas, libre de juicios y de críticas, donde pueda verbalizar lo que siente y piensa sin temor a ser juzgado ni rechazado.
- No juegues a hacerle chantajes emocionales. La única forma de forjar un vínculo real es empezar siendo reales nosotras mismas. Los juegos y manipulación solo consiguen juegos y manipulación. La intimidad verdadera se nutre de honestidad.
- No le permitas pagarlo todo. Está bien que te invite a veces, valora el gesto, pero no esperes que lo haga siempre y ofrece pagar tú también. Demuéstrale que lo que te importa es su persona y su compañía, no su cuenta corriente. El dinero es un símbolo de poder, y las fuerzas de ambas partes de la pareja deben estar balanceadas.
- No te conviertas en la detective de sus redes sociales. Ya sea por celos, para examinar posibles amenazas o por necesidad de control, vigilar a tu pareja online nunca es una buena idea: te sitúa en una posición de inseguridad y pone en jaque la confianza de tu pareja.
- No le compares con tu ex. Todos conocemos el refrán “las comparaciones son odiosas”. Y lo son por algo. No se trata de que ocultes tu pasado y que actúes como si fuera el primer hombre en tu vida. Se trata, más bien, de que le des el peso que le corresponde, y que tu pareja perciba que lo sitúas en el pasado.
- Sé clara con lo que quieres. Muchas personas tienen miedo de que, si son demasiado sinceras, “ahuyentarán” a sus parejas. Así, esta estrategia puede ser aterradora si no te quieres exponer, especialmente si os encontráis en una especie de “limbo”, a través del cual todo parece indicar que se trata de una relación, pero todavía no se ha definido como tal. Pero, si reúnes el valor de afrontar esa conversación incómoda, sabrás dónde se encuentra la otra persona: si quiere seguir viéndote de manera más informal, si quiere formalizar lo vuestro o si, por el contrario, os sitúas en lugares emocionales completamente distintos.
- Establece un período de tiempo en el que estés dispuesta a marcharte. Si tu pareja no tiene intención de avanzar contigo, estará felizmente relajado en la “fase de luna de miel” para siempre. Fija el plazo de tiempo que estés dispuesta a esperar.
- Por último, pasa página si no te da el sitio que te mereces. Es hora de alejarse cuando se está en una relación en la que una se siente emocionalmente insegura, sus sentimientos no se escuchan ni se responden con respeto, donde no puedes expresarte libremente, si sabes que no va bien y, al final, no te sientes feliz. Será doloroso al principio, pero siempre es mejor que engañarse o conformarse con algo que no se acerca a lo que tú quieres o no es suficiente. Toma las riendas de tu vida y sal de una relación insatisfactoria. Tal vez para encontrar a otra persona, en el mejor de los casos, para encontrarte a ti misma.
Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.
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- Bauman, Z. (2013). Liquid modernity. John Wiley & Sons.
- Perel, E. (2017). The state of affairs: Rethinking infidelity-A book for anyone who has ever loved. Hachette UK.
- Young, M. E., & Long, L. L. (1998). Counseling and therapy for couples. Thomson Brooks/Cole Publishing Co.