Adicciones

Cómo dejar el alcohol

Bryan Longo
Por Bryan Longo. 18 junio 2020
Cómo dejar el alcohol

El alcohol es otra de las tantas sustancias de mayor riesgo que pueden crear adicción, es decir, una sustancia que muy fácilmente puede provocar necesidad patológica de su consumo. El alcohol por su gran implicación en el organismo, específicamente en el circuito de recompensa del cerebro y también por su fácil acceso, puede provocar con facilidad una adicción, de la cual es muy complejo el proceso de desintoxicación y per se el abandono de su consumo. En este artículo de Psicología-Online te explicamos cómo dejar el alcohol y cuáles son sus opciones de tratamiento.

Índice

  1. ¿Se puede dejar el alcohol de golpe?
  2. La abstinencia del alcohol
  3. Cómo dejar de beber alcohol para siempre
  4. Pastillas para dejar de beber alcohol

¿Se puede dejar el alcohol de golpe?

El alcohol es una sustancia potencialmente adictiva por su extensa alteración neuroquímica en el organismo. intentar dejarlo de golpe puede provocar una pobre adherencia al tratamiento que es de carácter invasivo. Abandonarlo de golpe puede ocasionar una reacción inversa: abandonar la abstinencia y no el alcohol de golpe.

Como se menciona, el consumo de alcohol provoca una gran alteración neuroquímica en el organismo, que al intentar dejarlo de golpe provocará los síntomas característicos de una abstinencia, mismos que por su presentación incómoda y poco tolerables lo llevaran a una recaída.

En este artículo puedes ver los efectos del alcohol en el cerebro y sistema nervioso.

La abstinencia del alcohol

Según el DSM 5 (2013) la abstinencia del alcohol es el cese (o reducción) de un consumo de alcohol que ha sido muy intenso y prolongado. En la abstinencia del alcohol pueden aparecer dos o más de los siguientes síntomas o signos siguientes a las pocas horas o días de cesar (o reducir) el consumo:

  1. Insomnio.
  2. Agitación psicomotora.
  3. Hiperactividad del sistema nervioso autónomo, es decir, sudoración o ritmo cardiaco superior a 100 latidos por minuto).
  4. Incremento de temblor en las manos.
  5. Alucinaciones o ilusiones transitorias visuales, auditivas o táctiles.
  6. Ansiedad.
  7. Convulsiones tónico-clónicas generalizadas.
  8. Náuseas o vómitos.

Los síntomas suelen comenzar cuando las concentraciones de alcohol en la sangre disminuyen notablemente (es decir, en el plazo de 4 a 12 horas) después de que se haya detenido o reducido el consumo de alcohol se puede manifestar el pico de intensidad durante el segundo día de abstinencia y pueden mejorar significativamente al cuarto o quinto día. Sin embargo, en la abstinencia aguda, los síntomas de insomnio, ansiedad y disfunción autonómica pueden persistir de 3 a 6 meses con menor intensidad. Hay que resaltar que las convulsiones tónico-clónicas generalizadas solo se han presentado en menos del 3% de las personas.

La forma más grave y peligrosa de la abstinencia alcohólica es el delirium tremens, caracterizado por la confusión, los temblores, las alucinaciones y demás síntomas ya mencionados. El desequilibrio del sistema nervioso es tal que requerirá ingreso hospitalario.

Los síntomas de la abstinencia se pueden aliviar mediante la administración de alcohol o benzodiacepinas (diazepam por ejemplo). Los síntomas de abstinencia pueden servir para perpetuar comportamientos con el alcohol o la cerveza y contribuyen así a la recaída, lo que ocasiona una alteración continuada del funcionamiento social y laboral.

El síndrome de abstinencia dependerá también del tipo de alcoholismo.

Cómo dejar de beber alcohol para siempre

¿Cómo dejar de beber? A continuación veremos las 4 claves imprescindibles para ello.

1. Reconocimiento del problema

Dejar de beber alcohol para siempre es uno de los propósitos que a veces parecen ser utópicos para familiares, amigos y demás personas cercanas al consumidor, incluso para el mismo adicto se vuelve un acto que está muy fuera y también muy alejado de sus capacidades.

También ocurre algo muy interesante en este propósito de dejar de beber alcohol, y es que muchas veces es considerado como un problema únicamente por las personas cercanas. Para el adicto esto parece ser solo un hábito de beber unas cuantas cervezas los fines de semana o el único recurso para aliviar frustraciones, así que no hay ningún problema que arreglar.

El primer paso en la superación de una aparente adicción siempre será la aceptación, aceptar que hay un problema que superar y por lo tanto una posible solución.

2. Compromiso y responsabilidad

Aunque, en ocasiones, el aceptar el problema para dejar de beber alcohol se puede disimular en una superflua resignación (por ejemplo, se puede decir lo siguiente: yo sé que tengo un problema, pero me es imposible dejar de beber; no tengo solución, ya estoy perdido, nadie me puede sacar de aquí) o incluso se puede ocultar en falsos y desesperados alaridos de auxilio (por ejemplo, el enfermo puede decir lo siguiente: yo no podré salir de aquí sin la ayuda de…; necesito salir de aquí; necesito que me ayuden a salir de aquí; necesito que no te vayas y me ayudes a salir de aquí; sé que tengo un problema y lo estoy intentado solucionar pero no quiero que te alejes). Estos dos mecanismos que aparentan aceptación, son todo lo contrario a esto.

Estos mecanismos que parecen ser obra de alguien tan inteligente y manipulador, son simples manifestaciones primitivas de todo ser humano para sobrevivir en una perpetúa gratificación, por lo que se debe estar preparado para saber afrontar esta situación. En el siguiente artículo se ofrecen orientaciones familiares para ayudar a una persona con alcoholismo.

El siguiente paso para dejar de beber será coger el compromiso de asumir el tratamiento del alcoholismo.

3. Desintoxicación

El proceso de desintoxicación muchas veces es el paso más difícil al ser el más susceptible a recaídas. La desintoxicación muchas veces debe estar acompañado de profesionales clínicos debido a los frecuentes síntomas físicos que se presentan.

Este paso fundamenta lo complejo que es dejar de golpe el consumo del alcohol debido a que las personas comienzan sin ese apoyo que alivie o intervenga con esos síntomas físicos.

Aquí encontrarás más información sobre cómo ayudar a un amigo con alcoholismo.

4. Trabajo emocional

La mayoría sino es que todas las necesidades de consumo excesivo de alguna sustancia, son causadas por dificultades emocionales.

Es muy conocida la baja tolerancia a la frustración o las pocas herramientas psicológicas para afrontar las vicisitudes de la vida, y que son remplazadas por el salto apresurado y eufórico por estar bien o sentirse bien; las personas que acostumbran a beber alcohol muchas veces manifiestan conductas de intolerancia a la frustración, es decir, que al menor dolor o conflicto buscan aliviarlo de manera apresurada (sin hablar o expresar sus emociones) bebiendo e inconscientemente manipulando su sistema neuroquímico (sobre todo los sistemas dopaminérgicos), y así sentirse llenos de placer o alivio.

Volviendo al primer paso de aceptación, las personas que presentan un problema con el consumo de alcohol frecuentemente niegan que beben por posibles conflictos emocionales y rehúsan analizar o explorar a fondo esta área de su vida, que muchas veces son de contenido inconsciente (traumas en la infancia, poco entrenamiento de tolerancia a la frustración). Por tanto, el siguiente paso para dejar de beber y dejar de necesitar el alcohol para tapar los problemas personales, será realizar un trabajo psicológico de autoconocimiento y gestión emocional.

5. Acompañamiento psicológico y farmacológico

En la mayoría de casos en donde existe un problema con el consumo del alcohol se interviene con tratamiento psicológico y algún fármaco como coadyuvante al procedimiento. El acompañamiento psicológico dependerá del enfoque sugerido por el clínico y también el requerido por el paciente.

Pastillas para dejar de beber alcohol

El fármaco de mayor uso en la intervención de problemas por consumo de alcohol es el disulfiram, que provoca una reacción aguda ante el consumo de etanol. Con nombre comercial de Antabus.

Este fármaco previene el metabolismo de la dopamina. La dopamina es un neurotransmisor que se libera en grandes cantidades cuando se consume alcohol; el exceso de dopamina da como resultado síntomas de mayor tensión arterial, inquietud, ansiedad y otros síntomas desagradables. Pero es de menester resaltar que dentro de estos efectos adversos se suman frecuentemente la hipotensión y el mareo de importancia vital, pues una caída puede provocar una contusión craneal, y dicha contusión, al no ser el cerebro regado con la suficiente cantidad de sangre, puede provocar la muerte.

En alguien que no es consumidor asiduo el alcohol se metabolizará en el hígado por la enzima aldehído deshidrogenasa. Tras la ingesta de alcohol, este da lugar en el organismo a acetaldehído, el cual sigue transformándose. Cuando el disulfiram bloquea o inhibe la enzima aldehído deshidrogenasa se provoca una acumulación de acetaldehído en sangre, así el aumento de concentración en sangre de acetaldehído contribuye después tras la ingesta de alcohol en pacientes tratados con disulfiram, que consiste en una serie de efectos físicos desagradables, esta reacción también se conoce como efecto antabus.

El disulfiram bloquea la reacción, lo cual evita que se metabolice el acetaldehído y así provoca un aumento de sus concentraciones plasmáticas.

Este fármaco está indicado en el tratamiento de alcoholismo en programas de deshabituación. Ya que el acetaldehído es el responsable de las resacas, al ingerir alcohol bajo tratamiento o efectos del disulfiram se producirá una inmediata y aguda resaca (mucho más grave).

Los síntomas principales del efecto antabus son los siguientes:

  1. Náuseas.
  2. Vómitos.
  3. Taquicardia.
  4. Erupción cutánea.
  5. Dificultad para respirar.
  6. Enrojecimiento.
  7. Palpitaciones en cabeza y cuello.
  8. Cefalea pulsátil.
  9. Sudoración.
  10. Dolor torácico.
  11. Sed.
  12. Disnea.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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Bibliografía
  • American Psychiatric Association. (2013). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM 5). Editorial Panamericana.
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Antonio
Excelente información!... Gracias
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