Cómo desarrollar la imaginación
Un aspecto crucial del pensamiento creativo es la capacidad que tenemos de imaginar. Sin imaginación, nuestra habilidad para mezclar realidades y conceptos, de ver las cosas no como son sino como podrían ser, se ve muy limitada. ¿Cómo podemos generar nuevas y valiosas ideas si solo tenemos acceso a las ya existentes y probadas? Una imaginación vívida y rica en matices nos ayuda a crear e innovar y a expresar y plasmar lo imaginado en ámbitos como la ciencia, la tecnología, el arte o la literatura.
En este articulo de Psicología-Online te vamos a explicar cómo desarrollar la imaginación a través de una serie de actividades y ejercicios al alcance tanto de niños como de adultos.
Actividades para desarrollar la imaginación
¿Cómo trabajar la imaginación? Existen multitud de actividades para desarrollar la imaginación, tantas como la propia imaginación nos permite imaginar, valga la redundancia. Uno de los ejercicios más comunes y que tanto gusta a los niños es fingir que son lo que no son, lo que se conoce como juego de roles; por ejemplo, los niños pueden jugar a ser médicos, enfermeras o arquitectos. Esta es una de las mejores formas para que desarrollen su pensamiento creativo y experimenten nuevas sensaciones y realidades. Inventarse nuevas identidades (como ser superhéroes o superheroínas) también puede ser una buena forma de recrearse y potenciar la imaginación.
Otra forma de desarrollar la imaginación en familia consiste en juntarse y jugar a ser actores y actrices en una película o una serie, o incluso organizar un programa de televisión casero. El hecho de participar de forma conjunta y diseñar un guión entre todos puede ser un gran incentivo para potenciar la creatividad y generar nuevas y sorprendentes ideas.
Estudiar un segundo idioma, pintar un cuadro, escribir un libro o, en definitiva, aprender una nueva habilidad son algunas de las cosas que también van a facilitar que potenciemos nuestra imaginación. Con todo, hay que recordar que es importante ejercitar la imaginación con frecuencia para que esta y otras capacidades creativas se mantengan activas y nos permitan mantener viva nuestra facultad para crear e innovar.
Cómo desarrollar la imaginación en los niños
La capacidad para imaginar es algo natural para los niños, pero es un hábito mental que debe enseñarse y reforzarse durante toda la vida. En la infancia, los niños necesitan practicar la imaginación a través de juegos y ejercicios que les van a ayudar a ser más creativos e ingeniosos cuando sean adultos. Veamos de qué manera podemos ayudar a desarrollar la imaginación en los niños:
- Fomentar actividades activas, no pasivas: es importante ejercitar la imaginación, y para ello los chicos deben realizar actividades que impliquen la participación activa. Leer en voz alta o salir a caminar pueden fortalecer mucho más procesos imaginativos que sentarse a ver la televisión.
- Designar un espacio para la imaginación y la creación: otro consejos para alimentar la imaginación en niños es diseñar un espacio donde pueda ser creativo, facilitando y potenciando así la expresión de su creatividad e imaginación.
- Proporcionar materiales seguros para explorar: a los niños les encanta explorar nuevas formas de usar las cosas, así que hay que procurar ofrecerles una gran variedad de objetos (que sean seguros) para que puedan desarrollar su imaginación: pintura, arcilla, disfraces, instrumentos musicales, etc.
- Permitir el "tiempo libre": si bien estructurar horarios es importante, también lo es ofrecer a los niños tiempo libre para que puedan dedicarse a jugar, ya que a través del juego se aprenden nuevas formas de pensar y de desenvolverse en diversas situaciones. En los momentos en los que no hay una ¡actividad pautada, incluso cuando se aburren es cuando pueden surgir nuevas ideas y llevarlas a cabo.
- Discutir la creatividad: para entrenar la imaginación también es bueno preguntar a los niños y entablar una conversación con ellos cuando se les ocurren las mejores ideas o cuando tienen sus momentos más creativos.
- Cultivar el pensamiento crítico y creativo: a medida que los niños crecen, preguntarles cómo abordan determinados problemas y cómo podrían hacer las cosas de manera diferente para estimular su capacidad reflexiva y creativa. Se pueden utilizar mapas mentales, plasmar las ideas en papel o a través de viñetas o imágenes, etc. En este caso, es bueno reforzar la producción de ideas, validando la reflexión en si misma y dejando en segundo plano la aplicabilidad o validez de las soluciones propuestas.
- Ayudar a perseguir sus pasiones: hay que prestar atención a los intereses del niño o niña y poner a su disposición materiales y actividades que le permitan desarrollarlos. Para entrenar la imaginación o cualquier otra habilidad o capacidad es importante que el pequeño o pequeña esté motivado, algo que se conseguirá si realmente le interesa y le gusta lo que está haciendo.
- Predicar con el ejemplo: dado que los niños suelen aprender observando lo que hacen sus padres o cuidadores, es importante que éstos también sean creativos y se unan a sus hijos cuando estén dibujando, coloreando o construyendo.
Ejercicios para desarrollar la imaginación en adultos
La imaginación no es cosa solamente de niños. Los adultos también pueden fortalecer la mirada creativa y la imaginación a través de diversos ejercicios y actividades. Veamos algunas de ellas:
- Relajarse: frenar, descansar y dejar espacio en la mente para la producción es importante para dejar paso al flujo de pensamientos y al desarrollo de la imaginación.
- Leer: la lectura a menuda se asocia con el aprendizaje o el estudio, que puede ser monótono y cansado; sin embargo, el hecho es que leer libros, ya sean de ficción o no ficción, puede proporcionarnos nuevas perspectivas y puede ayudarnos a desarrollar una mirada más crítica acerca de la realidad que nos rodea.
- Divagar o "soñar despierto": el trabajo y las obligaciones familiares suelen hacer que apenas tengamos tiempo para pararnos a pensar. Por eso es importante tomarse un descanso cada día y observar lo que tenemos alrededor, dejando que nuestra mente divague. Esta es una forma de divertirse especulando y, si se convierte en un hábito, puede llevarnos a descubrir ideas para nuevos proyectos personales o laborales.
- Socializar: rodearse de personas creativas es una buena manera de contagiarse de esa imaginación, de estar en contacto con nuestra parte más creativa.
- Jugar: sí, los adultos también pueden jugar. Y es que el juego, incluso en la edad adulta y en la tercera edad, puede ser un gran aliciente para desarrollar y potenciar la imaginación.
- Preguntar, crear y compartir: la curiosidad es uno de los motores de la creatividad, y una gran aliada de la imaginación. Descubre si eres una persona curiosa con este test de curiosidad. Crear algo propio genera una motivación para seguir explorando tu potencial. Y compartir las nuevas ideas con otras personas puede ayudarnos a mejorar nuestro enfoque y a validar nuestra línea de pensamiento.
- Lluvia de ideas: cuanto te encuentres ante una situación, abre tu mente y piensa en todas las posibles causas, consecuencias o soluciones de la misma. Reflexiona sobre todas las posibles explicaciones, desde diferentes puntos de vista para desarrollar la imaginación.
Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.
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- Karwowski, M., & Soszynski, M. (2008). How to develop creative imagination?: Assumptions, aims and effectiveness of Role Play Training in Creativity (RPTC). Thinking Skills and Creativity, 3(2), 163-171.
- Smith, M., & Mathur, R. (2009). Children's imagination and fantasy: Implications for development, education, and classroom activities. Research in the Schools, 16(1), 52.