Qué es el sesgo optimista en psicología
En todo tipo de juegos de azar, las posibilidades de ganar un premio son muy remotas, mientras que las posibilidades de perder son mucho mayores que las de ganar. Por lo tanto, parece paradójico que, a pesar de conocer estas estadísticas y estas probabilidades, muchas personas todavía se ven impulsadas a invertir mucho dinero en el juego, con la ilusión de que pueden ganar la suerte.
Entre las teorías psicológicas que intentan dar una explicación a este comportamiento está el sesgo del optimismo, puesto en evidencia por el psicólogo estadounidense Neil Weinstein en 1980. En este artículo de Psicología-Online, explicaremos qué es el sesgo de optimista en psicología con algunos ejemplos que te permitirán entenderlo mejor.
Qué es el sesgo optimista en psicología
Los resultados de los estudios de Neil Weinstein demostraron que la mayoría de las personas tendemos a creer que tenemos muchas posibilidades de encontrarnos con eventos positivos en comparación con los demás. Por el contrario, tendemos a pensar que tenemos menos probabilidades de sufrir efectos negativos que los demás.
En definitiva, el sesgo optimista en psicología es la explicación de por qué cada uno está convenido de que el futuro y la suerte estarán de su lado y que ciertas cosas solo les pasan a los demás. Así pues, es un sesgo cognitivo que induce a una persona a creer que está menos expuesta a eventos negativos que otros. Si esta creencia implica un riesgo o conduce a un error, entonces se habla de optimismo poco realista.
Por qué tendemos a ser optimistas
A la pregunta de por qué estamos tan orientados al optimismo, los expertos responden que nuestro cerebro ha sido diseñado para ver el vaso medio lleno. Los factores que conducen al sesgo optimista pueden clasificarse en cuatro grupos diferentes:
- Estados finales deseados del juicio comparativo: muchas explicaciones para el sesgo optimista en psicología provienen de la idea de los objetivos establecidos y los resultados esperados. Las personas tienden a considerar su riesgo más bajo que el de los demás debido a la imagen que quieren proyectar. Estas explicaciones incluyen factores como la autoestima y el control percibido.
- Mecanismos cognitivos: el sesgo de exceso de optimismo también puede verse afectado por tres mecanismos cognitivos que guían los juicios y los procesos de toma de decisiones: la heurística de la representatividad, el enfoque en un sujeto individual y la distancia interpersonal.
- Información sobre uno/a mismo/a en relación a un objetivo: la gente sabe mucho más sobre sí misma que sobre los demás. Por ello, tienden a sacar conclusiones específicas sobre sus propios riesgos, pero tienen más dificultades para sacar conclusiones sobre los riesgos de los demás. Esto produce diferencias en los juicios y conclusiones sobre los riesgos personales en comparación con los riesgos de los demás.
- Afecciones subyacentes: la investigación ha demostrado que las personas muestran un sesgo menos optimista cuando están de mal humor y un sesgo optimista cuando están de buen humor.
Riesgos del sesgo optimista
Con el fin de salvaguardar nuestro bienestar, el cerebro enfatiza el triunfo de la esperanza sobre el realismo, lo que explica por qué este sesgo está muy extendido en todas las culturas del mundo. Si se nos pide que indiquemos la posibilidad de enfermar, morir en un accidente o perder el trabajo, sin duda subestimaremos la probabilidad de que estos eventos puedan afectar nuestras vidas.
En este sentido, es importante ser consciente de los riesgos del sesgo optimista para que no nos perjudique. Te los mostramos a continuación:
- Ilusión de la invulnerabilidad: una visión demasiado soleada de nuestras vidas puede socavar la calidad de nuestro proceso de toma de decisiones. Sentirnos invulnerables no nos permite ver la realidad tal como es.
- Optimismo poco realista: por ejemplo, erróneamente se cree que es menos probable sufrir un accidente o necesitar dinero extra, por lo que, a veces, no se tiende a no usar el cinturón de seguridad o a no reservar ahorros para emergencias.
- Alteración de la percepción de acontecimientos catastróficos: por ejemplo, durante la pandemia algunas personas se han negado a usar mascarillas, han organizado fiestas y no han respetado las normas básicas para prevenir el contagio.
Ejemplos del sesgo optimista en psicología
Como hemos visto en el apartado anterior, el sesgo del optimismo conlleva riesgos que es importante tener en cuenta. Si quieres aprender a identificar este sesgo cognitivo, no te pierdas estos ejemplos:
- Conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas: el sesgo optimista impulsa a los niños a conducir bajo los efectos del alcohol o alguna otra droga. En la práctica, se creen más inteligentes, buenos, atentos y afortunados, por lo que sienten que no les pasará nada si lo hacen. Precisamente, en este artículo encontrarás información sobre los efectos del alcohol en el cerebro y sistema nervioso.
- Gastarse mucho dinero en las vacaciones: el hecho de gastarse todo el suelo en un viaje sin tener en cuenta que a la vuelta será necesario tener ahorros para los gatos que puedan venir.
Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.
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