Apego inseguro: qué es, tipos y cómo trabajarlo
Los animales cuidan a sus crías cuando nacen para salvaguardar la supervivencia de estas y la de su propia especie. Los seres humanos hacemos exactamente lo mismo cuidando de nuestros bebés. El bebé no puede comer si no le proporcionamos el alimento, no busca agua ni huye de posibles peligros. Necesita la supervisión, vigilancia y cuidado del adulto para poder sobrevivir.
El bebé o el niño, entonces, establece vínculos tempranos de protección con personas (generalmente sus padres), y esto es a lo que llamamos apego. La forma en la que se le brinden los cuidados necesarios, se atienda a sus demandas, etc. va a dar como resultado el desarrollo de diferentes tipos de apego: seguro o inseguro. En el siguiente artículo de Psicología-Online exponemos el apego inseguro: qué es, tipos y cómo trabajarlo.
Qué es el apego inseguro
Como hemos adelantado en la introducción, el desarrollo del apego es necesario para que el bebé establezca los primeros vínculos.
El psiquiatra John Bowlby y la psicóloga Mary Ainsworth formularon la teoría del apego. Para sus estudios, utilizaban una situación experimental que denominaron situación extraña. En ella se dejaba al niño en un entorno extraño y los padres se ausentaban en varias ocasiones. Las reacciones de los niños ante tal situación fueron objeto de estudio para formular la teoría, en la que se distingue entre apego seguro y apego inseguro.
El apego seguro muestra el establecimiento de una relación entre padres-hijos en la que el niño ha aprendido que sus cuidadores van a estar disponibles cuando les necesiten para atender sus necesidades y de forma incondicional, por lo que les quieren y les valoran positivamente.
El apego inseguro, por el contrario, muestra un tipo de apego en el que el niño encuentra carencias respecto a su cuidado. En la situación extraña, el niño puede reaccionar de forma evitativa o ambivalente.
El apego inseguro recoge tres tipos de apego que veremos en el siguiente apartado. Es importante recalcar siguiendo a López Sánchez, F. (2009)[1] que no se trata de patologías mentales, sino de patrones de comportamiento en los que se dan dificultades y deficiencias en áreas como la confianza o la vida emocional.
Por último, existe debate sobre si los estilos de apego se mantienen estables durante toda la vida o van modificándose. Si bien es cierto que no existe consenso, ambas posturas tienen sus defensores.
Tipos de apego inseguro
El apego inseguro puede dividirse en tres tipos que se manifestarán en diferentes grados en cada caso. Para conceptualizar cada uno de los tipos seguimos a López Sánchez, F. (2009)[1]. Veremos las características y señales de cada uno para que puedas saber si tu hijo tiene apego seguro o inseguro.
Apego inseguro-evitativo
En este tipo de apego es esperable que el niño se separe, en la medida de lo posible, de sus padres. Se trata de una situación en la que el niño ha aprendido a no contar con sus figuras de apego, ya que estas no atenderán sus necesidades, no estarán accesibles, les rechazarán emocionalmente o no entablarán relaciones íntimas con ellos.
Entre las características que podemos encontrar en niños con apego evitativo se encuentran:
- Evitan el contacto emocional.
- Tienen dificultad para expresar sus emociones y entender las de los demás.
- Se comportan como si no les importasen los demás.
- Manifiestan dificultades en las relaciones.
- No buscan el consuelo o apoyo ante situaciones dolorosas sino que se retraen en sí mismos.
- Muestran y/o buscan cierta autonomía.
Por último, en la situación extraña no protestarán ante la salida de sus padres de la sala y se mostrarán indiferentes y/o evitativos ante el reencuentro.
Apego inseguro ambivalente-resistente
Los niños con apego ambivalente son niños que se muestran. Se trata de una situación en la que los padres:
- Han podido mostrarse de forma incoherente con sus hijos (por ejemplo, pueden ser tremendamente exigentes y tremendamente permisivos a la vez).
- Han podido utilizar el chantaje emocional en la relación con los niños.
- Pueden ser parejas inestables.
- Pueden ser personas ansiosas.
- Pueden expresar dudas o críticas negativas a sus hijos sobre ellos mismos.
Entre las características de este apego, en la que el niño puede sentir dudas y temor a ser abandonado encontramos:
- No están convencidos de la incondicionalidad de sus figuras de apego.
- Necesitan aprobación y muestras de cariño constantes.
- Necesitan muestras de la disponibilidad o accesibilidad de la figura de apego.
- Vigilan continuamente que la figura de apego esté cerca y apenas se separan de ella.
- Tras la separación con la figura de apego y su posterior reencuentro, tienen miedo a que se produzca una nueva separación.
Presentan dificultades en la separación durante la situación extraña. A la vez que quieren ver a la figura de apego no muestran demasiada disposición al contacto y al cariño, por ello hablamos de un estilo ambivalente.
Apego inseguro desorganizado-desorientado
Este último estilo de apego es propuesto por Main y Solomon en 1986. Se trata de un tipo de apego en el que el niño muestra ansiedad y evitación, por lo que se convierte en una mezcla de los dos tipos anteriores.
Hay autores que cuestionan este último tipo de apego por la heterogeneidad que pueden mostrar los perfiles aquí clasificados. No obstante, parece haber ciertas características que los definen, entre ellas:
- Tendencia a mostrar conductas estereotipadas.
- Muestra de cambios inesperados.
- Comportamiento inadecuado y contradictorio.
- Dificultades en la relación con los demás.
Este tipo puede estar provocado por situaciones de maltrato o situaciones de similar gravedad y es por ello que el niño evita establecer relaciones de intimidad. En cuanto a las emociones, estos niños no son capaces de controlarlas, por lo que se ven desbordados por sus emociones desagradables.
Consecuencias del apego inseguro
Como ya hemos apuntado, los estilos de apego inseguro no suponen patología mental. No obstante sí puede aparecer sintomatología asociada (como ansiedad elevada, ideas o creencias irracionales, etc.) que aparecerá en el proceso de evaluación del caso y que deberá ser tratada con las técnicas correspondientes (técnicas de relajación, reestructuración cognitiva, terapia familiar, etc.). El apego inseguro puede ser una fuente de dolor y las dificultades menciadas en cuanto a la parte emocional y social.
Cómo trabajar el apego inseguro
J. Bowlby en su obra “Una base segura. Aplicaciones clínicas de una teoría del apego” (Bowlby, J., 1989)[2] ofrece una serie de pautas que el terapeuta deberá tener en cuenta en el proceso de terapia individual. Veamos cómo trabajar el apego inseguro en niños y en adultos.
Bowlby indica que el terapeuta deberá proporcionar, en el marco de la teoría del apego, las condiciones para que el paciente explore la imagen de sí mismo y sus figuras de apego y pueda reevaluarlos y reestructurarlos con la ayuda de las experiencias vividas en el marco de la propia relación terapéutica. El papel del terapeuta se describe en cinco puntos principales:
- Proporcionar una base segura al paciente.
- Ayudar y guiar al paciente en la exploración de sus relaciones.
- Utilizar la relación terapéutica como base para el proceso.
- Conectar la conducta presente con experiencias pasadas que hayan podido originarlas.
- Cuestionar la validez de su forma de verse a sí mismo, los demás, y las relaciones.
Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.
Si deseas leer más artículos parecidos a Apego inseguro: qué es, tipos y cómo trabajarlo, te recomendamos que entres en nuestra categoría de Personalidad.
- López Sánchez, F. (2009). Amores y desamores. Madrid: Biblioteca Nueva.
- Bowlby, J. (1989) Una base segura. Aplicaciones clínicas de una teoría del apego. Barcelona: Editorial Paidós.
- Casullo, M.M., Fernández Liporace, M. (2005). Evaluación de los estilos de apego en adultos. Anuario de investigaciones, 12, pp 183-192.