Piromanía: qué es, síntomas, características y tratamiento

Tanto el diccionario de psicología de la Asociación Americana de Psiquiatría como la clasificación CIE-11, el significado de piromanía se describe como un fallo repetido para resistir los impulsos a provocar incendios.

La piromanía es un trastorno psicológico recogido en las principales clasificaciones diagnósticas: DSM-5 de la Asociación Americana de Psiquiatría^[1] y CIE-11 de la Organización Mundial de la Salud^[2]. En el DSM-5 se incluye dentro de la categoría “Trastornos destructivos del control de los impulsos y de la conducta” y en la CIE-11 dentro de “Trastornos del control de los impulsos”.

¿Todas las personas que provocan incendios son pirómanas? No necesariamente. Al considerar la piromanía como trastorno, este debe reunir una serie de criterios para poder ser diagnosticada. A continuación, te contamos qué peculiaridades y síntomas requiere.

Para exponer los síntomas de la piromanía seguimos los criterios expuestos en la clasificación DSM-5. Veamos cuáles son:

• Provocación reiterada, deliberada e intencionada de incendios: este criterio descarta la provocación de incendios de forma negligente. La persona ha de provocar más de un incendio y debe hacerlo deliberadamente.
• Tensión o excitación previa a la provocación de incendios: la persona siente excitación antes de provocar el incendio y eso le da más ganas de hacerlo.
• Interés por el fuego: el pirómano siente un especial interés por el fuego y todo el contexto que lo rodea. Siente curiosidad y/o atracción por las consecuencias que conlleva la provocación del incendio, la movilización de los medios que se desplazan para extinguir el fuego, etc.
• Placer al provocar el fuego: lejos de sentir emociones desagradables, el pirómano siente placer, gratificación o alivio cuando provoca los incendios. Lo mismo sucede cuando la persona presencia o participa en sus consecuencias.
• Falta de motivación aparente para provocar los incendios: una persona puede provocar incendios intencionadamente por varios motivos, por ejemplo, económicos, por ideas sociopolíticas o religiosas, por venganzas personales, actos vandálicos, etc. En el caso de la piromanía, la persona no tiene ninguna de estas intenciones. Detrás de su conducta no se encuentran intereses secundarios que no sean el propio placer y excitación que experimentan en torno a la provocación del incendio.
• Ausencia de otros trastornos mentales: la provocación de los incendios no se explica mejor por la presencia de otro trastorno como un trastorno de la conducta, episodio maníaco, trastorno de la personalidad antisocial, esquizofrenia u otros trastornos psicóticos, etc.

La piromanía no constituye un trastorno muy común. De hecho, hay estudios en los que se ha tratado de investigar y en los que los participantes raramente podían ser diagnosticados de piromanía. Resulta complicado encontrar el perfil de pirómano tal y como se describe en las clasificaciones diagnósticas, ya que en el contexto experimental ha sido frecuente encontrar, precisamente, trastornos comórbidos a la piromanía.

Según el Manual de Psicopatología y Trastornos Psicológicos^[3], las características de la piromanía son las siguientes:

• El trastorno parece comenzar en la adolescencia y tender a la cronificación.
• Parece tener una mayor prevalencia en hombres que en mujeres.
• Más común en personas que presentan inteligencia por debajo de lo normal.

Siguiendo a Scott Johnson, R. y Netherton, E. (2016)^[4], las conductas pirómanas en niños aparecen de forma más común junto al trastorno por déficit de atención e hiperactividad. Los mismos autores también exponen algunos factores asociados al desarrollo del trastorno como el maltrato o el estrés familiar.

El tratamiento de la piromanía consiste tanto en la administración de fármacos como en terapia psicológica, en la que destacamos la terapia cognitivo conductual.

• Fármacos: inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, litio, medicación antiepiléptica, antipsicóticos atípicos y antiandrógenos.
• Terapia cognitiva conductual: parece ser prometedora en la intervención de este trastorno. Está dirigida a trabajar en varias direcciones, concretamente, en la identificación de la fase de excitación previa a la provocación del incendio, búsqueda y modificación de ideas irracionales, dotar y/o mejorar las estrategias de autocontrol del paciente, etc.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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