Cómo dejar de justificarse
Es usual que en muchas ocasiones las personas tiendan a justificarse para salir de alguna situación en lugar de aceptar que se ha cometido un error por diversos motivos, como por ejemplo por orgullo, miedo a recibir represalias o a quedar mal ante ciertas personas. Sin embargo, arriesgarse a aceptar las consecuencias de nuestros actos calmará nuestro interior y nos permitirá vivir de una manera más tranquila y confiada, por mucho que estos sean erróneos en determinados momentos.
Al igual que ocurre con cualquier otro mecanismo de defensa, la justificación es una respuesta de supervivencia emocional que a largo plazo puede tener consecuencias negativas para la persona. En el siguiente artículo de Psicología-Online, te mostramos siete consejos sobre cómo dejar de justificarse.
- Por qué nos justificamos
- Tomar conciencia de nuestro automatismo de autojustificación
- Indagar en el motivo de esta respuesta automática
- Dejar atrás el pasado y proponernos empezar de nuevo
- Trabajar en la humildad
- Analizar las ventajas de reconocer los propios errores
- Utilizar las nuevas experiencias como refuerzo
- Disfrutar de una nueva vida sin justificaciones
Por qué nos justificamos
El motivo principal por el que las personas nos justificamos es porque somos incapaces, en ese momento, de aceptar nuestro error. Son muchos los factores que pueden determinar la negación de nuestra conducta errada, como por ejemplo el miedo a ser recriminado/a, intentar mantener cierta imagen de uno mismo, por orgullo y falta de humildad, como medio de protección frente al exterior, como consecuencia de elevados niveles de autoexigencia, la dificultad para responsabilizarse de los propios actos, etc.
Como base principal de todas estas causas se encuentra cierto grado de miedo e inseguridad que ha llevado a la persona a hacer uso de este mecanismo de justificación como medio de proteger su persona, imagen o autoestima.
Tomar conciencia de nuestro automatismo de autojustificación
En primer lugar, un primer paso para dejar de autojustificarse es tomar conciencia de que este mecanismo forma parte de nuestra conducta habitual.
Darnos cuenta de ello y observar las grandes desventajas que conlleva actuar de este modo nos ayudará a fortalecer la determinación de intentar abandonar dicha conducta irracional automática.
Indagar en el motivo de esta respuesta automática
Si bien tomar conciencia de nuestra conducta de justificación se trata de un muy buen primer paso, no nos bastará solo con eso para conseguirlo. Los mecanismos de defensa se encuentran anclados a vivencias pasadas que nos ocasionaron cierto dolor, como cuando nos reprenden por habernos equivocado o nos dejan de lado por ser inseguros/as. Asimismo, también puede deberse a ciertas creencias irracionales sobre nosotros/as mismos/as o sobre cómo funciona el mundo como, por ejemplo, pensar que debemos ser perfectos para que nos quieran.
En cualquier caso, a pesar de no ser un camino fácil, indagar en el motivo concreto que nos está encadenando a dicha respuesta automática nos ayudará muchísimo a entender nuestro funcionamiento y a ver con nueva mirada nuestro problema.
Dejar atrás el pasado y proponernos empezar de nuevo
Abandonar conductas que han sido creadas como mecanismos de defensa no resulta sencillo, ya que inconscientemente sentimos que, si dejamos de realizar dichas conductas, nos sentiremos indefensos e inseguros, volveremos a sufrir aquel dolor del que nos protegemos y otros tantos motivos irracionales.
Sin embargo, es muy importante tomar conciencia de que nada tiene que ver nuestro momento actual y quien somos en la actualidad con nada de lo referente a aquella dolorosa situación pasada. Reforzando la idea de las desventajas que ocasionará en nuestra vida actuar de este modo conseguiremos motivarnos para dejar atrás el pasado y a atrevernos a vivir el presente como algo nuevo, alegre y seguro.
Trabajar en la humildad
Una vez hemos decidido a emprender el camino de dejar atrás la conducta de justificación, el siguiente paso será trabajar en la aceptación de los propios errores como algo natural que forma parte de la vida. La humildad constituye una cualidad muy importante que no representa debilidad en absoluto, sino más bien todo lo contrario.
De hecho, las personas humildes crecen y avanzan mucho más rápido en el camino al aceptar fácilmente sus errores, afrontarlos y, a partir de ahí, esforzarse por corregirlos.
Analizar las ventajas de reconocer los propios errores
Ser humildes puede tener muchísimas ventajas, entre ellas la valentía de reconocerse imperfecto y en continuo proceso de mejora personal. Como hemos mencionado en el apartado anterior, reconocer los propios errores es, en realidad, el único camino para mejorar y desarrollarnos personalmente.
La justificación, por el contrario, paraliza el crecimiento al impedir reconocer los propios errores y, por tanto, anular la posibilidad de corregirlos y aprender de ellos. En este artículo, te contamos cómo aprender de los errores del pasado. A su vez, reconocer los errores cometidos favorecerá que los demás confíen en nosotros, conscientes de que, pase lo que pase, seremos sinceros/as, coherentes y nos responsabilizaremos de nuestros actos.
Utilizar las nuevas experiencias como refuerzo
Tras experimentar en nuevas situaciones las consecuencias de hacernos responsables de nuestros actos y de aceptar nuestros fallos y equivocaciones podremos comprobar cómo la tensión interna derivada de estar siempre justificándonos va desapareciendo y nuestro estado interno se va calmando poco a poco.
A pesar de que en un principio pueda resultar difícil debido a que el miedo y la inseguridad nos agobiará y dificultará la decisión tomada, si persistimos en el camino comprobaremos cómo realmente merece la pena abandonar esta conducta infantil y reemplazarla por este nueva manifestación de nosotros mismos más auténtica. Actuar de forma más transparente, responsable y sincero nos acercará y unirá más profundamente a las personas de nuestro entorno.
Disfrutar de una nueva vida sin justificaciones
Después de comprobar cómo vivir justificándonos había limitado considerablemente nuestra libertad y buenas relaciones personales y habiendo aprendido a vivir de un modo más auténtico, solo nos queda fortalecer este nuevo modo de vida y, por qué no, servir como ejemplo para aquellas personas que siguen apegadas a la justificación para protegerse de miedos irracionales.
Nada mejor que la propia experiencia para convertirnos en maestros/as del cambio personal.
Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.
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