¿El trastorno de personalidad múltiple es hereditario?
El trastorno de identidad disociativo, conocido también como trastorno de la personalidad múltiple, es un trastorno psicológico complejo causado por múltiples factores. Es uno de los trastornos de los que más se ha hablado, y ha generado debate y críticas. En los últimos años se ha visto un aumento del número de casos, pero hay muchos profesionales que se mantienen escépticos. En este artículo de Psicología-Online hablaremos sobre si el trastorno de personalidad múltiple es hereditario.
¿Qué es el trastorno de personalidad múltiple?
Muchos de nosotros experimentamos disociaciones leves cuando soñamos o nos perdemos un momento mientras estamos trabajando… Sin embargo, el trastorno de personalidad múltiple es una forma grave de disociación pues se trata de una falta de conexión entre los pensamientos, recuerdos, sentimientos y acciones de la persona. Los pacientes con este trastorno desarrollan una o más personalidades alternantes.
El trastorno de identidad disociativo es uno de los llamados trastornos disociativos. Son un conjunto de trastornos mentales que conllevan disrupciones o fallos en la memoria, conciencia, identidad y/o percepción. Cuando una o más de estas funciones se ven alteradas, los síntomas disociativos pueden aparecer.
El trastorno puede darse de forma leve o grave, hasta el punto que los síntomas interfieren en el funcionamiento general de la persona, ya sea en el ámbito personal o laboral.
El trastorno de personalidad múltiple NO es hereditario
Hoy en día no se conocen factores genéticos relacionados con este trastorno, aunque puede darse de forma repetida en familias. Estudios genéticos muestran resultados contradictorios. Un estudio en el que participaron gemelos monocigóticos y dicigóticos concluye que la heredabilidad no parece tener ningún tipo de efecto en este trastorno.
Por otra parte, un estudio sugiere la presencia de cierto efecto genético, pero hay que tener en cuenta que esta investigación se centró en la disociación sin diferenciar entre patológica y no patológica. Debido a esto, es necesaria más investigación para determinar si la tendencia genética a experimentar disociación varía en función de que sea patológica (trastorno de personalidad múltiple) o no.
Por lo tanto, muchos expertos sostienen que, por el momento, los datos indican que el trastorno de personalidad múltiple NO es hereditario. Si un adulto tiene el trastorno de personalidad múltiple, sus hijos no tienen más probabilidad de desarrollar el trastorno que cualquier otro niño. La mejor manera de predecirlo es la presencia de un trauma en la vida de la persona, es frecuente que el trastorno se desarrolle tras una experiencia traumática: accidente grave, robo, etc.
Síntomas del trastorno de identidad disociativo
Una persona con trastorno de la personalidad múltiple tiene dos o más personalidades diferentes, la personalidad “principal” de la persona, y las que se conocen como “alter”. La persona puede experimentar amnesia cuando un alter toma el control sobre la conducta de la persona.
Cada alter tiene rasgos distintivos, una historia personal y un modo de pensar. La persona puede no ser consciente de las memorias o de las otras personalidades cuando un alter tiene el control. El estrés, o incluso el recuerdo de un trauma puede desencadenar un cambio de personalidad.
En algunos casos, el trastorno crea un caos en la vida de la persona, y causa problemas en las relaciones personales y profesionales. Por ejemplo, una mujer puede encontrarse con gente que parece conocerla, pero ella no es capaz de reconocerlos o recordarlos, o puede encontrar cosas en su casa que no recuerda haber comprado.
El trastorno de identidad disociativo presenta muchos síntomas psicológicos que pueden encontrarse en otros trastornos mentales, incluyendo:
- Cambio en los niveles de funcionamiento: puede ir desde un nivel muy alto a muy bajo
- Dolores de cabeza o dolores en otras partes del cuerpo
- Despersonalización: desconexión de los propios pensamientos, sentimientos, e incluso del cuerpo
- Desrealización: el entorno se vuelve extraño, desconocido o irreal
- Depresión o cambios del estado de ánimo
- Ansiedad
- Alteraciones en la alimentación y el sueño
- Problemas en el funcionamiento sexual
- Abuso de sustancias
- Amnesia
- Alucinaciones: por ejemplo, escuchar voces
- Daño autoinfligido
- Riesgo de suicidio: un 70% de las personas con trastorno disociativo de la identidad han intentado suicidarse.
Causas del trastorno de personalidad múltiple
Aunque las causas específicas del trastorno de personalidad múltiple no se conocen, es predominante la teoría psicológica de que el trastorno se desarrolla como una reacción a un trauma infantil. Personas con este trastorno suelen presentar historias de vida muy duras con traumas recurrentes y fuertes que ponen en riesgo su vida, como el abuso sexual y/o físico antes de los 9 años.
En algunos casos se relaciona con negligencia extrema o abuso emocional, incluso sin que haya ocurrido ningún tipo de abuso. También se ha relacionado con un desastre natural, como la guerra. Las investigaciones demuestran que padres que dan miedo y que son impredecibles (estilo de apego desorganizado) tienden a criar niños con trastorno de identidad disociativo.
Algunos expertos proponen 3 factores que podrían aumentar la probabilidad de desarrollar el trastorno:
- Biológicamente, algunas personas tienen más tendencia a disociar, o pueden tener problemas orgánicos en el cerebro que les dificulten integrar sus experiencias.
- El cerebro de un niño es más inmaduro que el de un adulto, y puede hacer que sea más susceptible a desarrollar el trastorno porque su autoconciencia y autoconcepto no están aún cohesionados, se encuentran en desarrollo. Por tanto, les cuesta más afrontar e integrar experiencias traumáticas, es decir, cuanto más pequeño sea el niño que experimenta el trauma, mayor es la probabilidad de desarrollar el trastorno disociativo de identidad.
- Niños con falta de apoyo emocional y social son más propensos a desarrollar trastornos asociados al trauma. Crecer en una familia tóxica o negligente sin apoyo para afrontar situaciones y sentimientos difíciles, aumenta la probabilidad de que el niño emplee la disociación como una forma de afrontar el trauma. Eventos traumáticos aumentan la probabilidad de disociar.
La disociación se suele entender como un mecanismo que la persona emplea para desconectar de situaciones estresantes o traumáticas, o para tomar distancia de recuerdos traumáticos. Se trata de un modo de romper la conexión con el mundo exterior y crear una distancia respecto a lo que está ocurriendo. Puede servir como un mecanismo de defensa contra el dolor físico y emocional causado por la situación estresante o traumática. De esta forma, la persona puede mantener unos niveles de funcionamiento considerados “normales”, como si el trauma no hubiera ocurrido.
Por tanto, por el momento la investigación habla de dos principales factores que llevan al trastorno de la personalidad múltiple, un trauma, y un apego desorganizado.
Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.
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