Miedo a salir de casa: síntomas, causas y tratamiento

En psicología, un problema se considera trastorno o enfermedad cuando te impide desarrollar el día a día con normalidad o te afecta en una o varias áreas de la vida. Por lo tanto, si el miedo a salir a la calle te está perjudicando en el trabajo, en las relaciones sociales o está condicionando tu vida de alguna manera, podemos considerarlo una enfermedad.

La buena noticia es que existen tratamientos eficaces para este tipo de problemas que te permitirán reducir y/o eliminar la ansiedad que te produce el salir de casa. Y, por lo tanto, con la ayuda de un terapeuta, podrás volver a disfrutar de salir.

Los síntomas del miedo a salir de casa pueden aparecer por el simple hecho de pensar que debes salir (para ir al trabajo, al súper o a cualquier actividad) y se acentúan cuando llega el momento de hacerlo. Son:

• Palpitaciones, golpeteo del corazón o aceleración de la frecuencia cardíaca.
• Sudoración.
• Temblor o sacudidas.
• Sensación de dificultad para respirar o de asfixia.
• Sensación de ahogo.
• Dolor o presión en el pecho.
• Náuseas o malestar abdominal.
• Diarrea.
• Sensación de mareo, inestabilidad, aturdimiento.
• Escalofríos o sensación de calor.
• Parestesias (sensación de entumecimiento o de hormigueo).
• Desrealización (sensación de irrealidad) o despersonalización (separarse de uno mismo).

El miedo a salir de casa suele ser causa de la agorafobia o una fobia concreta, aunque también es posible que aparezca en el transcurso de una depresión o algún trastorno de ansiedad.

La agorafobia es el miedo a estar en lugares en los que sería difícil escapar si sufrimos un ataque de pánico. Por lo tanto, suele conducir a encerrarse en casa porque es el lugar donde quien la padece se siente más seguro.

La fobia es el miedo irracional a una situación, objeto, animal o persona. Si la fobia está relacionada con algo que se encuentra fuera del hogar, la reclusión está asegurada.

Y en cuanto a otros trastornos de ansiedad y a la depresión, también es habitual que quien los sufre se sienta más seguro en casa, eso refuerza la conducta de no salir y, por lo tanto, la reclusión para evitar en lo posible cualquier emoción desagradable.

Para superar el miedo a salir de casa, lo más recomendable es acudir a un especialista y seguir un tratamiento. El más efectivo comprende una intervención cognitivo-conductual en la que se estudiará de dónde proviene el miedo, qué lo mantiene y cómo trabajar para eliminarlo.

Por una parte, se trabajan los pensamientos que hacen que aparezca el miedo. Por otra, se proporcionan herramientas para enfrentarse a los distintos síntomas asociados.

Dentro del tratamiento de los trastornos de ansiedad, se utilizan mucho por su eficacia:

• La terapia de exposición: que consiste en exponerse al estímulo temido hasta que la ansiedad se reduce (al comprobar que el peligro no era real). Se puede hacer directamente o poco a poco. Y en imaginación o en vivo.
• El mindfulness: una terapia muy utilizada actualmente basada en la atención plena a las emociones que se van sintiendo.

Debido a la situación de confinamiento que hemos vivido y al estado actual de la pandemia, está aumentando el miedo a salir de casa.

En algunas circunstancias, es por el propio miedo al contagio. Nos sentimos más seguros en casa donde nadie extraño se acerca ni nos toca. Y salir o el simple hecho de pensar en salir provoca ansiedad desencadenada por los pensamientos catastrofistas relacionados con la situación vivida (enfermedad, hospitales llenos, fallecimientos…).

¿Hasta qué punto podemos considerarlo perjudicial? Es comprensible que después de una situación traumática respondamos así. Sin embargo, hay algunas cosas que podemos hacer para evitar que vaya a más por el momento, al menos hasta que todo se solucione y volvamos a la verdadera normalidad a la que estamos acostumbrados. Será entonces cuando el miedo a salir será un problema por ser irracional. Mientras:

• Relaciónate con amigos y familiares. Es importante mantener el contacto y no aislarse.
• Haz algo de ejercicio.
• No te recrees en las noticias y consulta solo fuentes oficiales.
• Sal a pasear a diario a zonas abiertas y con protección.
• Establece una rutina y añade meditación o relajación una vez al día.
• Aprovecha la situación para hacer cosas para las que antes no tenías tiempo: pintar, leer, cocinar, etc.
• Razona todos los pensamientos catastrofistas. Se trata de actuar con sentido común y siguiendo las recomendaciones.
• Olvídate de que los demás sigan las normas o no. Eso no depende de ti y no lo puedes controlar. Estar pendiente de los demás solo te va a aportar emociones negativas como ira y frustración.
• Busca lo positivo. Durante las primeras semanas, se ha mostrado mucha solidaridad, ha aumentado la comunicación con personas con las que antes hablábamos poco, se han estrechado algunas relaciones…

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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