Personalidad

Características de las personas controladoras y cómo lidiar con ellas

 
Gianluca Francia
Por Gianluca Francia. 30 noviembre 2020
Características de las personas controladoras y cómo lidiar con ellas

Algunas personalidades necesitan, para mantener su equilibrio, de ejercer un estrecho control sobre lo que les rodea: la empresa se derrumbaría si confiaran a un director, la esposa o el marido se perderían si los dejaran hacer las compras solos, seguro que los niños saldrían heridos si no los revisamos todo el tiempo. ¿Por qué algunos están obsesionados con la necesidad de control? ¿Por qué están profundamente convencidos de tener que dictar la ley sobre todo? ¿Por qué creen que su orden del día debe prevalecer sobre el de los demás? ¿Por qué insisten tanto en que todo se haga siempre a su manera, incluso cuando se les demuestra que nuestro método es tan eficaz como el suyo, si no más?

¿Cómo son las personas controladoras? Con este artículo de Psicología-Online descubriremos 10 características de las personas controladoras, y cómo lidiar con ellas. Veremos cómo son las personas controladoras, manipuladores, posesivas y celosas, tanto en las relaciones como en el trabajo y cómo tratar con personas así.

Índice
  1. Rasgos, comportamientos y características de las personas controladoras
  2. ¿Por qué hay personas controladoras?
  3. Cómo lidiar con personas controladoras
  4. ¿Una persona controladora puede cambiar?

Rasgos, comportamientos y características de las personas controladoras

Las principales características de las personas controladoras y manipuladoras son:

  1. Necesidad de control. Varios factores (temperamento, diferentes experiencias vividas, motivación...) pueden provocar esta urgente necesidad de control: la tendencia al control no es un rasgo innato, sino un estilo de adaptación.
  2. Ansiedad. Cuando una persona se describe como "maníaca del control", en realidad no existe una propensión humana innata a poseer el control: lo que existe en una personalidad que controla es una profunda ansiedad. El recién nacido y el niño que perciben que sus necesidades no están satisfechas pueden desarrollar un estilo de adaptación obsesivo, ansioso por cada detalle. De hecho, la personalidad controladora se protege de la ansiedad manteniéndose lo más lejos posible de ese niño perdido, inseguro y desconcertado que era o de ese trauma que lleva las señales. Para evitar que esta ansiedad las oprima, las aplaste o, peor aún, se manifieste un poco, intentarán controlar a las personas y los acontecimientos que las rodean.
  3. Rigidez. Los controladores tendrán grandes dificultades para negociar, porque serán totalmente incapaces de tolerar la imperfección.
  4. Cumplimiento estricto de sus normas interiorizadas. Los individuos con un tipo de personalidad dominante tratan de manejar cada detalle de la existencia, incluyendo a las personas a su alrededor. Estos sujetos, como adultos, fundan su autoestima en satisfacer las estrictas exigencias y exigencias de los padres interiorizados, a expensas de quien se convierte en su objeto proyectivo.
  5. Poca tolerancia al estrés. Cuando una persona controladora y manipuladora teme no poder controlar los acontecimientos, experimenta mucho estrés; inconscientemente cree que solo controlando cada aspecto de su vida y de su entorno será capaz de asegurar la satisfacción de sus necesidades.
  6. Agotamiento. Una vida difícil, la de las personas controladoras y posesivas, que con la ilusión de mantener todo bajo control se siente sereno, y mientras tanto se carga continuamente de pesos, de responsabilidades, incluso de absurdas tareas que podrían ser hechas por cualquiera.
  7. Problemas con la autoestima. Estas personas necesitan el "control" porque sin él generalmente se sienten invadidas por el miedo de que las cosas terminarán por superarlas y minimizarlas, y por lo tanto serán devaluadas o no reconocidas, y por lo tanto su vida puede ser arruinada.
  8. Sentimientos de inferioridad. A un nivel más profundo, el frecuente Ego grandioso de la personalidad dominante, se discute un sentido de inferioridad y una autoestima precaria que sólo pueden ser manejados a través de la ilusión de poder controlar y de poder prevalecer sobre todo.
  9. Vulnerabilidad. En realidad, las personas que tienen una gran necesidad de control son a menudo vulnerables: o son sus jefes, los organizadores, o se sienten muy incómodos. No estamos hablando de la necesidad narcisista de estar en el centro, sino de la convicción de que sólo si yo lo hago, lo organizo yo, estamos seguros, de lo contrario quién sabe qué podría pasar.
  10. Creencias contradictorias. Hay personas, por ejemplo, que vuelan en sus pequeños aviones, pero nunca pisarían un avión de línea, porque no pueden conducirlo. Logran llegar a estas paradojas y también a encontrar una aparente explicación lógica a comportamientos que para los demás, en cambio, representan evidentemente una contradicción.

¿Por qué hay personas controladoras?

La principal causa de que las personas tengan rasgos controladores y quieran controlar a los demás es haber vivido una infancia "controlada". Los orígenes de la formación de una personalidad controladora y manupuladora se deben buscar en la primera infancia: a partir de una cierta rigidez en el ritmo de lactancia, de un entrenamiento a la limpieza excesivamente severo y de horarios para el sueño muy bien definidos, continuando con una programación minuciosa de todas las actividades cotidianas, las familias de las personas que controlan a menudo están dominadas por el tema del control. Los padres han sido a menudo irrazonablemente pretenciosos, prematuramente solicitantes y/o dispuestos al reproche: toda actividad espontánea ha sido fuertemente desalentada, por miedo que trajera caos y desorden. Creando así personas controladoras y celosas.

Cómo lidiar con personas controladoras

Teniendo en cuenta esta reseña de las características básicas de las personalidades que controlan, es bastante claro que manifiestan una serie de comportamientos que pueden frustrar y provocar resentimiento, sobre todo en las personas con las que se relacionan más estrechamente. El problema de vivir junto a personas controladoras y ansiosas es no tener un espacio y un tiempo personalizados para expresar sus emociones y deseos. A menudo, quien sufre el control del otro no siente la necesidad de inventar nada ni de crear nada en su vida cotidiana, porque es continuamente "robado" por el control de los demás. En el trabajo puede tener consecuencias desastrosas: un responsable hipercontrolador puede bloquear la creatividad de sus colaboradores y, en el peor de los casos, desmotivarlos. A continuación veremos cómo tratar a personas controladoras en el trabajo.

¿Cómo manejar a una persona controladora? Para no sufrir la ansiedad de control, sería necesario tratar de descifrar estos mensajes ansiosos que llegan como sofocantes. Según Viola (2019), en general, estas son las sugerencias para relacionarse con las personas altamente controladoras:

  • Esfuérzate por mantener la calma, la compostura y la asertividad: una de las características más comunes de los individuos agresivos, intimidadores y controladores es que les gusta deliberadamente (pero a menudo inconscientemente) molestarte o intimidarte, manipulando tus decisiones, tus acciones o procesos de pensamiento.
  • En la medida de lo posible, mantén la distancia: otro consejo para lidiar con una persona controladora es mantener la distancia. A menos que haya algo importante en juego en la relación, no te pases el tiempo tratando de tratar con una persona que está negativamente atrincherada y en la que todo a menudo rebota como en una pared de goma.
  • Pasa de la actitud reactiva a la proactiva: ser conscientes de la naturaleza de las personas agresivas, intimidatorias y controladoras puede ayudarnos a desacreditarnos de la situación y pasar de ser receptivos a asertivos y proactivos.
  • Defiende tus derechos: las personas agresivas, intimidantes y controladoras tienden a privarte de tus derechos para que puedan controlarte y aprovecharse de ti.
  • Trata de recuperar tu poder: un patrón recurrente de estas personalidades es que les gusta centrarse en la persona-objetivo, para que se sienta incómodo o inadecuado. Una forma simple pero poderosa de cambiar esta dinámica es poner los focos en ellos.
  • En situaciones leves, utiliza un humor apropiado: si se utiliza adecuadamente y apropiadamente, el humor puede iluminar la verdad, desarmar ciertos comportamientos difíciles y demostrar al interlocutor que tiene una mayor compostura. El humor es una buena estrategia para manejar a una persona controladora en el trabajo.
  • En situaciones más graves, intenta explicitar cuáles son las posibles consecuencias: la capacidad de identificar y afirmar cuáles son las consecuencias de los comportamientos de control es una de las habilidades más importantes que puedes utilizar para "desalentar" una persona rígidamente controladora, y probablemente estimularla a la reflexión y, quién sabe, quizás al cambio. Es necesario poner límites a una persona controladora en una relación.

En este artículo explicamos cómo lidiar con personas arrogantes y soberbias.

¿Una persona controladora puede cambiar?

Las acciones de las personas que controlan se mueven por factores psicológicos profundos, que tienen que ver con su estructura de personalidad, y más superficialmente por la profunda convicción de que es necesario comportarse de esas maneras para satisfacer sus necesidades y alcanzar sus objetivos. Por otra parte, es difícil que el maniático del control tenga la conciencia de tener esta ansiedad: se comporta así sin darse cuenta. Uno solo se da cuenta de que está siendo hipercontrolador cuando de los otros llegan estímulos de estar obsesionados con el control, como si fuera una necesidad que no se puede evitar.

Por desgracia, a menudo las personas que viven al lado de un maniático del control, se alejan, aunque no quieran causar dolor, porque no resisten la ansiedad de la perfección. Como consecuencia de episodios de este tipo, también puede ocurrir que las personas sobreprotectoras y controladoras pueden superar su manía de control. Mejor, sin embargo, si se les ayuda profesionalmente, ya que por sí solos no podrían procesar las causas profundas de esta ansiedad perfeccionista que invade al otro. Por tanto, la mejor opción es la psicoterapia para personas controladoras.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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Bibliografía
  • Edizioni Il Punto d’Incontro, (2014). Control freak: le personalità controllanti. Recuperado de: https://www.edizionilpuntodincontro.it/articoli/benessere/control-freak-le-personalita-controllanti.html
  • Maté, G. (2003). When the bosy says No. The cost of the hidden stress. Canada: Random House.
  • Montelli, A. (2017). Che ansia la mania di controllo! Recuperado de: https://www.donnamoderna.com/salute/mania-controllo-ansia
  • Riva, M. G. (2019). Il lavoro pedagogico. Come ricerca dei significati e ascolto delle emozioni. Milán: Edizioni Angelo Guerrini.
  • Viola, A. (2019). Le personalità controllanti: come riconoscerle. Recuperado de: https://psicologicagliaridottantonelloviola.blogspot.com/2019/01/normal-0-14-false-false-false-it-zh-cn.html
  • Vinciguerra, P., Calabrese, G. (2012). Stress & Dieta. Consigli e rimedi per vivere al meglio. Milán: Kowalski.
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