Cómo ser más fuerte mentalmente

El primer paso para convertirnos en personas fuertes mentalmente es dejar de tener miedo al miedo. Y con miedo, nos referimos a todo tipo de miedo, desde los miedos físicos ("no voy a subir ahí porque me voy a caer") pasando por todos y cada uno de los miedos psicológicos.

Los miedos, sea cual sea su forma y manifestación, bloquean y paralizan nuestro funcionamiento natural. Por ello, debemos ser cautelosos y cuidadosos ante ciertas situaciones que puedan conllevar cierto peligro, por supuesto, pero el miedo son, en realidad, un conjunto de mentiras mentales cuya única función es privarnos de experimentar la vida alegremente.

Dejar de tener miedo al miedo no significa cometer locuras y realizar todo tipo de actos que puedan poner en peligro nuestra salud e integridad física y/o psicológica. La sobriedad consiste en saber diferenciar qué es conveniente hacer, cuándo y de qué forma para que todo acontezca de buena manera.

Se trata de una virtud de altísimo valor que se manifiesta en personas que, por sus experiencias de vida, han acumulado mucha sabiduría y han conseguido obtener una gran fortaleza mental. Sin embargo, como todo en la vida, con la práctica y buen hacer podemos convertirnos en personas con gran sobriedad para conseguir actuar del mejor modo posible en cada momento.

Un requisito indispensable para saber qué miedo es absurdo y cuál está basado en una necesidad de tener cautela y ser cuidadoso deberemos aprender a separa lo bueno de lo malo. Este aprendizaje en sí mismo, nos ayudará a tener mucha más sobriedad ante nuestros actos.

Más allá de los valores poco profundos alimentados en nuestras sociedades occidentales actuales, todo aquello que nos aporta paz, alegría y nos une al prójimo será positivo. Por el contrario, todo aquello que nos quita la paz, nos entristece y nos aleja del prójimo será malo, así de sencillo.

Aprender a separar lo bueno de lo malo nos permitirá ver con más claridad qué nos hace bien y rechazar todo aquello que nos daña o nos hace dañar a los demás. Este aprendizaje, la gran sobriedad que acumularemos a través de él, fortalecerá mucho nuestro interior.

Alimentar la visión positiva de la vida supone un gran fortalecimiento mental interior. Cuando conseguimos ver la vida como algo bueno que constantemente se renueva y que puede sorprendernos gratamente cada segundo de nuestras vidas, la paz, el consuelo y la alegría que sentimos en nuestro interior nos fortalece de un modo inmenso.

Las personas fuertes mentalmente son personas que, múltiples y variadas y más o menos duras experiencias de vida, adoptan esta perspectiva de vida, resultado de su aceptación de la vida como algo vivo que nos ofrece continuas experiencias y sus consecuentes aprendizajes.

Entender la vida como algo bueno y positivo convierte, automáticamente, todo lo negativo en quimeras mentales, en humo. Por que en realidad, la visión negativa de las cosas no deja de ser un filtro que, de nuevo, nos bloquea. Muchas personas negativas afirman que no son negativas sino realistas y que las personas positivas son muy fantasiosas y poco realistas. No es así, sin embargo. Las personas que eligen ver la bondad de la vida, ven las penurias que habitan en el mundo pero, con grandísima fortaleza interior, deciden combatirlas y hacerles frente.

Las personas fuertes mentalmente son personas luchadoras que se esfuerzan por conseguir aquello que deben conseguir y son conscientes de que prácticamente todo en esta vida supone trabajo y esfuerzo. Como consideran este aspecto algo inherente a la vida, se comprometen fuertemente con aquellas situaciones que, tras meditar con la calma y sobriedad necesarias, han elegido sacar adelante.

Aceptar los cambios de la vida y los sufrimientos que muchas veces conlleva una vida en constante cambio nos hará más fuertes. En otras palabras, no tiene ningún sentido aferrarnos a las persona o a las cosas. Esto no significa ser indiferente hacia los demás y no valorar nada, sino cuidar cada segundo de los demás, de nosotros mismos y de todo lo que nos rodea y, si mañana algo cambia en nuestras vida, seguir cuidando de lo que se encuentre en ese momento a nuestro alrededor.

Adoptar esta perspectiva de vida nos aporta calma interior al despegarnos del miedo a perder algo o a alguien y nos permite vivir con alegría y fuerza cada momento como si fuese nuevo que, en realidad, lo es.

Si rememoramos aquellas personas que más hemos admirado en nuestras vidas, seguramente confirmaremos que se trataba de personas humildes, sencillas y tranquilas. La acumulación de fortaleza interior, de fortaleza mental aporta estas tres características.

Cuando la fortaleza de una persona no va a acompañada de estas tres características, la persona se puede perder en la soberbia, en la arrogancia y en la impulsividad.

Otro de los consejos para ser más fuerte mentalmente es priorizar los objetivos de mejora del mundo. Aunque en la sociedad actual la fortaleza puede ir asociada a algo más egocéntrico e individualista, en realidad la verdadera fortaleza mental la poseen personas que resuelven las necesidades y bienestar de los demás de los demás sobre las suyas propias. Pocas cosas fortalecen más a un ser humano que cuidar y nutrir a los demás.

Por el contrario, las personas fuertes mentalmente son personas que se han fortalecido a raíz de la superación de experiencias de vida. Esto les ha otorgado una actitud calmada, paciente, alegre y humilde que les lleva a relacionarse con los demás de forma manera amable y cordial. Las relaciones tan sencillas y puras nutren y fortalecen, más si cabe, el interior del ser humano.

Esto se contrapone a la fortaleza individual de ciertas personas valorada en la actualidad por conseguir éxito en sus vidas y cierto poder de manipulación sobre los demás. Sin embargo, esta fortaleza individual tan solo beneficia a uno mismo y puede dar lugar a relaciones sociales jerárquicas.

Como último aspecto fundamental y característico de las personas fuertes mentalmente mencionaremos la alegría, una gran virtud que surge como resultado de una vida de sacrificios, esfuerzos y victorias. Además, la alegría fortalece tanto que nos lleva a sentir el deber de extender y compartir tan gran don que es la alegría para hacer llegar a tantas personas como sea posible todas las gratificaciones interiores que nos aporta.

En este artículo te explicamos Qué es la alegría en psicología.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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