Fui infiel y me arrepiento
Quizá el aspecto que genera más controversia en relación a la pareja sea el de la infidelidad, abarcando desde habladurías entre vecinos hasta portadas de magazines. Miles de canciones, poemas y cartas se han llenado sobre desengaños amorosos. Se ha debatido, se ha legislado, incluso, sobre la infidelidad. Existen affairs en todas las sociedades, culturas y países, lo que nos hace plantearnos una cuestión fundamental: si la infidelidad causa estragos en la pareja, ¿por qué es un fenómeno tan extendido? En este artículo de Psicología-Online: Fui infiel y me arrepiento, te lo contamos:
Infidelidad en el matrimonio: diferencias entre hombres y mujeres
Tradicionalmente, se ha asociado la infidelidad sexual, es decir, aquella en la que predomina el contacto físico y la excitación sexual, a la infidelidad del hombre; y la emocional, en la que prevalecerían los vínculos afectivos, a la infidelidad de la mujer. De hecho, esto podría ser realmente así en la mayoría de los casos, ya que hombres y mujeres somos y pensamos diferente. Esto se aplicaría también a las aventuras, por lo que la infidelidad del hombre tendería a tomar formas distintas de la infidelidad de la mujer.
Generalmente, los hombres no suelen planear una aventura y simplemente ocurre. Tienden a establecer diferencias entre el sexo y los vínculos emocionales, y ambas cosas no tienen por qué suceder al mismo tiempo. Por otro lado, las mujeres son más propensas a embarcarse en una aventura cuando han dedicado tiempo a meditar sobre ello y existe cierto vínculo emocional con la tercera persona.
También es importante apuntar que la cantidad de mujeres que tienen una aventura es menor que la de los hombres, y las mujeres jóvenes tienden a tener más aventuras que las de edad más avanzada. Hallamos una posible explicación en aspectos hormonales, ya que los hombres disponen de mayores niveles de testosterona, hormona relacionada con el impulso sexual. Por otro lado, en las mujeres se encuentran mayores niveles de oxitocina, hormona relacionada con el parto, la conducta maternal, la lactancia y el apego. Otra explicación la encontraríamos en los modos de crianza y educación diferenciada que reciben hombres y mujeres desde la infancia, a través de la cual en hombres se premiaría la bravura y la estoicidad, y en mujeres se reforzaría la ternura y la emocionalidad, lo que contribuiría a encaminar a ambos por tales caminos.
Causas de la infidelidad
La opinión popular a menudo atribuye la infidelidad a la personalidad del infiel o a un déficit en la relación. Según estas creencias ampliamente extendidas, las personas engañarían porque son egoístas o débiles y se dejarían llevar por la tentación; serían desleales a sus respectivas parejas porque su relación estaría dañada, estancada o les resultaría poco satisfactoria. A menudo, estas explicaciones disponen de cierta base de realidad. Sin embargo, algunas personas son razonablemente sanas emocionalmente y se encuentran en una relación satisfactoria y feliz, y aun así, cometen una infidelidad. ¿Por qué personas felices en su matrimonio se dejan embaucar por un affair?
Perel propone cuatro causas de la infidelidad, cuatro posibles razones por las que hombres y mujeres en todo el mundo son infieles, arriesgando su matrimonio, su hogar, su familia, amigos en común, y en algunos casos, hasta su reputación:
- Autoexploración. Se trata de un tema recurrente entre infieles, para los que la aventura se reformularía en términos de autodescubrimiento: a través de la aventura buscan una identidad perdida, que quedó en el pasado; o una nueva, es decir, aquello que nunca fueron y que, por primera vez, tienen la oportunidad de ser. Para estas personas, es menos probable que la infidelidad sea resultado de una relación problemática y se convertiría en una manera de indagar sobre partes del yo nunca experimentadas o reprimidas por mucho tiempo. Curiosamente, no suelen querer cambiar quiénes son, simplemente quieren escapar de esas limitaciones de la cotidianidad por un corto período de tiempo: lo que duran los encuentros con su amante. Sentirse nuevamente jóvenes, liberarse de ciertas “cargas” familiares o laborales, explorar y experimentar nuevos roles, sumergirse en la clandestinidad. No buscan a otra persona, se buscan a sí mismas, o al menos, ciertos aspectos perdidos o ignorados.
- La naturaleza seductora de la transgresión. A veces, las personas felices que son infieles refieren que se sienten como adolescentes. Una aventura es algo prohibido, y esto le confiere un gran componente activador. Así, los actos de transgresión dan un carácter casi irresistible a las aventuras para algunas personas, que deciden embarcarse en ellas.
- La ilusión de las vidas no vividas. En este caso, son las oportunidades perdidas las que actuarían como gasolina al fuego. A menudo, se trata de personas que permanecieron fieles a sus parejas durante largos períodos de tiempo, hasta que comienzan a preguntarse cómo podría haber sido su vida. Como consecuencia, pueden sentirse confinados por el camino y relación que eligieron o les tocó vivir, a pesar incluso de reportar felicidad en él. Así, la infidelidad se convertiría en una forma de explorar aquello que pudo ser, y nunca fue.
- Sentir emociones nuevas o desterradas. Por último, las personas felices que tienen una aventura pueden hacerlo para experimentar sensaciones nuevas o reprimidas durante mucho tiempo. De nuevo, esta es una forma de autoexploración. Los hombres son especialmente vulnerables a este motivo, debido a que culturalmente se tiende a enseñarles a reprimir y no expresar sus emociones. Desafortunadamente, al hacerlo, a menudo mitigan la alegría y el dolor, el placer y el sufrimiento; todas ellas emociones inherentes a la vida. En este caso, la infidelidad actuaría más como una liberación emocional que una liberación sexual.
Por qué se es infiel cuando se ama
Las aventuras tienen mucho que decir sobre las relaciones, pero en el fondo, sobre nosotros mismos. Cuando una persona es infiel a su pareja, nos abre una rendija a su mundo de actitudes, creencias y valores; sus pensamientos y emociones; sus esperanzas, expectativas; y a lo que siente que tiene derecho a hacer.
¿Por qué se es infiel cuando se ama? Las aventuras, en el fondo, reflejan el deseo y la necesidad de validación externa de quien las busca. Que admiren tu belleza, valoren tu carisma, se fijen en tu perfume o tu corte de pelo nuevo, añoren tu compañía… pueden darse de muchas formas. Muchas personas que nunca pensaron que podrían llegar a ser infieles, lo fueron. Sus historias son diversas, sus personalidades, únicas. Pero podemos establecer algunos temas recurrentes que se dan en la mayoría de infidelidades. En muchos casos, las aventuras extramaritales no están tan motivadas por enamorarse de otra persona. De lo que realmente se enamoran es de esta novedosa y fresca imagen de ellos mismos, del redescubrimiento personal que supone encontrar admiración después de varias decepciones, tal vez fracasos. En el apartado anterior explicábamos este deseo, la autoexploración. Así, a veces, cuando nos fijamos en otra persona, no es de nuestra pareja de la que nos estamos alejando, si no de quién nos hemos convertido.
A todo lo anterior, hay que añadir que las aventuras tienen otra característica en particular que fomenta que resulten casi irresistibles para el que se sumerge en ellas. Condiciones de satisfacción parcial funcionan como combustible para el que anhela, de forma que cada encuentro con el amante contribuye a anticipar, y por tanto, desear con más fuerza el encuentro siguiente. Esto se debe a que estos encuentros suelen mantenerse en la clandestinidad, por lo que nunca se da una unión completa con el amante. Así, el cerebro se inunda de dopamina, un neurotransmisor que también se activa cuando realizamos conductas adictivas, como consumir nicotina o cocaína. Esto explicaría la recurrencia que se da en algunos infieles, corriendo a veces incluso el riesgo de ser descubiertos.
Le fui infiel a mi novio o novia
La infidelidad es uno de los percances más duros por los que pasa una pareja, y lo que sucede inmediatamente después a su revelación es muy volátil: está cargado de emociones, perplejidad, desconcierto, frustración. Nos recorre por el cuerpo un escalofrío, sentimos que no conocemos a la persona con la que hemos compartido los últimos meses, años, con la que nos hemos casado, criado hijos. Es lo que se conoce como la “fase de crisis”, en la que la responsabilidad recae fundamentalmente en la persona que ha tenido la aventura. Para resolverla, es importante que la persona que ha tenido una aventura adopte una postura empática con su pareja. En el siguiente artículo encontrarás cómo trabajar la empatía en la pareja.
Es esencial no tratar de minimizar el desliz ni el dolor causado. Para este objetivo, es importante llevar a cabo actos de reparación, en los que además de reconocer el daño, se hagan esfuerzos activos para recuperar progresivamente la confianza de nuestra pareja. Una infidelidad puede llevar al fin de una relación, pero también puede dar paso a una nueva etapa llena de cambios positivos y energías renovadas. En el siguiente apartado te contamos cómo.
Fui infiel y me arrepiento
Tras pronunciar "fui infiel y estoy arrepentido", vienen los actos de reparación de los que hablábamos en apartado anterior. Estos van más allá de contar una infidelidad: se trata de esfuerzos conscientes dirigidos a reparar el daño causado. A continuación, te proponemos 5 consejos para tratar de recuperar tu relación y a tu pareja:
- Dale tiempo y espacio a tu pareja para que exprese sus emociones. Todas ellas tienen su función, y tu pareja necesita tiempo para curarse y asimilar lo que ha sucedido. Es comprensible querer paliar el dolor, pero es importante no apresurarse ni quemar estadios, todos ellos tienen su función, y si se pasa al siguiente sin haber completado el anterior, corremos el riesgo de acumular los errores.
- Sé responsable. Es muy importante tomar responsabilidad por los actos llevados a cabo y mostrar arrepentimiento. Asimismo, la disposición de no volver a ser infiel es fundamental.
- Sé sincero. Explícale a tu pareja cuáles fueron los motivos por los que ocurrió la aventura. No es necesario que te explayes en los detalles, sobre todo en lo relacionado a los actos íntimos con la tercera persona, pero para que haya verdadera reparación y podáis seguir adelante es necesario que tu pareja comprenda por qué ha sucedido. Mala comunicación, necesidades no satisfechas y dificultades emocionales suelen ser las causas más comunes.
- Corta de raíz con todo lo relacionado con la infidelidad. Si realmente no quieres continuar con la tercera persona, es muy importante que cortes cualquier tipo de comunicación con ella. Esto es especialmente importante para el proceso de recuperación de tu pareja, y para que pueda volver a confiar en ti.
- Sé consistente con tu pareja. Llama cuando dijiste que llamarías, llega a casa a la hora que tendrías que haber llegado.
Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.
Si deseas leer más artículos parecidos a Fui infiel y me arrepiento, te recomendamos que entres en nuestra categoría de Terapia de pareja.
- Morin, J. (1995). The erotic mind. London: Headline.
- Pease, B., & Pease, A. (2010). Why Men Want Sex and Women Need Love: Solving the Mystery of Attraction. Harmony.
- Perel, E. (2017). The state of affairs: Rethinking infidelity-A book for anyone who has ever loved. Hachette UK.