Memoria sensorial: qué es, tipos y ejemplos

Se habla de memoria sensorial cuando se está en presencia de un proceso capaz de almacenar información sensorial, auditiva, visual, táctil, olfativa o gustativa, durante unos segundos o milisegundos. De hecho, la memoria sensorial procesa y retiene información de los sentidos en menos de un segundo desde la percepción de un objeto. En este artículo, encontrarás información sobre los sentidos del ser humano y sus funciones.

Uno de los ejemplos de memoria sensorial es nuestra capacidad de mirar un objeto o escuchar una palabra y recordar su aspecto o sonido dentro de una fracción de segundo de la observación o de la escucha. Este tipo de memoria es una respuesta automática a un estímulo sensorial, generalmente fuera del control consciente.

Qué función cumple la memoria sensorial

En la definición de memoria sensorial se hace referencia a la capacidad de adquisición y transmisión de la señal que entra en el sistema. En cierto sentido, coincide con la capacidad de los receptores de ser modificados en su modo específico y, por tanto, de registrar instantáneamente la llegada de un determinado estímulo.

Este tipo de memoria se desactiva completamente bajo anestesia y en estado de coma medio y profundo. Además, la memoria sensorial es hipofuncional cuando existe interferencia en las señales entrantes, es decir, cuando la atención no esté bien enfocada o cuando no se está en estado de vigilia. En estos casos, la memorización sensorial o inmediata es fragmentaria o inconstante.

Una de las características de la memoria sensorial es que funciona como una "fotografía instantánea", justo después de ser capturada es destruida y sustituida por otra. Aunque la memoria sensorial es muy precisa, hasta el punto de permitir el almacenamiento de una réplica del estímulo sensorial, de cualquier tipo que sea, solo puede retener la información durante 1 o 2 segundos. Si la información no pasa a la memoria a corto plazo, que puede conservarla hasta pocos minutos, se pierde definitivamente.

Por memoria sensorial se entiende el sistema de memoria que retiene la información puramente sensorial. El trueno de la tormenta, el dolor causado por una quemadura solar son sólo algunos de los estímulos que se almacenan en el primer almacén de la memoria. Dependiendo de la naturaleza de la información que llega, se activa una forma específica de memoria sensorial. Veamos cuáles son los tipos de memoria sensorial que existen:

• Memoria icónica: se utiliza para almacenar información del sistema visual: un rayo de luz o la inscripción en un anuncio publicitario.
• Memoria ecóica: almacena la información acústica que proviene del sistema auditivo: el sonido de una campana o el sonido de un teléfono.
• Memoria háptica: en ella se almacena información que proviene de la modalidad táctil: el tacto de la hierba o el tacto de la arena.

También es posible demostrar empíricamente la existencia de almacenes de memoria sensorial como el after images (visual) y la persistencia visual (visual). Después de la acción de la memoria sensorial, se activan otros procesos memorísticos. Descubre qué otros tipos de memoria humana existen

Puede que alguna vez hayan tenido la sensación de haber "visto" o "sentido" más de lo que realmente puedes decir. La memoria sensorial también hace el trabajo sucio de analizar la masa de estímulos sensoriales y decidir cuáles de estos estímulos vale la pena poner a disposición de nuestra conciencia.

Es una especie de "portero" que se coloca en la entrada de nuestro cerebro consciente y decide quién vale la pena dejar entrar y quién, en cambio, es mejor dejarlo fuera. Este trabajo de selección se hace identificando información discreta y clasificándolas por ascensión.

Efecto cocktail part

Uno de los ejemplos de memoria sensorial seria el llamado "efecto cocktail part". Cuando te encuentras en un lugar abarrotado y ruidoso como un pub, un estadio o una fiesta con mucha gente, nuestros cerebros tratan de separar los diferentes estímulos auditivos en diferentes flujos son más relevantes.

Es a través de este mecanismo de selección que podemos concentrarnos en una sola conversación a pesar de que hay muchas en el mismo ambiente, algunas de las cuales pueden ser más ruidosas. Si alguien en la mesa de al lado pronunciase nuestro nombre o algo que nos concierne, la memoria sensorial entraría de nuevo en juego y nos advertiría de la presencia de algunos pedacitos de información saliente a los que vale la pena prestar atención.

Reconocimiento de voz

Si hablamos de ejemplos de memoria sensorial, este es muy claro. Hay situaciones en la que escuchas la voz de alguien y, en seguida, reconoces quién es sin necesidad de verlo. Esta habilidad es posible gracias a la memoria sensorial, ya que procesa la información en segundos y nos permite percibir si esa voz es conocida, si forma parte de nuestra conciencia, a quien pertenece y decide si es importante retener ese estímulo.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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