Mi pareja no quiere vivir conmigo: por qué y qué hacer
En los últimos años han proliferado las parejas que viven en hogares distintos, el llamado fenómeno LAT (Living Apart Together), este afecta a todos los estados civiles con características sociodemográficas y actitudinales diferentes. Estas parejas sin convivencia, se consideran a sí mismas como tales, pero no viven habitualmente en el mismo domicilio, siendo esta situación independiente de su estado civil. A continuación, desde Psicología-Online intentaremos exponer algunos de los aspectos que pueden estar haciendo que tu pareja no quiera vivir contigo y qué hacer al respecto.
Por qué mi pareja no quiere vivir conmigo
¿Por qué mi novio o novia independizarse conmigo? A continuación vamos a ver los distintos motivos por los cuales una pareja no quiere vivir junta:
Obstáculos tradicionales
Estos hacen referencia a aspectos como el retraso en la edad de emancipación, la prolongación de los estudios, la dificultad de acceso al mercado laboral y a la vivienda o a la cultura familiar tradicional. En este sentido las parejas LAT serían un alargamiento del noviazgo como respuesta a un seguido de circunstancias sociales que dificultarían la convivencia. Este apartado también hace referencia a aquellas parejas que se encuentran separadas por motivos laborales o bien porque deben cuidar a un familiar mayor.
Forma de vida
Hay parejas que de forma buscada y consensuada deciden que no quieren vivir bajo el mismo techo porque quieren tener el control de su tiempo y su espacio pero no quieren renunciar a las ventajas de la vida en pareja. El autor Levin decía que una relación sin convivencia habitual permite combinar autonomía e intimidad. En ese apartado, a parte de parejas jóvenes que decidan adoptar este fenómeno LAT, también encontraríamos parejas de personas mayores, viudas o muy vinculadas emocionalmente a sus hogares y a sus relaciones familiares o también a parejas que no quieren cometer errores pasados, estas suelen haber experimentado varias relaciones de pareja y se muestran reacias a iniciar una nueva convivencia.
Autonomía de la mujer
¿Por qué mi novia vive sola y no quiere vivir conmigo? Este apartado hace referencia a que en términos de oportunidades las mujeres han mejorado su posición en las sociedades avanzadas con mayor autonomía e igualdad. En muchas ocasiones, la convivencia tradicional suele exigir a las mujeres una mayor implicación en las tareas del hogar y ello repercute en una pérdida de tiempo libre y de independencia. En este caso, la relación LAT se establecería para corregir esta desigualdad. Sería para algunas mujeres un ideal para permitir una mayor autorrealización femenina en el plano de igualdad con el hombre.
Teoría de la individualización aplicada a la familia
Somos seres sociales y como tales evolucionamos con la sociedad. Actualmente, hay una tendencia para romper con todo aquello tradicional. Las relaciones se hacen mucho más flexibles y privadas -no hay por qué demostrar nada a nadie- la persona tiene mayor capacidad de elección, pero, al mismo tiempo, mayor riesgo: las relaciones se vuelven más inseguras. En esta teoría de la individualización, las LAT persiguen que la persona conserve su identidad, libertad e independencia en su vida en pareja.
Miedo al compromiso
Hay personas que presentan cierto miedo a establecer lazos que les comprometan a largo plazo e ir a vivir juntos puede ser uno de ellos. El hecho de dar este paso implica asumir más responsabilidades en la relación y quizás la persona aún no se encuentra preparada para ello. Cuando la relación empieza a ser demasiado formal, la persona se siente confundida y da un paso atrás. Aquí explicamos qué hacer cuando una persona tiene miedo al compromiso.
Desacuerdos
Puede suceder que el hecho de ir a vivir juntos sea un punto de conflicto entre ambos porque no os ponéis de acuerdo en dónde vivir. Quizás ambos os encontráis en vuestro hogar cerca de vuestro entorno y trabajo, mudaros supone o bien que ambos debáis abandonar ese entorno o bien que uno de los dos deba renunciar al suyo. Eso puede hacer que muchas parejas no tomen la decisión de emprender ese viaje juntos, porque les supone renunciar a demasiadas ventajas.
La soledad como costumbre
Puede suceder que uno de la pareja o ambos hace tiempo que os hayáis independizado solos y os hayáis acostumbrado a vuestras rutinas, la convivencia supone ciertos sacrificios y negociaciones con la otra persona y quizás es uno de los motivos que está frenando a la pareja de dar ese paso juntos.
Falta de confianza o seguridad en la relación
La indecisión o la falta de compromiso con la pareja puede ser uno de los motivos que esté frenando a una parte de la pareja para dar el paso. Dar un paso así en una pareja supone un cambio y una transición para esa misma, si hay dudas puede ser que la persona que esté al lado no se vea lista para emprender ese vuelo.
El apego a la familia de origen
Otro de los motivos por los que una parte de la pareja puede no querer ir a vivir con la pareja puede ser la comodidad, en todos los sentidos, que le ofrece la familia. Dar ese paso podría suponer salir de su zona de confort de la cual aún no se ve preparado/a.
Bawin-Legros y Gauthier exponían en uno de sus estudios sobre las LAT que el aspecto clave es que haya sido aceptada o negociada entre los propios miembros de la pareja.
Qué hacer si mi pareja no quiere vivir conmigo
Una vez has visto los motivos que pueden llevar a una pareja a tomar la decisión de mantener su relación pero no dar el paso de convivir, puedes plantearte si quizás puede ser alguno de ellos la razón y hablarlo abiertamente con tú pareja, exponer tus puntos de vista e intentar llegar a un acuerdo con él o ella.
En el caso que no encuentres reflejado ninguno de los motivos expuestos anteriormente, es importante preguntar el motivo de esa negativa. Puede que tu pareja esté poniendo excusas para no vivir juntos. Puede suceder que os encontréis en una fase distinta de la relación, una parte de la pareja ya estaría preparada para dar el paso emocionalmente y, obviamente las circunstancias socioeconómicas están a favor, pero la otra parte se encuentre en otro estado y necesita un poco más de tiempo para dar el paso. Emanciparse con una pareja es una transición que supone un cambio importante para la vida de una persona. Para ello debes primero:
- Tener claro qué quieres tú.
- Hasta dónde estás dispuesto/a a negociar (cuáles son las cosas que no vas a permitir y qué puedes llegar a aceptar).
- Hablar con tu pareja abiertamente de tus decisiones.
- Tomar decisiones congruentes con tu forma de ser y pensar.
¿Las parejas LAT funcionan?
Si la pareja ha establecido su relación LAT de forma consensuada y ha sido aceptada por ambas partes, el vínculo puede funcionar perfectamente. Por ejemplo, en la zona del Caribe son habituales las llamadas “visiting reunions”, estas se refieren a parejas con o sin hijos que no cohabitan pero que mantienen relaciones sexo-afectivas. Estas relaciones son públicas y socialmente reconocidas, con cierto grado de estabilidad y que implican unión tanto moral como afectiva.
Además, se han llegado a observar ciertas ventajas en las relaciones LAT, como que ayuda a mantener la pasión por más tiempo, permite echar de menos al otro y elude caer en rutinas, evita tensiones derivadas de la convivencia -manías, tareas del hogar, horarios incompatibles-, facilita el manejo de la economía y en caso de ruptura facilita esta, ya que existen menos bienes a repartir. Aun así, como se ha mencionado anteriormente, ambos deben haber llegado a un acuerdo y haber establecido reglas para que funcione, las más comunes son (aunque dependa de cada pareja):
- Ser fiel, vivir en casas separadas no significa renunciar a la fidelidad.
- Desarrollar confianza y honestidad con el otro.
- Tener objetivos comunes.
- Que la persona se sienta parte de tu vida, la pareja, a pesar de no vivir contigo, se debe sentir una prioridad.
Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.
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- Bawin-Legros, B. y A. Gauthier. 2001. “Regulation of intimacy and love semantics in couples living apart together.” International Review of Sociology 11:39-46. Beck Gernsheim, E. 2003. La reinvención de la familia. En busca de nuevas formas de convivencia. Barcelona: Paidós.
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