Qué significa ser una persona intensa y cuáles son sus cualidades

Según la psicología, las personas intensas son aquellas que experimentan sensaciones muy profundas y apasionadas, tanto las que son positivas como las negativas. Por lo tanto, al estar muy conscientes de su mundo interior, pueden desarrollar patrones de pensamientos continuos que las llevan a ser obsesivas.

Según el Diccionario de la Real Academia Española^[1], las personas intensas son aquellas vehementes y vivaces que sienten intensamente. Esta definición deja claro que esta cualidad no solo tiene una connotación negativa, sino que también se refiere a una terminología que se asocia con la profundidad de las experiencias. Por ejemplo, en el trabajo veces se requiere de cierto nivel de intensidad para sacar a delante determinadas tareas.

Ahora bien, ¿cómo actúa una persona intensa? Cuando el enfoque se sale de control y se pierden las perspectivas de las emociones, se puede caer en un patrón conductual obsesivo. Obviamente, esto causa daño a nivel interior, así como también a las personas que se encuentran alrededor.

Unido a eso, las personas intensas son incapaces de ocultar o disimular lo que sienten. De hecho, ni siquiera lo intentan. Esta actitud los abruma y hace que no sean dueños de sus emociones. Además, cuando quieren algo lo hacen todo para obtenerlo y no temen expresar sus pensamientos.

Las personas intensas nunca ocultan sus sentimientos. Además, presentan ciertos rasgos destacables. A continuación, te mostraremos las principales cualidades de una persona intensa:

• Son altamente sensoriales: lo que se describe como una gran sensibilidad para el procesamiento emocional.
• Tienden a ser melancólicos o muy eufóricos por naturaleza: por lo tanto, experimentan los extremos emocionales con mucha fuerza.
• Pueden contactar y mandar mensajes a la persona que les interesa: esto lo hacen sin medirse en cuanto al tiempo y a las veces que lo hacen.
• Son conversadores compulsivos: pocas veces dejan hablar a las demás personas.
• Se enfocan en un objetivo: de hecho, no ven más allá de ello para saber si están haciendo daño a terceros o no.
• Buscan con frecuencia el contacto sensorial de quienes los escuchan: bien sea mediante palmadas, toques en la espalda o en los hombros, lo que llega a ser muy molesto.
• Lanzan comentarios o palabras inapropiadas delante de quien sea.
• Son posesivos, dominantes, asfixiantes y celosos.
• Responden con mucho drama: todas las noticias o circunstancias se las toman muy a pecho.
• Exageran el significado de todas sus relaciones interpersonales y emocionales.
• No temen a los retos: siempre están dispuestas a aceptar cualquier desafío. Por eso, también son increíblemente motivadas, lo que se convierte en una cualidad positiva.

El primer paso para dejar de ser una persona intensa es respetar el espacio de los demás y las decisiones que toman. Solo de esa manera podrás mantener un límite apropiado con la individualidad de cada quien. Además, también te recomendamos seguir estos consejos:

• Limita tus expectativas: trata de no engancharte con excesiva facilidad ante las emociones y los sentimientos. Es decir, relájate un poco en cuanto a lo que esperas de las demás personas, ya que todo el mundo no siente ni piensa igual que tú.
• Aprende a identificar los detonadores emocionales: cuando identificas las situaciones que pueden desbordar tus emociones, es más fácil aprender a poner un poco de control en las actitudes que tendrás ante ellas. Es decir, practica la inteligencia emocional.
• Reconoce que la intensidad puede causar daño en tus relaciones: al contrario de lo que crees, ser intenso/a no es nada positivo para mantener el equilibrio en una relación, ya que las demás personas pueden sentirse sofocados. Por eso, es fundamental dar un paso atrás y evaluar las consecuencias que las actitudes intensas que tienden provocan a tu alrededor.
• Confía: la confianza es el punto neurálgico para que una relación se mantenga en el tiempo. Sin embargo, confiar es respetar el espacio personal y aceptar que nadie es dueño de nadie.
• Busca ayuda: si sientes que el problema se sale de tus manos, nunca está de más buscar ayuda con algún experto. Te brindará las estrategias más asertivas para que salgas de un círculo actitudinal que puede alejarte de quienes más aprecias y amas.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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