Relación rebote: características y duración


Todos hemos oído alguna vez que un clavo saca otro clavo, pero ¿es eso cierto? ¿Realmente otra persona sana el dolor que nos ha podido dejar la ex pareja? El siguiente artículo de Psicología-Online pretende hablar sobre la mitificación de que en muy poco tiempo otra persona puede quitarnos el vacío que nos ha podido dejar esa ex pareja. Hablaremos de las características y la duración de las relaciones rebote y discutiremos sobre sus posibilidades de éxito. ¿Quieres saber si las relaciones rebo funcionan? Sigue leyendo.
¿Qué es una relación rebote?
Para la mayoría de las personas romper con alguien es un proceso doloroso. Haber terminado con la pareja puede dejarnos un sentimiento de vacío intenso y, por ello, algunas personas buscan rápidamente sustituir el amor de aquella persona con otra relación sentimental. Es entonces cuando nos encontramos ante la llamada relación rebote o relación liana.
Características de las relaciones rebote
¿Cómo puedo saber si estoy en una relación rebote? La característica principal de la relación rebote es el corto periodo de tiempo entre la ruptura y el inicio de la nueva relación. Por otro lado, podemos encontrar también otras características que nos pueden indicar que estamos en una relación rebote como:
Dolor
Cuando se está con la nueva pareja, la mente se evade del dolor que se sentía por la ruptura. Pero, cuando esta desaparece, el dolor y la sensación de vacío vuelve a aparecer. Eso nos puede indicar que no estamos realmente enamorados de la otra persona sino que aún tenemos heridas abiertas de la anterior relación.
Necesidad
La necesidad de esta nueva persona para sentirse bien. Como la otra persona nos aporta confort, ya que cuando estamos con él o ella el dolor es menos, pueden desarrollarse relaciones con una intensidad muy superficial: el sexo es intenso, las palabras son muy cariñosas, pero realmente no te ves preparado/a para hablar de sentimientos profundos.
Rapidez
A su vez, esa intensidad puede llevar a precipitar actos como: conocer a la familia y amigos en muy poco tiempo e incluso ir a vivir juntos.
Comparación
Otra característica que también podemos ver en las relaciones rebote es: la constante comparación del “nuevo amor” con tu ex pareja. Este hecho puede significar que se está intentando encontrar a la anterior pareja en otra persona. No se valora a la nueva persona por lo que realmente es, como sus características y atributos, sino que se intenta buscar las cualidades de la ex pareja y que la persona actúe como un reemplazo.
Atracción sexual
Además, en las relaciones rebote, la atracción sexual suele ser el principal motor de la relación. Aunque disfrutar la sexualidad es algo natural y saludable en una relación de pareja, una posible señal de relación rebote es utilizar el sexo para evitar los sentimientos y emociones que pueden surgir debido al malestar por la ruptura anterior y la insatisfacción emocional con la nueva pareja.
Inestabilidad
Por último, debido a la inestabilidad emocional que supone una ruptura de pareja, la nueva relación también se verá afectada por esos cambios de humor, con lo que puede ser una relación inestable y con cambios de humor frecuentes.
Cuánto dura una relación rebote
Debido a la falta de vínculos afectivos estables y la dificultad de formarlos por las características que sustentan las relaciones rebote, estas no suelen ser muy duraderas. A pesar de la corta duración, muchas no llegan al año. Suelen ser intensas y precipitadas y se toman decisiones como emprender una vida juntos muy rápido, comprar una mascota conjuntamente, ir a un país extranjero por una temporada, etc.
¿Por qué no funcionan las relaciones rebote?
Una ruptura sentimental supone una pérdida, por lo que inevitablemente requiere un período de duelo. La persona necesitará un tiempo para asumir que ha roto con su ex pareja, reorganizar su vida y sus pensamientos, aclarar las emociones que siente y permitirse sentir el dolor que supone la pérdida para poder superarlo. En ocasiones, a las personas les da miedo tener que afrontar todo lo que la pérdida conlleva y pueden saltarse el duelo implicándose rápidamente en una nueva relación. De ese modo, el dolor queda enmascarado por el nuevo amor. Sin embargo, aunque nos queramos auto-engañar, el dolor sigue allí y eso nos perjudicará a la hora de establecer nuevos vínculos con otra persona. Es por ello que muchas de las relaciones rebote no funcionan porque, a pesar de querer ilusionarte por otra persona y pasar página, el dolor sigue muy presente y no permite avanzar.
Para ello, es importante tener presentes las fases del duelo y qué conlleva cada una de ellas:
- Normalmente, cuando una persona sufre una ruptura sentimental aparece un sentimiento de negación y aparece la incredulidad: “no puede ser que se haya terminado, si estábamos bien…es verdad que en ocasiones no estábamos de acuerdo en cosas, pero no era tan relevante como para terminar con la relación”.
- Esta incredulidad suele dar paso a la ira, rabia y enfado; no se entiende por qué se ha terminado la relación y la persona acaba enfadándose primero con la pareja (no hace falta que se lo comunique a esta sino que puede ser un pensamiento) y después también consigo misma por no haber podido hacer algo para salvar la relación.
- Después del enfado suele venir la tristeza. El darse cuenta de que esta persona ya no está a tu lado. Es importante que cuando sintamos la tristeza, dejemos que salga: llorar, expresarlo a tus amigos/as, hacer un ritual que te permita sacar esta tristeza (hay quienes le va bien mirar una película con la que saben que lloran siempre). En muchas ocasiones, en este punto a las personas les cuesta manifestar que están tristes e intentan hacer como que no pasa nada. Para superar un duelo es importante permitirse sentir la tristeza que la pérdida nos ha traído consigo.
- Sacar las penas fuera nos puede ayudar a transitar hacia el siguiente paso: la aceptación de la pérdida. Entender que tu ex pareja ya no forma parte de tu vida, pero que tu vida continua y puedes ser feliz sin esa persona, nos permite establecer nuevos objetivos y metas en nuestra vida, asumiendo que hemos sufrido una pérdida.
En las relaciones rebote, en muchas ocasiones, este proceso no se ha llevado a cabo del todo. Nos podemos haber quedado en la negación, la rabia y la ira o bien en la tristeza, ya que son procesos que a veces pueden ser desagradables, y decidimos no afrontarlos y reemplazar a la ex pareja con un nuevo amor.
Aquí encontrarás 10 consejos para afrontar una ruptura y realizar un buen duelo.
Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.
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- Boss, P. (2001). La pérdida ambigua: cómo aprender a vivir con un duelo no terminado. Barcelona: gedisa.
- Poch Avellan, C. (2013). Pèrdues i dols. Barcelona: Octadero.