¿Se puede amar a dos personas a la vez?

El poliamor es una forma de “no-monogamia” consensuada por todas las partes a través de la cual mujeres y hombres establecen relaciones íntimas, emocionales y/o sexuales con varias personas al mismo tiempo. El poliamor es distinto a otras formas de relaciones abiertas, como el intercambio de parejas, que implica que las parejas tengan relaciones sexuales ocasionales fuera de la relación, específicamente sin ningún vínculo emocional. A menudo, también se confunde con la poligamia, práctica en la cual un individuo establece matrimonio con varias personas al mismo tiempo.

Las personas que practican el poliamor pueden o no estar casadas, pero la diferencia fundamental con la poligamia es que esta a menudo se practica como poliginia, es decir, cuando un hombre establece matrimonio con múltiples mujeres. Generalmente, en esas relaciones a las mujeres no se les permite tener parejas masculinas adicionales y se les prohíbe tener relaciones sexuales entre ellas. El poliamor, en contraste, permite que las mujeres tengan múltiples parejas, al igual que los hombres. Además, la poligamia suele estar íntimamente ligada a la religión, que puede estar presente o no en el caso del poliamor.

En el apartado anterior, hemos establecido las diferencias básicas entre poliamor, intercambio de parejas y poligamia. Así, como se ha dicho, para establecer varias relaciones poliamorosas, es necesario el conocimiento y consentimiento de todas las partes implicadas y que se den ciertos niveles de intimidad en todas ellas. En este apartado, el objetivo es ir un paso más allá: ¿se puede estar enamorado de dos personas a la vez? ¿Se puede estar enamorada de dos hombres al mismo tiempo? ¿Se puede estar enamorado de varias personas a la vez sin traicionar a ninguna?

Una de las características fundamentales del poliamor es que se rechaza la idea de exclusividad, y cualquiera de los miembros de la relación puede tener múltiples parejas de cualquier género. Esta idea choca frontalmente con las nociones románticas ampliamente extendidas en la sociedad occidental relacionadas con la fidelidad, lealtad y compromiso. Cuando le damos la espalda a otros posibles amantes, estamos confirmando a nuestra pareja lo especial que es para nosotros. En un mundo donde es tan sencillo ser despedido, perder amistades, olvidar relaciones, pasar desapercibido, etc. la monogamia adquiere una importancia sin igual: te confirma que, al final del día, sí eres especial, al menos para tu pareja.

Sin embargo, los defensores del poliamor ponen en tela de juicio los ideales románticos relacionados con la monogamia, manifestando la siguiente paradoja: a medida que se intensifica la necesidad de fidelidad, también lo hace el impulso hacia la infidelidad. La carga que supondría delegar todas nuestras necesidades emocionales y deseos sexuales sería inasumible para una sola persona. Así, uno de los principales argumentos de los que se valen los defensores del poliamor es la noción de que las necesidades emocionales y sexuales de algunas personas se podrían satisfacer mejor con más de una persona. Esto además funcionaría a la inversa, aliviando la presión de tener que satisfacer todas las necesidades de otra persona. Así, una relación hastiada podría encontrar aire y energías renovadas.

De esta forma, las personas involucradas en relaciones poliamorosas sí pueden estar enamoradas de dos personas a la vez, en la medida en que cada pareja realiza diferentes aportaciones, contribuyendo a su vínculo emocional, al mismo tiempo que existe espacio entre ambas, ya que la pareja está involucrada con un tercero, lo cual fomenta el deseo.

Gran parte de la sociedad que rechaza frontalmente la idea de poliamor pone en tela de juicio que se las personas puedan enamorarse de varias personas al mismo tiempo. ¿Es posible amar a dos personas a la vez y no estar loco? ¿Cómo es posible mantener varias relaciones al mismo tiempo? ¿Cómo es posible comprometerse con más de una persona?

Según la teoría de Stenberg, el amor tendría tres componentes básicos: intimidad, pasión y compromiso.

• La intimidad se relaciona con la proximidad, conexión y vínculos afectivos.
• La pasión hace alusión al intenso deseo y unión con la otra pareja.
• El compromiso es el elemento por el cual la pareja decide permanecer unida a largo plazo.

Así, los defensores del poliamor sostienen que sería posible sostener varias relaciones al mismo tiempo en las que se dan las tres características citadas. Para ello, establecen una diferencia fundamental entre fidelidad sexual y compromiso emocional. De esta forma, existiría un compromiso significativo en muchas relaciones poliamorosas, pero no de forma exclusiva. Lo consiguen invirtiendo grandes cantidades de tiempo y esfuerzo para mantener tales relaciones saludables, tratando de aprender incluso nuevas habilidades de comunicación, analizando sus problemas y buscando activamente soluciones satisfactorias.

Por tanto, la comunicación es el pilar fundamental en el que se apoyan, debido a que necesitan manejar posibles celos a medida que surgen, así como definir claramente sus límites. Las personas poliamorosas se comprometen a tratarse bien, a decirse la verdad, a ayudarse a crecer y a sostenerse en momentos difíciles. Sus defensores ponen de manifiesto que el poliamor exige más palabras que la relación tradicional, ya que invierten mucho tiempo en explicarse, en contarse a cada una de las parejas sus sentimientos y todo lo que ocurre.

Así, a través del poliamor, las personas involucradas manifiestan que es posible amar a varias personas a la vez, debido a que esta forma de vincularse contribuye a eliminar de forma significativa lo que Dan Savage señala como inconvenientes de la monogamia: aburrimiento, desesperación, falta de variedad, “muerte sexual” y dar por sentado a la otra persona.

Una pregunta frecuente con respecto al poliamor es si es una forma de experimentación, en la que una persona conoce a varias durante un período de tiempo, para después elegir una pareja: con la que haya formado un vínculo de mayor intensidad, tenga más cosas en común, pueda establecer planes de futuro, etc. La respuesta a esta pregunta, según sus defensores, es que no. El poliamor se sustenta en la ausencia de escalafones, es decir, no hay primeros ni segundos puestos, para así tratar de impedir rivalidades y problemas de celos, ya que todos tendrían claro su aportación a la relación.

El poliamor es una forma de entender las relaciones amorosas, que da salida a personas que no se sienten cómodas en los modelos tradicionales que no abarcan la enorme variedad de diversidad sexual y de género que existe hoy en día. Si el poliamor funaciona, al igual que con cualquier otra relación, depende de las personas involucradas y de cómo se manejan. Así, el poliamor no es para todos. Puede ser un estilo de relación complejo e intenso que requiere tiempo y dedicación para mantener. Muchas personas pueden preferir la simplicidad, la seguridad y la exclusividad de la monogamia.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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