Psicología clínica

Secuelas después de una depresión

 
Susana Martínez
Por Susana Martínez. 6 julio 2023
Secuelas después de una depresión

La depresión es una enfermedad mental que afecta a millones de personas en todo el mundo. A menudo, se la describe como una profunda sensación de tristeza y desesperanza, pero sus consecuencias van más allá de los síntomas emocionales. Las secuelas que deja la depresión pueden perdurar incluso después de que los síntomas principales hayan remitido, y comprender estas secuelas es esencial para una recuperación completa.

En este artículo de Psicología-Online te explicaremos las doce secuelas más comunes que puede dejar la depresión, hablaremos sobre si la depresión puede dejar secuelas a nivel cerebral basándonos en las investigaciones actuales y proporcionaremos las claves para tratar las secuelas después de una depresión.

Índice

  1. Qué secuelas puede dejar una depresión
  2. ¿La depresión deja secuelas en el cerebro?
  3. Cómo tratar las secuelas después de una depresión

Qué secuelas puede dejar una depresión

Las secuelas después de una depresión pueden variar de una persona a otra, pero a continuación se presentan 12 secuelas comunes que pueden experimentarse:

  1. Disminución de la autoestima: la depresión puede afectar negativamente la percepción de uno mismo, generando sentimientos de inutilidad, culpa y baja autoestima y autoconfianza.
  2. Dificultad para experimentar emociones positivas: después de la depresión, algunas personas pueden tener dificultades para experimentar emociones positivas, lo que puede resultar en una disminución del interés y la capacidad para disfrutar actividades placenteras.
  3. Pérdida de interés en actividades previamente disfrutadas: la depresión puede llevar a una pérdida de interés en actividades que antes resultaban agradables, lo que se conoce como anhedonia. Esta secuela puede persistir incluso después de que los síntomas depresivos hayan disminuido.
  4. Alteraciones del sueño: la depresión puede alterar el patrón de sueño, causando insomnio o hipersomnia. Después de la depresión, algunas personas pueden seguir experimentando dificultades para conciliar el sueño o mantenerlo de manera adecuada.
  5. Dificultades cognitivas: la depresión puede afectar la cognición, lo que incluye problemas de concentración, dificultades para tomar decisiones, disminución de la memoria y dificultades en la resolución de problemas.
  6. Fatiga y falta de energía: muchas personas experimentan fatiga y una sensación generalizada de falta de energía después de la depresión. Esto puede afectar su capacidad para llevar a cabo las actividades diarias de manera efectiva.
  7. Cambios en el apetito: la depresión puede alterar el apetito, resultando en una disminución o aumento significativo de la ingesta de alimentos. Después de la depresión, algunas personas pueden seguir lidiando con cambios en el apetito y la relación con la comida.
  8. Aislamiento social: durante la depresión, es común que las personas se aíslen socialmente. Sin embargo, incluso después de la recuperación, algunas personas pueden tener dificultades para reintegrarse socialmente y pueden experimentar ansiedad social o miedo al rechazo.
  9. Trastornos de ansiedad: la depresión y los trastornos de ansiedad a menudo se presentan de manera conjunta. Después de la depresión, algunas personas pueden desarrollar trastornos de ansiedad, como trastorno de pánico, trastorno de ansiedad generalizada o trastorno de estrés postraumático.
  10. Autocrítica y rumiación: la depresión puede aumentar los niveles de autocrítica y rumiación, lo que implica pensamientos negativos recurrentes y una autocrítica constante. Estos patrones de pensamiento pueden persistir después de la recuperación de la depresión.
  11. Baja motivación: la falta de motivación es una secuela común después de la depresión. Las personas pueden experimentar dificultades para encontrar sentido o propósito en las actividades diarias, lo que puede afectar su productividad y satisfacción general.
  12. Vulnerabilidad a futuros episodios depresivos: después de un episodio de depresión, existe un mayor riesgo de experimentar episodios recurrentes en el futuro. Esta vulnerabilidad puede deberse a factores biológicos, genéticos, ambientales y psicológicos, y es importante tomar medidas preventivas y buscar apoyo adecuado para reducir este riesgo.

¿La depresión deja secuelas en el cerebro?

La investigación científica ha demostrado que la depresión puede dejar secuelas en el cerebro, como los problemas de memoria, las dificultades cognitivas y la vulnerabilidad a futuros episodios depresivos. En este sentido, a través de diversas técnicas de neuroimagen se han podido identificar cambios estructurales y funcionales en el cerebro de personas que han experimentado depresión.

En cuanto a los cambios estructurales, también se ha observado que la depresión puede estar asociada con una disminución del volumen de ciertas regiones cerebrales, como el hipocampo, la corteza prefrontal y la amígdala. Estas áreas desempeñan un papel crucial en la regulación emocional, la memoria y la toma de decisiones, por lo que su alteración puede contribuir a los síntomas depresivos y a las secuelas que persisten después de la depresión.

Por otro lado, se han encontrado evidencias de cambios en la conectividad funcional del cerebro en personas que han sufrido depresión, así como alteraciones en las redes cerebrales relacionadas con la regulación emocional, la atención y la autorreferencia en individuos con antecedentes de depresión. No obstante, el cerebro tiene la capacidad de adaptarse y cambiar a lo largo del tiempo, lo que significa que es posible revertir algunos de estos cambios y promover la recuperación.

Recuerda que no todas las personas que experimentan depresión presentarán necesariamente estos cambios, y la forma en que se desarrollan y se relacionan con las secuelas individuales puede variar. En cualquier caso, es necesario continuar investigando para comprender mejor los mecanismos subyacentes y desarrollar enfoques de tratamiento más efectivos para abordar las secuelas cerebrales de la depresión.

Secuelas después de una depresión - ¿La depresión deja secuelas en el cerebro?

Cómo tratar las secuelas después de una depresión

Tratar las secuelas después de una depresión es un proceso importante para promover la recuperación completa y mejorar la calidad de vida. Aquí presentamos algunas estrategias y enfoques que pueden ser útiles:

  • Terapia psicológica: la terapia psicológica, como la terapia cognitivo-conductual (TCC), puede ser beneficiosa para abordar las secuelas después de la depresión. La TCC puede ayudar a identificar y cambiar patrones de pensamiento negativos, desarrollar habilidades de afrontamiento saludables y fomentar un ajuste emocional positivo.
  • Terapia de apoyo: participar en terapia de apoyo, ya sea individual o grupal, puede brindar un espacio seguro para compartir experiencias y emociones relacionadas con las secuelas de la depresión. Esto puede proporcionar apoyo emocional, fomentar la aceptación y la comprensión, y promover el proceso de curación.
  • Medicación: en algunos casos, el uso de medicamentos antidepresivos puede ser recomendado por un profesional de la salud mental. Los antidepresivos pueden ayudar a equilibrar los neurotransmisores en el cerebro y aliviar los síntomas persistentes o recurrentes.
  • Establecer rutinas saludables: adoptar hábitos de vida saludables puede ser beneficioso para abordar las secuelas después de la depresión. Esto incluye mantener una alimentación equilibrada, hacer ejercicio regularmente, dormir lo suficiente y evitar el consumo excesivo de sustancias como el alcohol o el tabaco.
  • Practicar técnicas de manejo del estrés: aprender y practicar técnicas de manejo del estrés, como la meditación, la respiración profunda o el yoga, puede ayudar a reducir la ansiedad, mejorar la capacidad de afrontamiento y promover el bienestar emocional.
  • Establecer una red de apoyo: mantener relaciones sociales saludables y cercanas puede ser fundamental para superar las secuelas de la depresión. Buscar el apoyo de amigos, familiares o grupos de apoyo puede proporcionar un sentido de pertenencia, comprensión y fortaleza emocional.
  • Autocuidado: priorizar el autocuidado es esencial para la recuperación. Esto implica dedicar tiempo a actividades que brinden placer, relajación y bienestar personal, como hobbies, lectura, música, arte o cualquier otra actividad que resulte gratificante.
Secuelas después de una depresión - Cómo tratar las secuelas después de una depresión

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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Bibliografía
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