Vértigos por estrés: síntomas, causas, duración y tratamiento

Los vértigos por estrés es un cuadro clínico que provoca una sensación de vértigo por diversas causas. A diferencia del vértigo ocasionado por estar a una altura considerable, el vértigo por estrés se manifiesta ante situaciones estresantes de la vida.

Si bien es cierto que no se encuentra definido en su totalidad, debido a sus cualidades clínicas, este tipo de vértigos por estrés pueden englobarse dentro del trastorno por estrés agudo que describe el DSM-V^[1]. Más aún, para poder llegar a un diagnóstico concreto, es imprescindible que se cumplan los siguientes criterios diagnósticos:

• Recuerdos angustiantes de algún suceso vivido.
• Percepción distorsionada de la realidad, en este caso, sería la sensación de vértigo.
• Evitar lugares relacionados con el acontecimiento traumático.
• Dificultad para conciliar el sueño.
• Estado de ánimo cambiante.
• Las alteraciones no pueden ser explicadas a partir de otro trastorno mental ni por la ingesta de sustancias tóxicas o medicamentos.

¿Cómo saber si tengo vértigos por estrés? Para poder detectarlo a tiempo, es necesario conocer cómo se manifiesta. Por eso, a continuación, describiremos los principales síntomas de los vértigos por estrés:

• Pérdida de equilibrio corporal.
• Mareos.
• Náuseas.
• Vómitos.
• Irritabilidad.
• Sensación de inseguridad.

A pesar de la descripción realizada, cabe aclarar que la presencia de alguno de estos síntomas de forma aislada no significa que padezcas vértigo por estrés. Ante la recurrencia de los síntomas mencionados, lo mejor es acudir a un profesional sanitario especializado.

Cuándo dura el vértigo por estrés

A pesar de que no es posible circunscribir un tiempo específico de duración del vértigo por estrés, puede inferirse que los síntomas de esta afección persisten durante un promedio de 15 días. Sin embargo, puede haber variaciones temporales en función de los rasgos individuales de cada persona, lo que también determinará la intensidad de los vértigos.

Conocer el origen de la afección es muy importante para comprender cómo se manifiestan los síntomas de esta afección en cada persona. De esta forma, se pueden implementar estrategias para aminorar la intensidad de la patología. Así pues, en los siguiente ítems verás cuáles son las causas de los vértigos por estrés:

• Factores ambientales: representan una de las causas más comunes del vértigo por estrés. En líneas generales, se refiere al haber vivido alguna experiencia traumática que alterna la vida cotidiana. Las experiencias pueden oscilar entre haber sufrido maltrato familiar, abuso sexual, pérdida de seres queridos, o accidentes de tránsito, entre otros. Así pues, la causa del vértigo dependerá de la historia personal de cada uno/a.
• Factores genéticos: si bien es cierto que las causas principales son tensiones y el estrés en sí, el vértigo también puede tener una base biológica. Hay sectores del sistema nervioso central que están vinculados con el procesamiento de las emociones. Frente a momentos estresantes, se activan esas alarmas y dan lugar a los síntomas del vértigo por estrés.

¿Cómo eliminar el vértigo por estrés? Existen diferentes métodos efectivos para abordar su sintomatología. Los vemos a continuación:

• Terapia psicológica: en los casos de vértigos por estrés es importante combatir la tensión y las situaciones que provocan estrés. La terapia psicológica brinda herramientas que permiten sobrellevar situaciones complicadas de un modo más ameno. En la terapia con un profesional de la salud especializado se trabajan los aspectos específicos que ponen nerviosa a cada uno/a en un lapso de sesiones personalizadas.
• Medicación psiquiátrica: si los síntomas no remiten pasado un tiempo considerable y con ayuda psicológica, existen la opción de recurrir a los psicofármacos. La toma de los mismos debe ser autorizada y supervisada por un médico especialista.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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