Cómo aprender a estar solo después de una relación

Desde pequeñas nos preparan tanto para la vida en pareja como en sociedad. Tenemos mil ejemplos: en casa, en la calle, en las pelis, series, anuncios… y en cierto modo tiene sentido, necesitamos estar con otra gente porque somos seres sociales. Pero nadie nos enseña a estar solas. Es más, estar sola es visto como algo malo: “es rara”, “asocial”, “un bicho raro”, etc.

Encima, a cierta edad estar soltero o soltera es motivo de sospecha: empezamos a sentir la presión social por parte de nuestra familia y amigos… “que, ¿cuándo traerás a alguien a casa?”, “¿aún no has encontrado a la afortunada?”. Por otro lado, estar en pareja tiene un montón de beneficios sociales: la gente te ve como alguien más fiable, más normal, menos sospechoso, montones de ofertas se centran en vosotras, etc. No es de extrañar entonces que deseemos esa compañía.

Además, cuando estamos bien en pareja nos sentimos a gusto, queridas y felices de ser correspondidas por quien amamos. Tenemos a alguien al lado con quien compartimos nuestros gustos, aficiones, miedos, inquietudes… alguien que nos entiende, nos cuida, nos mima y lo mejor de todo, ¡nos hace sentir menos solas! Pasamos tiempo con ella y el vínculo con esa persona crece, se fortalece. Pero no todo es cien por cien positivo. A medida que convivimos más y más con ella, es mucho más fácil perder o renunciar sin darnos cuenta a nuestra identidad individual. Olvidamos qué solíamos hacer cuando estábamos solas, cómo convivíamos con nosotras mismas.

De este modo, es normal que cuando se acaba una relación nos cueste más estar solas. De hecho, es habitual que aparezca incluso el miedo a estar solo después de una ruptura, debido a la necesidad de adaptarse a cambios y situaciones desconocidas. Esta reacción puede conllevar dejar una relación y empezar otra de forma sistemática. Es esencial aprender a estar sin pareja para que esta pueda ser una opción y no una necesidad. A continuación, encontrarás herramientas para aprender cómo afrontar esa soledad que sentimos después de la ruptura. Aprende a estar solo y a no depender de nadie.

¿Cómo afrontar la soledad después de una ruptura? La soledad es un sentimiento subjetivo. Podemos estar rodeadas de gente y aun así seguir sintiéndonos desconectadas de todo y de todo el mundo. Solas. Y al contrario, es posible aprender a estar solo sin sentirse sentirse solo. ¿Cómo aprender a estar solo con uno mismo?

1. La soledad positiva. Para lograrlo, primero debemos desechar de nuestra mente la idea de que estar sola es algo malo. Todo el mundo necesita estar solo de vez en cuando, es más, hasta es beneficioso, ya que estando solas podemos relajarnos, reconectar con nosotras mismas y descansar del resto de la gente. Así es amiga, ¡estar sola tiene su lado positivo! Y reconocerlo es otro paso para aprender a estar con nosotras mismas. Pero por si ahora mismo vas un poco falta de ideas, te recordamos algunas: puedes hacer lo que quieras, no tienes por qué dar explicaciones a nadie, hay menos exigencias sobre tu tiempo, etc.
2. La autoestima. Otro elemento importante para este reaprendizaje es la autoestima. Mejorar tu autoestima no solo te ayudará a superar de forma más ligera la ruptura, sino también a ser más independiente y a confiar más en tu propio criterio, dos ingredientes imprescindibles para ser la reina de tu vida.

¿Cómo aprender a estar bien solo después de una relación? Pensar en todo lo anterior está muy bien para empezar a saber estar solas, pero también es necesario concretar en algunos ejercicios nuestros esfuerzos para alcanzar este cometido. Así pues, ¿qué podemos hacer?

• Redescubrirnos a nosotras mismas. O sea, recuperar nuestras aficiones, esas cosas que nos apasionaban, o simplemente que nos gustaba hacer y punto. Así como explorar nuevas posibilidades, averiguar qué más nos encanta.
• Meditar. A muchas personas les ayuda mucho meditar, el mindfulness, etc., ya que este tipo de ejercicios nos obligan a centrarnos en nosotras mismas y a desconectar del mundo exterior, algo imprescindible para aprender a estar solas.
• Escribir. Sobre lo que nos pasa, sobre nuestros sentimientos, sobre nuestros proyectos de futuro, sobre lo que queramos. Para organizar nuestras ideas, para expresarnos, para desahogarnos, para lo que queramos.
• Hacer ejercicio. No solo es bueno para la salud y para prevenir más enfermedades de las que te puedas imaginar, sino que además liberamos endorfinas, serotonina y dopamina que nos hacen sentir más felices y satisfechos con nosotras mismas.

Estar sola no debería ser razón de malestar, pero en caso de que sigas experimentando dificultades con el sentimiento de soledad, es recomendable acudir a una psicóloga o especialista para abordar mejor tu caso y dar con el plan más adecuado para ti.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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