Cómo superar retos de la vida

El primer paso para superar reos es saber ver lo que está sucediendo no en términos de problema, sino de desafío. Es necesario saber pasar del problema al desafío. Por ejemplo, si tienes que prepararte para un examen difícil, o si te asignan un trabajo que no sabes hacer y corres el riesgo de perder tu posición, lo primero que pensarás es tengo un problema, una palabra en sí misma negativa que evoca un obstáculo insuperable.

Por lo tanto, a la hora de afrontar retos es útil reformularlos en un término diferente, para no verlos como un sino como un desafío. Aprende a ver el obstáculo que tienes que superar como algo que te está desafiando y tu actitud cambiará en consecuencia.

La palabra desafío evoca sentimientos de coraje, fuerza y poder para poder superarlo. En definitiva, el desafío evoca la posibilidad de ganar y el problema evoca la probabilidad de perder.

Cada crisis no debe implicar un período de negatividad permanente. Tan pronto como la sensación negativa inicial se desvanece, es crucial comenzar a desarrollar un plan de acción para volver a vivir mejor. Por lo tanto, siempre es necesario recuperar el control de la situación y empezar a buscar la solución.

A la hora de desarrollar un plan de acción para superar retos tienes que realizar un análisis objetivo de la situación en la que nos encontramos y luego formular una estrategia. Es importante pedir el apoyo de amigos y familiares de confianza que puedan darte más consejos sobre cómo lidiar con el problema desde una perspectiva más amplia, ya que algunas opciones pueden pasarte por alto si te enfrentas a todo por tu cuenta.

La probabilidad de superar retos puede depender de la visión que tengas de ti misma/o. Si logras mantener la autoconfianza, podrás recurrir a tus habilidades para solventar cualquier situación.

En lugar de aceptar la derrota, es necesario tener en cuenta que eres capaz de hacer frente a cualquier reto. Seguro que encontrarás la mejor manera de afrontar nuevos retos, pues tener confianza en uno/a mismo/a no significa necesariamente ser optimista. Ante un desafío, el optimismo debe basarse en un análisis objetivo de las propias capacidades y de los recursos disponibles de cada uno/a.

Cuando te enfrentas a un desafío y tienes un objetivo específico en mente, no puedes pretender alcanzarlo rápidamente. Debes formarte y educarte a ti mismo/a para superar los retos de la vida, lo que significa aprender todo lo que sea necesario para actuar de manera efectiva.

A la hora de afrontar retos va muy bien escuchar y aprender, leer, dejarse guiar o simplemente observar y poner atención a quien tiene experiencia en la cuestión que te ocupe. Esto te puede ayudar a potenciar mejor tus capacidades y a escoger las mejores estrategias para superar retos y obstáculos.

La capacidad clave necesaria para abordar los problemas y superar retos de la vida es la resiliencia. La Asociación Americana de Psicología sugiere los siguientes 10 pasos para desarrollar la resiliencia:

1. Mantener buenas relaciones con familiares, amigos y personas con las que sales.
2. Evitar ver una crisis o un evento estresante como algo intolerable y que no se puede enfrentar.
3. Aceptar situaciones que no se pueden cambiar.
4. Desarrollar objetivos realistas y avanzar en esa dirección.
5. Tomar decisiones y no quedarse quieto.
6. Buscar oportunidades de descubrimiento personal y crecimiento después de pérdidas o crisis.
7. Desarrollar confianza en uno/a mismo/a.
8. Mantener una perspectiva a largo plazo y considerar los eventos estresantes en un contexto amplio.
9. Mantener una perspectiva de esperanza y visualizar lo que deseas.
10. Cuidar el cuerpo y la mente con entrenamiento físico, nutrición y aprendiendo a cuidar de las propias necesidades y emociones.

Si quieres saber más, en este artículo encontrarás información sobre cómo desarrollar la resiliencia en niños y adultos.

Si quieres superar retos con éxito, toma medidas con firmeza, incluso las que no te gustan. Para ejercitar tu fuerza psíquica no huyas de algo que no te gusta o te da miedo, sino que debes aceptarlo. Por ejemplo, si tienes miedo de hablar en público y te piden que lo hagas, no te resistas, ¡inténtalo! Cuando hayas terminado y todo haya salido bien, tu resiliencia seguramente habrá aumentado.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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