Estoy obsesionada con mi novio: ¿qué hago?
El nudo en la garganta, las mariposas en el estómago, las noches sin dormir… La mayoría de personas en algún o varios momentos de nuestras vidas hemos experimentado todo lo anterior. Cuando nos enamoramos, las emociones son intensas y podemos sentirnos incluso desbordados. Todos hemos escuchado historias repletas de locuras por amor, de momentos en los que podemos llegar incluso a perder el control. Algunos las hemos vivido en primera persona, otros fantasean con vivir un amor de película. Pero, ¿hasta qué punto es amor y cuándo empezamos a hablar de obsesión? ¿Dónde trazamos la línea? ¿Sientes que tal vez estás llegando demasiado lejos? ¿Crees que es posible que estés obsesionada con tu pareja? En este artículo de Psicología-Online, Estoy obsesionada con mi novio, ¿qué hago? te contamos más a este respecto.
Diferencia entre amor y obsesión
Frecuentemente, en la cultura popular, cuando hablamos de amor, nos referimos a cualquiera de las fases que van desde la nueva y arrolladora preocupación por una persona de nuestro interés, hasta los vínculos más estables, formados a través de una relación a largo plazo. Sin embargo, es en los estadios iniciales cuando esta situación se vive de forma más intensa, de forma que la persona experiencia pensamientos recurrentes acerca de su “objeto amoroso”, enfatiza sus cualidades positivas, siente grandes deseos de reciprocidad y parte de su estado de ánimo depende de cómo le responde.
La mayoría de las personas estamos familiarizados con esto, y lo hemos experimentado en uno o varios momentos de nuestras vidas. Sin embargo, muchas personas cruzan la línea, llegando a actuar de forma patológica e incurriendo en comportamientos tales como obsesionarse, espiar, acosar e incluso cometer crímenes en nombre del amor. ¿Cuándo podemos hablar de amor y cuándo de obsesión?
El hecho de que resulte difícil establecer esta línea reside en que las personas tendemos a categorizar, es decir, meter en “casillas” toda clase de eventos: personas, comportamientos, creencias, etc. Sin embargo, la complejidad del tema que nos ocupa nos hace ir más allá, y en lugar de hablar de categorías cerradas es más acertado hablar de una dimensión con niveles de gravedad. De esta forma, el amor y la obsesión se situarían en un continuo con dos extremos, y cada persona y comportamiento se iría situando en diferentes puntos del mismo. Así, es importante tener en cuenta la frecuencia y el grado: ¿estamos hablando de una llamada al día o de cien mensajes en el contestador?
Sinclair señala en un extremo del continuo los esfuerzos cotidianos para establecer contacto y las iniciativas de cortejo: mensajes de correo electrónico y de texto, llamadas telefónicas e intentos para establecer una relación o reconciliarla. Por otro lado, nos alejaríamos de la “normalidad” y nos iríamos acercando al extremo patológico con intentos de vigilancia, ya sea online o presencial (en casa, el trabajo, los lugares que frecuenta la persona a las que va dirigida). Se llegaría al extremo con cualquier comportamiento que va en contra de la libertad de la otra persona: entrada ilegal en su hogar, amenazas, coerción y violencia. En este punto, "no hay romance", señala Sinclair, ya que van dirigidos a hacer daño a la persona. Así, estos comportamientos son inaceptables, tanto desde el punto de vista moral como legal.
Estar obsesionado con alguien significa que no puedes vivir sin esa persona y tu felicidad depende de ella. Sin embargo, cuando amas a una persona, en lugar de necesitarla, la deseas. Obsesionarse con alguien significa querer tener a la persona en una jaula para tenerla siempre cerca siempre que quieras. Para amar es necesario dejarla en libertad, y estar con ella porque ambos lo habéis elegido, no porque tienes o debes hacerlo.
Obsesión por una persona: síntomas
El término “obsesión” se utiliza de forma muy frecuente en el lenguaje cotidiano, lo que en ocasiones lleva a que no se utilice adecuadamente y puede generar confusión. ¿Realmente estás obsesionada?
¿Estoy obsesionada?
Los psicólogos definimos las ideas obsesivas como pensamientos, imágenes e impulsos persistentes que se experimentan como intrusivos, es decir, no se vivencian de forma voluntaria si no que invaden la conciencia de la persona que las experimenta. De esta forma, tienen una marcada naturaleza egodistónica, es decir, causan elevados niveles de ansiedad y angustia. Los síntomas de la obsesión por una persona pueden incluir:
- Pensamientos obsesivos sobre la persona.
- Atracción experienciada de forma abrumadora.
- Celos extremos por otras interacciones interpersonales. Puedes comprobarlo con el test de celos.
- Necesidad de poseer a la persona.
- Baja autoestima y/o sensación subjetiva de inferioridad.
- Escasa tolerancia al rechazo y a la incertidumbre.
- Intentos constantes de acercamiento: mensajes recurrentes, correos electrónicos y llamadas telefónicas.
- Necesidad de control de la persona e intentos por vigilarla.
En el siguiente artículo encontrarás más información sobre Cómo saber si tengo obsesión por una persona.
Estoy obsesionada con mi novio/con un hombre: ¿qué hago?
Si te sientes reflejada en alguno o varios de los puntos anteriormente mencionados, no te alarmes: tiene solución. Ya has dado el primer paso, reconocer que existe un problema, y eso te va a ayudar a solucionarlo. ¿Qué hacer ante una obsesión? A continuación, te damos 5 consejos que debes tener en cuenta si sientes que estás obsesionada con tu novio, novia o con una persona.
Obsesión amorosa: ¿cómo superarla?
- Corta el contacto: cada conversación, gesto, encuentro, mensaje, post, etc. contribuye a mantener, e incluso incrementa, la frecuencia en la que los pensamientos vienen a la conciencia.
- Tolera el malestar: es importante que aprendas a tolerar la angustia en lugar de hacer algo de lo que puedas arrepentirte.
- No te dejes guiar por la impulsividad: es posible que pienses que debes hacer todo lo que esté a tu alcance para perseguir el objeto de tu amor. Sin embargo, esta idea es contraintuitiva: no solo te alejará aún más de esa persona sino que te generará aún mayor malestar.
- Desmonta la fantasía: el amor que no se vive de forma sana es muy poderoso porque representa un mundo idealizado en el que los deseos y fantasías más profundos se materializan. Sin embargo, esta no es postura realista, por lo que eventualmente tendrás que abandonarla. Cuánto más tarde lo hagas, más doloroso será el golpe.
- Pide ayuda: si tu obsesión por un hombre está afectando en alguna o varias áreas de tu vida, no estás sola. Existen multitud de enfoques terapéuticos y profesionales que pueden ayudarte a identificar y cambiar estas ideas desadaptativas para que puedas tener una relación sana y feliz.
Si te presuntas cómo curar obsesiones, en el siguiente artículo encontrarás más información sobre Cómo superar una obsesión por alguien.
Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.
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- Meloy, J. R. (1999). Stalking: An old behavior, a new crime. Psychiatric Clinics of North America, 22(1), 85-99.
- Morin, J. (1995). The erotic mind. London: Headline.
- Phillips, L. A. (2015). Unrequited: Women and Romantic Obsession. Harper Collins.
- Sinclair, H. C., & Frieze, I. H. (2002). Initial courtship behavior and stalking: How should we draw the line. Stalking: Perspectives on victims and perpetrators, 186-211.