Experimentos psicológicos interesantes
Los psicólogos han tratado durante mucho tiempo de penetrar en nuestro modo de percibir el mundo, de comprender qué motiva nuestro comportamiento. Han hecho grandes progresos para levantar ese velo de misterio. Además de proporcionarnos material para conversaciones estimulantes en las fiestas, algunos de los experimentos psicológicos más famosos del siglo pasado revelan verdades universales y sorprendentes sobre la naturaleza humana.
En este artículo de Psicología-Online, te descubrimos 11 experimentos psicológicos interesantes famosos históricos y actuales que podrían cambiar la forma en que percibimos el mundo. Veremos experimentos de psicología social, con animales y con personas.
- Kohler y el experimento de los chimpancés
- El experimento de Harlow sobre el apego con macacos
- La Strange Situation de Mary Ainsworth
- El experimento de la prisión de Stanford
- El experimento de los ojos azules de Jane Elliot
- El muñeco Bobo de Bbandura
- El experimento de Milgram
- El pequeño Albert
- El perro de Pavlov
- El experimento de Asch
- El experimento de Rosenhan
Kohler y el experimento de los chimpancés
Wolfgang Kohler estudió el proceso de insight observando el comportamiento de los chimpancés en una situación problemática.
En la situación experimental, se colocaba a los animales en una jaula fuera de la cual se almacenaba comida, por ejemplo, un plátano. Había otros objetos en la jaula, como palos o cajas. Los animales que participaban en el experimento tenían hambre, por lo que necesitaban llegar a la comida. Al principio, el chimpancé usaba bastones principalmente para actividades lúdicas; pero de repente, en la mente del chimpancé hambriento se desarrollaba una relación entre bastón y comida. El bastón, de objeto con el que jugar, se convertía en un instrumento a través del cual era posible alcanzar el plátano puesto fuera de la jaula. Se ha producido una reestructuración del campo perceptivo: Kohler destacó que la aparición del nuevo comportamiento no era el resultado de intentos aleatorios según un proceso por pruebas y errores. Es de los primeros experimenos sobre la inteligencia de los chimpancés.
El experimento de Harlow sobre el apego con macacos
En un artículo científico (1959), Harry F. Harlow describió que había separado al nacimiento de los pequeños monos rhesus de sus madres, y que los había criado con la ayuda de "madres marionetas": en una serie de experimentos se comparaba el comportamiento de monos en dos situaciones:
- Pequeños monos con una madre marioneta sin biberón, pero cubierta de una tela suave, esponjosa y peluda.
- Pequeños monos con una madre "marioneta" que suministraba comida, pero cubierta de alambre.
Los pequeños monos mostraron una clara preferencia por la madre "peluda", pasando a una media de quince horas al día unidas a ella, aunque eran alimentadas exclusivamente por la madre marioneta "amamantadora". conclusiones del experimento de harlow: todos los experimentos mostraron que el placer del contacto provocaba comportamientos de apego, pero la comida no.
La Strange Situation de Mary Ainsworth
Sobre la base de la teoría del apego de Bowlby, Mary Ainsworth y colegas (1978) han desarrollado un método experimental llamado Strange Situation, para evaluar las diferencias individuales en la seguridad del apego. La Strange Situation incluye una serie de breves episodios de laboratorio en un ambiente confortable y se observan los comportamientos del niño. Ainsworth y colegas han prestado especial atención al comportamiento del niño en el momento de la reunión con el cuidador después de una breve separación, identificando así tres diferentes patrones o estilos de apego, llamados así partir de ese momento. Tipos de apego segun Mary Ainsworth:
- Apego seguro (63% de las diadas examinadas)
- Ansioso-resistente o ambivalente (16%)
- Evitativo (21%)
En este artículo encontrarás más información sobre la explicación y las teorías del apego.
El experimento de la prisión de Stanford
En un famoso experimento de 1971, conocido como la Prisión de Stanford, Zimbardo y un equipo de colaboradores reproducieron en los garajes de la Universidad de Stanford una cárcel para estudiar el comportamiento de los sujetos en un contexto de dinámicas muy particulares y complejas. Veamos cómo fue y las reflexiones sobre el experimento de la prisión de Stanford. Los participantes (24 estudiantes) se dividieron aleatoriamente en dos grupos:
- "Presos". Estos últimos fueron encerrados en tres celdas del sótano de un edificio de la Universidad durante seis días; se les pidió que llevaran una túnica blanca con un papel encima y una cadena en el tobillo derecho.
- "Guardias". Los estudiantes que tenían el papel de guardias penitenciarios debían vigilar el sótano, eligiendo los métodos más adecuados para mantener el orden, y hacer que los "presos" desempeñaran diversas tareas; a ellos se les pidió que vistieran gafas oscuras y uniformes, y nunca ser violento con los participantes del papel opuesto. Sin embargo, la situación se deterioró dramáticamente: los falsos agentes de policía empezaron muy pronto a maltratar y humillar gravemente a los "detenidos", y por eso se decidió interrumpir el experimento.
El experimento de los ojos azules de Jane Elliot
El 5 de abril de 1968, en una pequeña escuela de Riceville (Iowa), el profesor Jane Elliot decidió dar una lección práctica sobre el racismo a 28 niños de unos ocho años a través del blue eyes brown eyes experiment.
"Los niños con ojos marrones son los mejores", comenzó la maestra. "Son más hermosos e inteligentes". Escribió la palabra "melanina" en la pizarra y explicó que era una sustancia que hacía a la gente inteligente. Los niños con ojos oscuros tienen más, por lo que son más inteligentes, mientras que los niños con ojos azules "se quedan con las manos en la mano".
En muy poco tiempo los niños de ojos marrones empezaron a tratar con superioridad a sus compañeros de ojos azules, que a su vez perdieron la confianza en sí mismos. Una niña muy buena comenzó a cometer errores durante las clases de aritmética, y en el recreo se le acercaron tres amiguitas con ojos castaños "tienes que disculparte porque te interpones en su camino y porque somos las mejores", dijo una. La niña se apresuró a disculparse. Este es uno de los experimentos psicosociales que demuestran cómo influyen las creencias y los prejuicios.
El muñeco Bobo de Bbandura
Albert Bandura obtuvo gran fama por el experimento de el muñeco Bobo sobre la agresión infantil por imitación, donde:
- Un grupo de niños tomaba como ejemplo, por capacidad visual, a los adultos que en una habitación, sin que su comportamiento fuera comentado, le pegaban al muñeco Bobo.
- Otros coetáneos, en cambio, veían a adultos sentados, siempre en absoluto silencio, junto a Bobo.
Finalmente, todos estos niños fueron llevados a una habitación llena de juguetes, incluyendo un muñeco como Bobo. De los 10 niños que golpeaban al muñeco, 8 eran los que lo habían visto hacer antes por un adulto. Esto explica como si un modelo que seguimos realiza una acción determinada, estamos tentados de imitarlo y esto sucede sobre todo en los niños que todavía no tienen la experiencia para entender por sí mismos si ese comportamiento es correcto o no.
El experimento de Milgram
El experimento de Milgram fue llevado a cabo por primera vez en 1961 por el psicólogo Stanley Milgram, como investigación sobre el grado de nuestra deferencia hacia la autoridad. Un sujeto es invitado a dar una descarga eléctrica a un individuo que tiene el papel del estudiante, colocado detrás de una pantalla, cuando no responde correctamente a una pregunta. Luego, una persona autorizada le dice al sujeto que incremente gradualmente la intensidad de la descarga hasta que el alumno grite por el dolor y le ruegue que se detenga. No se da ninguna justificación, excepto el hecho de que la persona autorizada dice al sujeto que obedezca. En realidad, era una puesta en escena: no se daba absolutamente ninguna descarga eléctrica, pero en el experimento dos tercios de los sujetos influían lo que pensaban era una descarga de 450 voltios, simplemente porque una persona con autoridad les decía que no serían responsables de nada.
El pequeño Albert
Vemos el experimento del pequeño Albert sobre el estímulo incondicionado, que debe ser el estudio psicológico más famoso. John Watson y Rosalie Raynor mostraron una rata de laboratorio blanca a un niño de nueve meses, el pequeño Albert. Al principio, el niño no mostró miedo, pero luego Watson saltó por detrás y lo hizo estremecer con un ruido repentino golpeando una barra de metal con un martillo. Por supuesto, el ruido asustó al pequeño Albert, que empezó a llorar. Cada vez que sacaban la rata, Watson y Raynor hacían sonar la barra con el martillo para asustar al pobre niño. Pronto, la única vista de la rata fue suficiente para reducir al pequeño Albert a un manojo de nervios temblorosos: había aprendido a temer la vista de una rata, y poco después empezó a tener miedo de una serie de objetos similares que se le mostraban.
El perro de Pavlov
El perro pastor de Ivan Pavlov se hizo famoso por sus experimentos que le llevaron a descubrir lo que llamamos "condicionamiento clásico" o "reflejo pavloviano" y siguie siendo un experiemnto psicológico muy famoso en la actualidad. Casi ningún otro experimento psicológico se cita tan a menudo y con tanto gusto como la teoría de Pavlov expuesta en 1905: el fisiólogo ruso había quedado impresionado por el hecho de que sus perros no comenzaban a babear a la vista de la comida, sino cuando oían a los empleados del laboratorio que se lo llevaban. Él lo investigó y ordenó que sonara un timbre cada vez que fuera la hora de la comida. Muy pronto, el sonido del timbre fue suficiente para que los perros comenzaran a babear: habían conectado la señal a la llegada de la comida.
En este artículo encontrarás más información sobre el experimento psicológico del perro de Pávlov.
El experimento de Asch
Se trata de un experimento de psicología social realizado en 1951 por el psicólogo polaco Solomon Asch sobre la influencia de la mayoría y la conformidad social.
El experimento se basa en la idea de que ser parte de un grupo es condición suficiente para cambiar las acciones, los juicios y las percepciones visuales de una persona. El experimento, muy simple, consistía en pedir a los sujetos implicados que asociaran una línea 1 dibujada en una hoja blanca a la correspondiente, eligiendo entre tres líneas diferentes A, B y C presentes en otra hoja. Sólo una era idéntica a la otra, mientras que las otras dos eran evidentemente más largas o más cortas. El experimento se desarrolló en tres fases. En cuanto uno de los sujetos, cómplice de Asch, daba una respuesta errónea asociando la línea 1 a la incorrecta, los demás miembros del grupo también cometían el mismo error, a pesar de que la respuesta correcta era más que evidente. Los participantes, interrogados sobre el porqué de esta elección, respondieron que conscientes de la respuesta correcta, habían decidido conformarse al grupo, adaptándose a quienes les habían precedido.
El experimento de Rosenhan
Entre las investigaciones más interesantes en este campo, destaca un experimento realizado por David Rosenhan (1923) para documentar la escasa validez de los diagnósticos psiquiátricos. Rosenhan ingresó a ocho asistentes en varios hospitales psiquiátricos alegando síntomas psicóticos, pero una vez que entraron en el hospital se comportaron de manera habitual. A pesar de esto, fueron retenidos por término medio durante 19 días, y a todos, excepto a uno, se les atribuyó el diagnóstico de "psicótico". Una de las razones por las que el personal no se percata de la "normalidad" de los sujetos, es, según Rosenhan, el muy escaso contacto entre el personal y los pacientes.
Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.
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- Verga, R., Marinelli, D. (2013). L’arte della mediazione. Milán: Franco Angeli.
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