Por qué no puedo dormir y me siento desesperada
La falta de sueño y la desesperación pueden ser causadas por estrés, ansiedad, o problemas emocionales no resueltos. Es importante abordar estas causas para mejorar tu descanso y bienestar. El hecho de no poder dormir también puede estar relacionado con problemas no resueltos o preocupaciones que te inquietan.
Son muchas las causas por las cuales una persona puede tener insomnio. En este artículo de Psicología-Online resolveremos tu duda sobre por qué no puedo dormir y me siento desesperada. Descubre las causas más comunes por las cuales sientes desesperación y dificultad para dormir.
Por qué no puedo dormir y me siento desesperada
La dificultad para dormir y la sensación de desesperación pueden deberse a múltiples factores, tanto físicos como emocionales. Aquí te presentamos las posibles razones más habituales:
Ansiedad nocturna
La ansiedad nocturna se caracteriza por el nerviosismo, la inquietud y el desespero que ocurre por la noche, lo cual lleva a que no puedas dormir o que duermas, pero te despiertes varias veces a la noche sin poder descansar bien. Las personas con ansiedad en la noche suelen tener pensamientos intrusivos, malestar, preocupaciones durante la noche y otros síntomas.
No se ha establecido como un diagnóstico en sí porque las causas que pueden producir la ansiedad nocturna pueden ser múltiples. Se considera más un síntoma que un trastorno en sí, pues es una experiencia subjetiva que varía entre una persona y otra, por lo que es difícil establecer el diagnóstico con criterios específicos. En este artículo encontrarás más información sobre la ansiedad nocturna: síntomas, causas y tratamiento.
Estrés
El estrés puede ser otra causa de no poder dormir y sentir desesperación. Cuando tienes pensamientos sobre qué harás al día siguiente o si has tenido un día difícil, es común que te sientas estresada. Todo esto se puede intensificarse por la noche e impedirte descansar.
Cambios en la rutina
Si te has mudado de ciudad o has comenzado en un nuevo trabajo, puede que al cambiar tu horario también cambien tus hábitos de sueño y en el momento de dormir comiences a desesperarte porque no te has adaptado a esa nueva rutina. Puede que incluso mires el reloj varias veces y te angusties al ver que el tiempo transcurre, que pronto amanecerá y continúas despierta.
Hábitos nocivos
El consumo de alcohol, cafeína, y el uso de dispositivos electrónicos por la noche pueden afectar la calidad del sueño, generando ansiedad y dificultad para dormir. Es importante evitar estos hábitos y adoptar una rutina saludable que incluya una alimentación ligera en la cena y la eliminación de estimulantes para mejorar el descanso nocturno. En este artículo te contamos los Efectos del alcohol en el cerebro y sistema nervioso.
Padecer alguna condición médica
Las personas con asma, dolores crónicos, hipertiroidismo, síndrome del intestino irritable, diabetes u otras condiciones pueden pasar malas noches, no solo por los síntomas inherentes a la condición, sino también por darle vueltas a cómo la condición ha cambiado su vida. La mejor recomendación es la búsqueda de apoyo psicológico y médico para afrontar la situación de la mejor manera y descansar lo mejor que sea posible.
Efectos secundarios de medicamentos
Algunos medicamentos pueden aumentar la ansiedad, especialmente si se toman antes de dormir. No todos los fármacos producen los mismos efectos en las personas y, en lugar de calmar, podrían empeorar la ansiedad. Si crees que este podría ser tu caso, consulta con tu médico para que considere cambiar el medicamento o ajustar la dosis.
Consecuencias de no poder dormir y sentir desesperación
No poder dormir y experimentar desesperación puede tener consecuencias significativas, tanto a nivel psicológico como físico. Te las mostramos a continuación:
- Deterioro cognitivo: la falta de sueño afecta negativamente la funciones cognitivas, como la memoria, la concentración y la toma de decisiones. Esto puede disminuir el rendimiento en tareas diarias y en la capacidad para resolver problemas.
- Aumento de la ansiedad y el estrés: la privación del sueño y la desesperación aumentan los niveles de ansiedad y estrés. La incapacidad para descansar adecuadamente intensifica los sentimientos de preocupación, creando un ciclo de angustia que es difícil de romper.
- Alteración del estado de ánimo: la falta de sueño está estrechamente relacionada con cambios en el estado de ánimo. Provoca irritabilidad, tristeza y un aumento en la propensión a la depresión. La desesperación, a su vez, intensifica estos cambios emocionales.
- Impacto en la salud física: el sueño insuficiente puede tener efectos perjudiciales sobre la salud física. Está asociado con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, y disfunciones metabólicas. Además, puede debilitar el sistema inmunológico, haciéndote más susceptible a enfermedades.
- Deterioro de las relaciones personales: el estado emocional alterado y la irritabilidad derivados de la falta de sueño pueden afectar las interacciones con otras personas, generando conflictos y deteriorando relaciones importantes.
Qué hacer si no puedo dormir y me siento desesperada
Si no puedes dormir y te sientes desesperada, te recomendamos seguir estas estrategias para manejar el sueño:
- Establecer una rutina de sueño: intenta mantener un horario de sueño regular, y ve a la cama y despiértate a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana. La consistencia ayuda a regular el ritmo circadiano y a mejorar la calidad del sueño.
- Crea un ambiente propicio para dormir: asegúrate de que tu dormitorio sea un lugar cómodo y tranquilo. Mantén la habitación oscura, fresca y libre de ruidos. Considera usar cortinas opacas, persianas, tapones para los oídos o una máquina de ruido blanco si es necesario.
- Practica técnicas de relajación: utiliza técnicas de relajación para calmar la mente antes de acostarte. La meditación, la respiración profunda, y la relajación muscular progresiva son métodos efectivos para reducir el estrés y la ansiedad nocturna. En este artículo te enseñamos Cómo meditar en la cama antes de dormir.
- Limita el consumo de estimulantes: evita la cafeína y el alcohol, especialmente en las horas cercanas a la hora de acostarte. Estos pueden interferir con el sueño y aumentar la ansiedad.
- Evitar hacer comidas pesadas y ejercicio intenso antes de dormir: las comidas copiosas y el ejercicio pueden dificultar el sueño. Opta por una cena ligera y realiza actividad física en horas antes de dormir.
- Consulta a un profesional de la salud: si estas estrategias no mejoran tu situación, habla con un médico o un psicólogo. Ellos pueden evaluar si hay condiciones subyacentes como trastornos del sueño, ansiedad o depresión que puedan estar contribuyendo a tus dificultades para dormir. No te automediques y consulta siempre a un médico sobre lo que estás sintiendo.
- Evalúa medicamentos y suplementos: si estás tomando medicamentos, revisa con tu médico si alguno de ellos puede estar afectando tu sueño. A veces, ajustar es necesario la dosis o cambiar el medicamento. Además, puedes consultar si el uso de suplementos, como la melatonina, si es apropiado para ti.
Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.
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