Qué es el «pretty privilege» y cómo afecta a la sociedad
La apariencia física tiene un fuerte impacto en cómo percibimos y tratamos al resto de personas. Seamos o no conscientes, el atractivo físico siempre ha jugado un papel clave en la interacción social. Este fenómeno, conocido como pretty privilege o el ‘privilegio de ser atractivo’, describe las ventajas que tienen aquellas personas que cumplen con los estándares de belleza social. Pero, ¿hasta qué punto puede impactar el atractivo de una persona en el acceso a oportunidades y el trato que recibe?
En este artículo de Psicología-Online te contamos qué es el pretty privilege, cómo afecta a la sociedad y qué podemos hacer para cambiar esta tendencia.
Qué es el «pretty privilege»
El pretty privilege es un concepto psicológico en el que las personas socialmente atractivas reciben un mayor número de oportunidades y ventajas sociales, laborales y personales que otros individuos. Este privilegio puede adoptar distintas formas, como recibir un mejor trato en el trabajo, obtener más atención en los círculos sociales o asociar amabilidad con belleza.
Si bien la belleza es subjetiva y varía de una cultura a otra, los medios de comunicación y la cultura popular tienden a imponer ciertos estándares universales, como la simetría facial, la juventud y la delgadez en las mujeres, y la altura y el tono muscular en los hombres.
Algunos estudios han demostrado que tendemos a percibir a las personas atractivas como más competentes, inteligentes y confiables que a aquellas que no cumplen con los estándares de belleza convencionales. Este sesgo no solo genera una discriminación positiva hacia las personas más atractivas, sino que también impone barreras adicionales a quienes no cumplen con los estándares de belleza para acceder a las mismas oportunidades.
Cómo funciona psicológicamente el «pretty privilege»
El pretty privilege está profundamente arraigado en mecanismos psicológicos que influyen en nuestra percepción de los demás. Uno de estos mecanismos es el conocido como «efecto halo», un sesgo cognitivo por el que asociamos atributos positivos (como la inteligencia, la bondad o la eficiencia) con personas que consideramos físicamente atractivas. Este fenómeno es estudiado desde la psicología social y ha podido observarse en distintos ámbitos, desde la toma de decisiones en entrevistas laborales hasta la elección de líderes.
De hecho, el «efecto halo» afecta a nuestras interacciones diarias sin que seamos plenamente conscientes de ello. Por ejemplo, se ha demostrado que los profesores suelen tener expectativas más altas de los estudiantes atractivos, lo que puede influir en su rendimiento académico.[1] Asimismo, los jueces y jurados pueden mostrar favoritismo hacia los acusados físicamente atractivos e imponer sentencias más leves en comparación con los acusados que no cumplen con determinados estándares de belleza.[2]
Otro factor que contribuye al pretty privilege es la presión evolutiva. Algunos psicólogos evolucionistas sostienen que la preferencia, tanto consciente como inconsciente, por relacionarnos con individuos atractivos se debe a la relación entre belleza, salud y fertilidad.[3]
Cómo el «pretty privilege» afecta a la sociedad
Si bien el pretty privilege beneficia a ciertos individuos, también perpetúa desigualdades y estereotipos perjudiciales en la sociedad. A nivel profesional, se ha comprobado que las personas atractivas tienden a ser contratadas con más facilidad, a recibir salarios más altos y a ascender con mayor frecuencia. Un estudio determinó que las personas que cumplen con determinados estándares de belleza ganan entre un 5 % y un 10 % más que sus compañeros menos atractivos, incluso si ambos grupos cuentan con la misma formación y experiencia.
Esto no solo refuerza la disparidad salarial, sino que perpetúa la creencia de que el valor de una persona está vinculado a su apariencia. Por otra parte, el pretty privilege impacta en la autoestima de millones de personas, especialmente los jóvenes, a través de los medios de comunicación, la publicidad y las redes sociales, donde se ofrece una idea de belleza poco realista. La exposición constante a imágenes de cuerpos "perfectos" no solo genera inseguridad en quienes no cumplen con estos estándares, sino que puede derivar en trastornos alimenticios y otros problemas de salud mental.
Además, el pretty privilege también afecta a las relaciones, ya que las personas atractivas suelen tener más opciones para encontrar pareja o recibir atención en entornos sociales. Sin embargo, a su vez, este fenómeno puede llevar a la objetivación de las personas atractivas y a un juicio erróneo sobre sus habilidades y cualidades.
Qué se puede hacer para cambiar la tendencia del «pretty privilege»
Para mitigar los efectos del pretty privilege es esencial adoptar una perspectiva crítica sobre los estándares de belleza y fomentar la inclusión de personas de distintas etnias, edades y tipos de cuerpo en los medios de comunicación. Por ejemplo, las empresas pueden implementar políticas que reduzcan el «efecto halo» durante los procesos de contratación y promoción, como el uso de entrevistas anónimas y las evaluaciones basadas en el rendimiento.
Sin embargo, una de las estrategias más eficaces para modificar el pretty privilege es educar y formarse en diversidad, inteligencia emocional y pensamiento crítico desde temprana edad. Solo siendo conscientes de nuestros propios sesgos y comportamientos podremos anteponernos a esta discriminación positiva y tomar medidas conscientes para tratar a las personas con respeto, independientemente de su apariencia física.
Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.
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