Qué es el refuerzo positivo en psicología y ejemplos

El refuerzo positivo es una estrategia del condicionamiento operante que implica la adición o aplicación de un estímulo positivo inmediatamente después de un comportamiento deseado con la finalidad de lograr que ese comportamiento se repita. En otras palabras, cuando se da una recompensa después de una acción con el objetivo de fortalecer la conducta premiada.

Dentro de la teoría del condicionamiento operante de Burrhus Frederic Skinner, este refuerzo tiene como acción básica conseguir que un efecto o conducta se produzca a futuro y se mantenga en el tiempo.

Asimismo, muchas veces aplicamos el refuerzo positivo en la vida diaria sin darnos cuenta. Por ejemplo, si alguien nos abre la puerta y se lo agradecemos, lo más seguro es que esa persona vuelva a hacer la acción por sentir que hizo algo positivo.

Las principales características del refuerzo positivo son las siguientes:

• Se necesita un reforzador agradable que estimule una respuesta, es decir, algo que genere placer o bienestar.
• Afianza una conducta deseada para que se repita con mayor frecuencia y de manera espontánea.
• Es motivador de un comportamiento y puede ser mediante refuerzos materiales y tangibles o con palabras y emociones alentadoras.

Ante todo, es esencial que el refuerzo positivo se utilice de forma adecuada y ante situaciones específicas. De lo contrario, no se generará la asociación correcta ni la respuesta estímulo-respuesta deseada. Lo mejor es ser constante en el tiempo e ir distribuyendo el estímulo de forma progresiva para que la conducta se afiance y se mantenga.

Beneficios de aplicar el refuerzo positivo

Desde el punto de vista psicológico, el refuerzo positivo aumenta la incidencia de una respuesta como consecuencia de un estímulo agradable. Por lo tanto, es una estrategia muy asertiva para aplicarla en distintos ámbitos como el educativo, laboral o familiar. La consecuencia que produce este estímulo se conoce como “reforzador positivo” o “reforzador” y el estímulo en sí, “recompensa”.

En todo caso, hay que tener en cuenta que la recompensa o estímulo debe ser proporcional a la conducta y, a su vez, ser agradable para que pueda surtir algún efecto en la persona. Por ejemplo, si quieres que alguien vegano actúe mejor en su trabajo, no puedes recompensarlo invitándolo a comer carne, ya que el efecto será el contrario.

Cualquier cosa con la que te familiarices en el día a día puede ser un reforzador positivo que estimule una conducta. Sin embargo, existen algunos tipos de refuerzos positivo específicos que te mostraremos a continuación:

• Refuerzo natural: cuando una persona realiza alguna acción porque obtendrá un estímulo de forma natural. Por ejemplo, cuando alguien hace una dieta, el solo hecho de perder peso se convierte en un reforzador.
• Refuerzo social: se trata del refuerzo que se da en las distintos contextos sociales y que tiene como finalidad lograr la incidencia de un comportamiento. Por ejemplo, cuando la familia felicita a alguno de sus miembros por sus logros académicos o profesionales.
• Refuerzo tangible: cuando se otorgan premios y recompensas materiales y tangibles como dinero, paseos o juguetes para estimular un determinado comportamiento.
• Refuerzo individual: es un tipo de refuerzo positivo personal que se da mediante el diálogo interior para estimular las acciones. Por ejemplo, cuando nos alabas a alguien por lograr una meta o cuando nos te das ánimo internamente para culminar una determinada actividad.

¿Cómo se aplica el refuerzo positivo? A la hora de aplicarlo existen distintas técnicas que aseguran el éxito de la estrategia. Una de ellas es la continuidad y otra la programación intermitente. Veamos cómo funcionan:

• Programas de continuidad: tienen como finalidad reforzar el comportamiento con estímulos constantes e inmediatos a la conducta deseada. Su objetivo es alcanzar la repetición adecuada de la conducta para que perdure. El tiempo de la continuidad dependerá de cada individuo y de su capacidad de respuesta.
• Programas intermitentes: una vez que ya se obtiene el comportamiento deseado, se pasa al refuerzo positivo intermitente, en el que las conductas ya no son recompensadas de forma constante, sino solo las que son más resistentes a perpetuarse.

Ahora que ya conoces las principales características, técnicas y tipos de refuerzo positivo, veamos algunos ejemplos prácticos sobre cómo se aplica esta estrategia en distintos ámbitos:

Refuerzo positivo en el trabajo

En el ámbito laboral podemos encontrar muchos ejemplos de refuerzo positivo como los siguientes:

• Cuando algún trabajador de ventas obtiene una buena ganancia para la empresa, el jefe lo premia con algún incentivo como bonos, paseos o vacaciones para que se motive a mantener su buen rendimiento.
• Un empresario que felicita públicamente a los trabajadores que llegan siempre temprano. En este caso, las palabras de felicitaciones actúan como estímulo.
• Un jefe que ofrece un aumento de sueldo a los empleados que van más allá de lo que se les pide.

Refuerzo positivo en educación

Descubre algunos ejemplos de refuerzo positivo en educación:

• Cuando un estudiante mantiene una conducta apropiada en el aula de clases y el maestro lo premia con tiempo de descanso extra o con alguna golosina.
• Los maestros que elogian y motivan a los estudiantes que obtienen una excelente calificación.
• Cuando un maestro o maestra reparte estrellas a los estudiantes que entregaron a tiempo su tarea.

Refuerzo positivo en el hogar

En el cuidado de la casa también podemos encontrar los siguientes ejemplos de refuerzo positivo.

• Los padres que felicitan y motivan a los niños/as que guardan sus juguetes.
• Los padres les dan más privilegios a uno de sus hijos porque ayuda con las tareas del hogar.
• La familia que felicita a los jóvenes por obtener buenos resultados académicos.

En este artículo encontrarás información sobre las técnicas de refuerzo positivo en niños y ejemplos.

Refuerzo positivo en el deporte

El ámbito deportivo también podemos encontrar múltiples ejemplos de refuerzo positivo. Veamos algunos:

• Un jugador que se dedica a entrenar duro para obtener una medalla o premio.
• Los bailarines que practican por el simple hecho de demostrar sus habilidades en el baile.
• Una persona que corre todas las tardes para mantenerse sana y activa.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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