Trastorno depresivo persistente: definición, síntomas y tratamiento

El trastorno depresivo persistente o distimia, es un trastorno depresivo del estado del ánimo de tipo crónico en el cual la persona experimenta de manera continua bajos estados de ánimo los cuales interfieren con su funcionamiento normal a lo largo del día.

La distimia según el DSM-V

Para que una persona pueda ser diagnosticada con un trastorno depresivo persistente o distimia, tiene que haber padecido una serie de síntomas relacionados con este padecimiento (tristeza constante, el haber perdido el placer por realizar las actividades que anteriormente disfrutaba o simplemente ha perdido el interés por realizar actividades nuevas, entre otros más) por lo menos durante dos años consecutivos.

Generalmente la distimia o el trastorno depresivo persistente comienza en la adolescencia y si no es tratado de manera adecuada, puede durar muchos años. Los síntomas asociados a este tipo de trastorno en realidad no son tan graves como los de una depresión mayor, sin embargo debido a su larga duración y la constancia con la que se presentan, es igualmente importante comenzar a erradicarlo cuanto antes

Distimia ansiosa y otras enfermedades

Es común que las personas que padecen este trastorno, padezcan también algún problema de ansiedad, abuso de sustancias o alternen con algún tipo de trastorno de la personalidad. Habitualmente, las personas con trastorno depresivo persistente, suelen estar todo el tiempo con una actitud negativa, pesimista, pasiva, han perdido su sentido del humor, son sumamente introvertidos, se critican a sí mismos de manera destructiva y suelen estarse quejando todo el tiempo de su situación y de las situaciones externas, es decir, todo lo ven “negro” y siempre perciben problemas y dificultades a su alrededor.

Como lo hemos mencionado anteriormente, para que una persona pueda ser diagnosticada con un trastorno depresivo persistente o distimia, tiene que haber presentado una serie de síntomas por al menos 2 años. Entre los principales síntomas que hacen referencia a esta enfermedad, se encuentran los siguientes:

• Sentimientos de desesperanza. La persona presenta estados bajos de ánimo casi todo el tiempo y tiene la sensación de que su situación nunca va a mejorar, que jamás va a poder sentirse bien y salir adelante, que está condenada a vivir de esa manera, etc.
• Cambios en el apetito. Se puede llegar a sentir hambre en exceso o por el contrario experimentar una falta deliberada de apetito.
• Fatiga. La persona se siente todo el tiempo con muy poca energía, lo cual es una gran limitante a la hora de querer realizar incluso sus actividades cotidianas.
• Baja autoestima. Se tiene un pobre autoconcepto sobre sí mismo(a) y no se reconoce el valor propio.
• Falta de concentración. Existe una gran dificultada para concentrarse, lo cual suele ser bastante frustrante para la persona ya que deja a la vez de confiar en ella misma, esto aumenta el deterioro de su autoestima y autoconcepto y puede traer otro tipo de problemas como dificultad para tomar sus propias decisiones.
• Problemas de sueño. A menudo se tienen perturbaciones en el sueño, por lo que la persona puede dormir demasiado o por el contrario, no poder conciliar el sueño y dormir muy poco.

Es necesario que para poder tratar este padecimiento, la persona reciba un tratamiento psicológico que en ocasiones puede ir en combinación con uno farmacológico. Esto depende de la situación individual de cada persona, si está o no cursando con otro tipo de trastornos y con cuales.

Distimia: test y escalas

Primero que nada se tendrá un especial cuidado en el proceso de evaluación y diagnóstico del trastorno ya que puede ser confundido con otro. Después de tener un diagnóstico exhaustivo, se comienza con la intervención terapéutica. Para hacer la evaluación, muchos expertos optan por utilizar el test de depresión de beck.

Terapia cognitivo-conductual para la distimia

De manera general, el tratamiento que debe seguirse es el siguiente:

La terapia que ha mostrado tener mejores resultados para este tipo de padecimiento es la Terapia Cognitivo Conductual y en ella lo que se suele trabajar primero es con la psicoeducación, la cual es la parte en donde se le informa al paciente de manera detallada acerca de este padecimiento, se le explica cuales son sus posibles orígenes, la duración, de que manera le está afectando, etc.

Se trabaja también con la reestructuración cognitiva que tiene como finalidad detectar aquellas creencias y pensamientos irracionales que tiene la persona y que están influyendo sobre sus emociones para sustituirlas por otras más positivas y racionales. Si el paciente cursa también con ansiedad (lo cual sucede en la mayoría de los casos) se identifican los orígenes de esta y se le brindan algunas herramientas como son los ejercicios para la reducción del estrés y la ansiedad y la meditación. Se le brindan también herramientas como la activación conductual para que puedan hacer frente a los episodios depresivos, se les enseñan hábitos saludables y finalmente se les brindan estrategias para la prevención de recaídas.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

Si deseas leer más artículos parecidos a Trastorno depresivo persistente: definición, síntomas y tratamiento, te recomendamos que entres en nuestra categoría de Psicología clínica.