Terapia cognitivo conductual para tratar la depresión
La terapia cognitivo-conductual (TCC) es un tipo de psicoterapia que se centra en modificar los patrones de pensamiento para cambiar los estados de ánimo y las conductas. Se basa en la idea de que las acciones o sentimientos negativos son el resultado de creencias o pensamientos distorsionados actuales. La TCC es una mezcla de terapia cognitiva y terapia conductual.
El tratamiento implica desarrollar formas más equilibradas y constructivas de responder a los factores estresantes. Idealmente, estas nuevas respuestas ayudarán a minimizar o eliminar el comportamiento problemático o el trastorno. En este artículo de Psicología-Online, te explicamos cómo funciona la terapia cognitivo conductual para la depresión.
Cómo funciona la terapia cognitivo conductual para la depresión
La terapia cognitivo conductual es una unión de dos corrientes muy importentes: la terapia cognitiva se enfoca en sus estados de ánimo y pensamientos y la conductual se enfoca específicamente en acciones y comportamientos. Un terapeuta que practica el enfoque combinado de la TCC trabaja en un entorno estructurado con el objetivo de identificar patrones de pensamiento negativos específicos y respuestas conductuales a situaciones difíciles o estresantes.
La terapia cognitivo conductual está incluida en las terapias de tercera generación. Estas se basan en un enfoque más a corto plazo que el psicoanálisis y las terapias psicodinámicas. Otros tipos de terapias pueden requerir varios años para descubrir el origen del malestar y posterior tratamiento. La TCC a menudo sólo requiere de 10 a 20 sesiones.
Las sesiones proporcionan oportunidades para identificar situaciones actuales de la vida que pueden estar causando o contribuyendo a su depresión. La persona y el terapeuta identifican en consulta patrones actuales de pensamiento o percepciones distorsionadas que llevan a la depresión.
Esto es diferente por ejemplo al psicoanálisis, ya que ese tipo de terapia implica trabajar hacia atrás a través de su historia de vida para descubrir una fuente inconsciente de los problemas que la persona está enfrentando.
Es posible que se le pida a la persona que lleve un diario como parte de la TCC. El diario proporciona un lugar para registrar los eventos de la vida y sus reacciones.
El terapeuta puede ayudarle a dividir las reacciones y los patrones de pensamiento en varias categorías de pensamientos autodestructivos. Estos incluyen:
- Pensamientos de todo o nada: ver el mundo en términos absolutos, en blanco y negro
- Descalificar lo positivo: rechazar las experiencias positivas insistiendo en que "no cuentan" por alguna razón
- Reacciones negativas automáticas: tener pensamientos habituales de regaño
- Ampliar o minimizar la importancia de un evento: hacer un gran negocio sobre un evento o momento específico.
- Generalización excesiva: sacar conclusiones demasiado amplias de un solo evento
- Personalización: tomar las cosas demasiado personalmente o sentir que las acciones están dirigidas específicamente a ti
- Filtro mental: escoger un solo detalle negativo y detenerse en él exclusivamente para que la visión de la realidad se oscurezca
El diario se puede usar para ayudar a reemplazar los patrones de pensamiento o percepciones negativas con otros más constructivos. Esto se puede hacer a través de una serie de técnicas bien practicadas, tales como:
- Aprender a controlar y modificar pensamientos y reacciones distorsionados
- Aprender a evaluar de manera precisa y completa las situaciones y reacciones externas o el comportamiento emocional.
- Practicar el diálogo personal que sea preciso y equilibrado.
- Usar la autoevaluación para reflexionar y responder apropiadamente
Puedes practicar estos métodos de afrontamiento por tu cuenta o con tu terapeuta. Alternativamente, puedes practicarlos en entornos controlados en los que te enfrentas a desafíos y así utilizar estas opciones para mejorar tu capacidad de responder con éxito.
¿En qué otro tipo de trastornos se puede emplear?
La terapia cognitivo-conductual se utiliza ampliamente para tratar varios trastornos y afecciones en niños, adolescentes y adultos. Estos trastornos incluyen:
- Comportamientos antisociales (incluyendo mentir, robar y hacer daño a animales u otras personas).
- Trastornos de ansiedad
- Trastorno por déficit de atención e hiperactividad
- Trastorno bipolar
- Trastorno de conducta
- Trastornos alimenticios como atracones, anorexia y bulimia.
- Estrés general
- Trastornos de personalidad
- Fobias
- Esquizofrenia
- Trastornos sexuales
- Trastornos del sueño
- Problemas de habilidades sociales
- Adicciones
La terapia cognitivo-conductual puede combinarse con otros tratamientos dentro del tratamiento de la depresión.
¿Tiene algún riesgo la terapia cognitivo conductual para la depresión?
Hay poco riesgo emocional a largo plazo asociado con la TCC, pero explorar los sentimientos y experiencias dolorosas puede ser estresante. El tratamiento puede consistir en enfrentar situaciones que de otra manera se evitarían.
Por ejemplo, se le puede pedir a la persona que pase tiempo en lugares públicos si tiene miedo de las multitudes. Alternativamente, es posible que tenga que enfrentarse a la muerte de un ser querido que está causando su depresión. Estos escenarios pueden proporcionar oportunidades para practicar respuestas a situaciones estresantes o adversas. El objetivo final de la terapia es enseñar a la persona a lidiar con la ansiedad y el estrés de una manera segura y constructiva.
Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.
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