Cómo ser un buen líder
Ser un líder es un rol muy valorado y anhelado actualmente debido a que suele ser ocupado por personas con una fuerte personalidad que les permite llegar lejos. Sin embargo, si analizamos detenidamente lo que es un verdadero líder, nada tiene que ver con imágenes antiguas de personas manipuladoras que controlaban grandes masas de gente y lograban un gran éxito personal. Este perfil se relaciona más con un dictador que con lo que es realmente un líder. El verdadero líder es aquel que, por sus características intrínsecas y aquellas otras trabajadas diariamente, conforma una personalidad clara y transparente, llena de fortaleza interior que impulsa al grupo de personas que le rodean o que están a su cargo a dar lo lo mejor de sí mismos con un único objetivo: el bien común.
¿Cómo ser un buen líder? En el siguiente artículo de Psicología-Online expondremos 15 claves para trabajar nuestro interior y convertirnos en personas "líder" cuya función principal sea hacer del mundo que nos rodea algo mejor.
- Realizar un trabajo de introspección y autoconocimiento
- Contar con una gran fortaleza interior
- Afrontar la vida con alegría y optimismo
- Disponer de una gran capacidad de resiliencia
- Establecer una comunicación clara, fluida y coherente
- Saber mantener la calma
- Adaptarse a los cambios vitales con flexibilidad
- Proponer soluciones eficaces en momentos de crisis
- Esforzarse y ser humilde
- Actuar con responsabilidad y conciencia
- Tener una gran empatía
- Favorecer las buenas relaciones interpersonales
- Buscar siempre la mejor solución para todos
- Contribuir al crecimiento y mejora personal de los demás
- Utilizar su propio ejemplo como herramienta de cambio social
Realizar un trabajo de introspección y autoconocimiento
Uno de las características principales de los verdaderos líderes es que son personas con un alto grado de autoconciencia personal. Su liderazgo no viene de la nada y, si bien es posible que de manera innata o por la buena crianza recibida presenten ciertas características propias de los líderes.
Se trata de personas que han integrado como parte de su funcionamiento diario el trabajo de introspección y autoconocimiento personal sin el cual no les sería posible ser las personas que son y en lo que se convierten cada día. Es precisamente este trabajo interno de mejora personal el que les permite tomar conciencia de lo acontecido en cada momento y corregir errores con la intención de conseguir mejores resultados en la siguiente ocasión.
Contar con una gran fortaleza interior
Son personas con gran fortaleza interior precisamente porque aprovechan cada experiencia de vida como aprendizaje personal, lo que les permite dotarse de una gran cantidad de herramientas psicológicas, emocionales y de resolución de problemas para afrontar las subsiguientes situaciones vitales. Esto se refleja en una gran fortaleza interior.
Afrontar la vida con alegría y optimismo
Su actitud vital básica es la alegría y el optimismo. Se trata de personas muy vitales que, con gran alegría y esperanza, siempre ven la mejor parte de todas las situaciones vitales. No se trata de un exceso de fantasía y poco realismo, lo que ocasionaría una evasión de la realidad que les rodea, sino de una visión optimista que siempre les permite la luz, lo bello y bueno de cada situación.
Ante un determinado problema, fácilmente podrán encontrar una salida que permitirá seguir adelante en un estado personal mejorado y fortalecido.
Disponer de una gran capacidad de resiliencia
Si la resiliencia es "la capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversa", los buenos líderes son personas resilientes con una gran capacidad para hacer frente exitosamente a cualquier situación crítica o problema.
Es gracias a su autoconciencia personal, su flexibilidad, su actitud optimista, su fortaleza interior, etc. que consiguen salir adelante ante cualquier crisis vital.
Establecer una comunicación clara, fluida y coherente
Los líderes se comunican de manera clara y existe una gran coherencia entre su mensaje verbal y su comunicación no verbal (que no suele darse en la mayoría de las personas debido a las máscaras consciente o inconscientemente usadas).
Su expresión fluida y respetuosa y coherente es resultado de su autoconciencia personal y es uno de los principales rasgos de los buenos líderes que genera confianza en las personas y provoca que estas sigan fielmente sus indicaciones.
Saber mantener la calma
Sea cual sea la situación externa, sus dotes personales favorecen el mantenimiento o la rápida recuperación de la calma. Este estado de permanente calma, que si es alterada por situaciones críticas es inmediatamente reestablecido, es la base sobre la que se asientan mucho del resto de sus rasgos característicos.
Es precisamente al mantener la calma cuando estas personas pueden procesar la información de manera clara y objetiva, ver la parte positiva de la situación y sacar adelante las situaciones de manera exitosa.
Adaptarse a los cambios vitales con flexibilidad
Por todo lo dicho y todo lo que nos queda por nombrar, se trata de personas con grandísima flexibilidad que se adaptan fácilmente a cualquier tipo de cambio, adaptándose de manera constructiva a la nueva situación surgida.
Proponer soluciones eficaces en momentos de crisis
Por otro lado, ante cualquier problema las personas líderes tienen grandísima habilidad para descartar aquello que no sirve y perjudica y aprovechar todo aquello a partir de lo cual se puede crear una nueva situación que beneficie a todas las personas implicadas.
Esforzarse y ser humilde
Los verdaderos líderes con buenos resultados y cuyo proceder es beneficioso para la institución, empresa o sociedad, son personas humildes que consideran el esfuerzo como parte indispensable de la vida. En otras palabras, cualquier paso en la vida, por más pequeño que sea, requiere del esfuerzo personal.
Es precisamente la permanencia en el camino de mejora y de logro personal, la humildad y el esfuerzo constante por seguir adelante a pesar de los obstáculos que puedan surgir en el camino lo que lleva a estas personas a alcanzar las metas propuestas.
Actuar con responsabilidad y conciencia
Los líderes son personas cuyas conductas son guiadas por elecciones bien meditadas que les otorga, con el tiempo, altos niveles de sobriedad y sabiduría. Son conscientes que los buenos resultados únicamente surgen de actuaciones responsables que tienen en cuenta todos los elementos implicados.
La actuación basada en la buena conciencia que considera resultados favorables aquellos que van mucho más allá de los logros únicamente personales y/o económicos permitirá conseguir logros mucho más beneficiosos y duraderos de los que todos salgan beneficiados.
Tener una gran empatía
Las personas líderes sienten el impulso de guiar a sus compañeros con la intención última de conseguir mejorar la situación personal de cada uno de ellos.
Más allá de los logros institucionales, empresariales o económicos, los verdaderos líderes se mueven por motivaciones más profundas que les llevan a comprender la situación personal de sus prójimos y guiarlos de modo que estos logren buenos estados personales. Únicamente de este modo es como, posterior y finalmente, se consiguen los logros y objetivos empresariales.
Favorecer las buenas relaciones interpersonales
Este tipo de líderes tienen gran habilidad para crear buenas relaciones personales con los demás debido a su empatía y gran apertura personal,. Pero, más allá de crear una buena red social personal, su interés verdadero consiste en favorecer buenas relaciones entre todas las personas que les rodean.
El buen clima, las buenas relaciones entre las personas es un punto prioritario que guía su conducta en su quehacer diario. En este artículo te explicamos Qué es la apertura a la experiencia en psicología.
Buscar siempre la mejor solución para todos
Uno de los objetivos principales de las actuaciones de una persona con buen liderazgo es conseguir mejorar la situación personal de la gente que le rodea o que está bajo su responsabilidad, no solo su situación personal. Para lograrlo, suelen buscar para cada situación aquella solución que beneficie a todas las personas implicadas.
Son conscientes de que tener en cuenta la mejora personal de manera aislada a medio y largo plazo conduce al fracaso porque solo genera competitividad, rivalidades y luchas personales. Sin embargo, al tener en cuenta la mejora grupal dan por sentado que el verdadero éxito y progreso personal se alcanza cuando este afecta de manera global a todos los implicados. En otras palabras, la fuerza conjunta es mucho más poderosa y efectiva que fuerzas personales aisladas y enfrentadas entre sí.
Contribuir al crecimiento y mejora personal de los demás
Más allá de la mejora puntual de cada situación acontecida y de los logros y éxitos profesionales, institucionales, económicos o sociales, la guía de los buenos líderes busca la mejora personal y de cada una de las personas implicadas, ya que será precisamente este crecimiento personal el que asentará buenas bases para el posterior y continuo crecimiento, progreso y mejora social y/o profesional.
Utilizar su propio ejemplo como herramienta de cambio social
El modelo de líder que hemos descrito a lo largo de este artículo no se limita a conseguir progresos empresariales sin más beneficio que el que aporta a una única empresa o grupo profesional, sino que también siente el impulso de acompañar a su grupo social para realizar un trabajo de mejora personal que desemboque en un trabajo de esfuerzo común por una mejora social que beneficie a todos.
De este modo, es su propio ejemplo de conducta el que motiva a los demás a seguir su guía con el propósito final de avanzar, progresar y mejorar de manera social y conjunta. Líderes con estas características son los que en realidad deberían ocupar los cargos políticos en nuestros países. Personas que, con su buen ejemplo, impulso y fortaleza interior, nos guiasen por el camino del buen proceder y la mejora continua personal como único medio de mejora y verdadero progreso social.
Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.
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