Cómo superar una ruptura de pareja

Cuando estamos en una relación nuestro cerebro secreta hormonas que nos producen placer, bienestar, felicidad. Estas también nos ayudan a fortalecer el vínculo con nuestra pareja. Una de las substancias segregadas es la dopamina, un neurotransmisor que nos refuerza positivamente, el responsable de la adicción.

Así es, nos volvemos adictas al amor, a nuestra relación, y cuando esta se acaba se cierra también el grifo de dopamina que nos producía esa sensación de satisfacción y bienestar. Entonces es cuando empezamos a sufrir esa especie de síndrome de abstinencia. Además, a todo esto hay que añadirle el dolor que supone una pérdida, por que al fin y al cabo se acaba de romper un vínculo que era importante para ti.

Las claves para superar una ruptura de pareja, fuera cual fuese el tipo de relación, son, efectivamente, transitar por cada una de las fases del proceso de duelo y aceptación. Cabe decir que estas etapas no se suceden de manera lineal y son básicamente las siguientes:

1. Clausura. Necesitamos cerrar y poner punto y final a ese episodio de nuestra vida.
2. Aceptación. Aceptar que se ha acabado. Para ello debemos coger y aceptar la explicación que nos han dado para romper, o inventarnos una, y dejar de insistir buscando explicaciones innecesarias y dolorosas.
3. Pasar el duelo. Una ruptura es una pérdida, la quebradura de un vínculo que era importante, que deja un vacío. Y eso duele. Darse un tiempo para sentir y aprender a lidiar con ese dolor es parte de la recuperación.
4. Querer seguir adelante. Debemos tener la determinación de pasar página y continuar con nuestra vida. Podemos hacerlo de forma autónoma, por ejemplo leyendo libros para superar una ruptura de pareja, como Gracias por dejarme de Cynthia Perazzo o con ayuda profesional, asistiendo a terapia para superar la ruptura de pareja. No obstante, todas sabemos que a veces el querer algo no es suficiente y según del tipo de relación de la que salgamos nos ayudará más centrarnos en algunos aspectos que en otros.

Cuando intentamos superar una ruptura de pareja, cometemos algunos errores que alargan innecesariamente nuestro sufrimiento. Estos son, por ejemplo:

• Revisar su Instagram u otras redes sociales.
• Escribirle mensajes, mirar su última conexión.
• Comprobar si nos ha leído o nos ha dejado en visto.
• Recordar las cosas buenas de la relación.
• Pensar y revivir los momentos bonitos y felices.

Hacer todo esto es lo equivalente a un yonkie intentando conseguir más droga para superar su síndrome de abstinencia.

Una de las cosas que caracterizan las rupturas es la posterior búsqueda de una explicación para ese final. Creemos que si tenemos claro por qué nuestra pareja nos ha dejado, que si entendemos por qué ha decidido exactamente poner fin a nuestra relación, podremos superarlo más fácilmente.

Pero conocer la razón muchas veces no es suficiente, porque para nosotras es un evento tan dramático y doloroso que para nuestra mente tiene que haber un motivo igual de dramático. Sin embargo, a menudo la explicación es demasiado simple para que nuestra lógica pueda asumirla.

Teníais vuestra vida montada, vuestro proyecto en común, vuestros sueños, vuestras expectativas… y todo eso se ve resquebrajado por el maldito imprevisto (o no tan imprevisto, según el caso) de la separación.

Superar una ruptura después de una relación larga no es nada fácil, pero sin duda se sale mucho más fuerte y reafirmada. En estos casos, es importante aprender a estar sola, como comentábamos en el artículo Cómo aprender a estar solo después de una relación, reencontrarte contigo misma, salir, hacer cosas que te gusten, quedar con más gente, fortalecer los vínculos con aquellas personas que te quieren y seguir con tu vida anterior en la medida que sea posible.

Como ya habíamos comentado en otro artículo más arriba citado, la sociedad nos presiona para que encontremos a nuestra pareja ideal: nos “rechaza” si somos raritas por estar solteras y nos “premia” si seguimos la norma, nos hace sentir que encajamos.

La presión es tal que no es de extrañar que anhelemos esa compañía, que la busquemos y que nos aferremos a ella cuando la encontramos. Nos aferramos tanto a ella al principio que parece que nos volvamos ciegas. Y esa ceguera es la que no nos deja ver las cosas tóxicas de la relación, hasta que se rompe.

Entonces llega el dolor y todos los errores que cometemos al intentar superar ese dolor. Por eso, una de las cosas importantes después de salir de una relación tóxica, a parte de todo lo comentado anteriormente, es no idealizar a la persona:

• Recuerda en qué maneras la relación no era buena para vosotras.
• Ten presente cosas que te hacían daño, cosas que te molestaban, manías con las que ya no tienes que lidiar, etc.
• Date cuenta de que antes no eras feliz y ahora eres libre, y tienes la oportunidad de vivir experiencias hermosas y mejores.

Aunque lleves a cabo cada consejo, debes saber que no es necesario que pases por todo esto tú solo/a. En cualquier caso siempre es aconsejable recibir ayuda psicológica para superar una ruptura de pareja, te veas o no con más dificultades de las que puedes soportar para afrontarla.

Las profesionales podrán hacer un mejor estudio de tu caso y darte consejos adaptados a tu situación en concreto. E incluso podrás darle la vuelta a la situación si en ese momento estás sintiendo mucho sufrimiento y lo ves todo horrible.

No hay ningún rango de tiempo que estipulado sobre cuánto dura el duelo de una ruptura de pareja. Cada persona es un mundo y cada relación es diferente. Por eso, cada una necesita sus tiempos y su espacio, y tiene que concedérselos. Algunas tardan semanas y otras años, pero lo importante es que se supera. Y recuerda, como decía Buda “el dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional”.

En el caso de que te haya servido este post sobre cómo superar una ruptura de pareja, te recomendamos leer Cómo superar la depresión por una ruptura y Libros para superar una ruptura amorosa.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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